LA FIESTA DE LAS COMADRES DE TARIJA

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ELIAS VACAFLOR DORAKIS

A MANERA DE PRÓLOGO

Fue una transmisión de Televisión Española (TVE), el día jueves 6 de febrero de 1997 tuve la grata oportunidad de conocer y apreciar “sorprendido” que en todos los Ayuntamientos de España celebraban la Fiesta de Las Comadres y; en especial, en el Ayuntamiento de Pola de Siero (Comunidad Autonómica de Asturias), con el denominativo de Les Comadres. El programa dedicado exclusivamente a esa expresión cultural, reflejó a detalle todas las características y; sobre todo, referencias históricas de celebración.

Dije que pude apreciar esa transmisión internacional sorprendido; porque, en algunos casos, los tarijeños nos creemos “el ombligo del mundo” y; por ello, creemos que solamente en nuestra tierra –bendita por cierto- suceden tal o cual cosas. Debo confesar y reconocer sinceramente que me llamó muchísimo la atención, por cuanto creía que dicha fiesta sólo se celebraba en Tarija –en el área rural y área urbana-; razón por la cual, y aprovechando mi condición de Diputado Nacional por Tarija hice llegar una nota al Señor Embajador de España acreditado en La Paz (Bolivia), solicitándole con el mayor respeto, el nombre y dirección del Director de Televisión Española con sede en Madrid y de los Ayuntamientos que detallé. Pasados unos días, recibí la nota de respuesta del Señor Agregado de Cultura brindando todo lo solicitado. Como en ese entonces no existía el servicio pleno de internet, sólo podíamos comunicarnos con el interior y exterior a través del correo postal. Por ello, a partir de ese mes de abril de 1997, remití más de un decena de notas: Televisión Española, Ayuntamientos, etc., explicando los motivos de nuestra nota y solicitando mayores referencias sobre la celebración de la Fiesta de Les Comadres en sus respectivos municipios.

A las pocas semanas, recibimos las respuestas de las que recogía de mi casilla postal en la Ciudad de Tarija. El canal estatal de televisión española hizo llegar algunas referencias y un casette VH que contenía la edición de la fiesta de febrero de 1997. Varios Alcaldes y Directores de Cultura remitieron respuestas muy interesantes: bibliografías, recortes de periódicos, entrevistas, etc., material que hasta hoy conservo y que me fue muy útil al momento de decidir investigar y escribir sobre la Fiesta de Las Comadres de Tarija.

Transcurrieron los meses y; embarcado en tan grande tarea de la que ignoraba por completo, poco a poco fue tomando forma y perfil mi trabajo y; a inicios de agosto de 1998, concluí el mismo que significó mi primer trabajo de investigación etnológica y dedicado a una fiesta que creía muy tarijeña, solamente tarijeña, pero grande fue mi sorpresa al conocer que esta fiesta era de muy antigua data y la celebraban los romanos en el actual territorio de España (siglo III d.C.), que en su momento de máxima gloria, fue una provincia del Imperio: Hispania y; que las legiones de romanos celebraban dos fiestas dedicadas a las mujeres y; ante la inmoralidad de estas, la Comunidad Primitiva de Cristianos, cuestionó y; por razones harto comprensibles, nació la Fiesta de Cumatris (palabra de raíz latina). Por lo tanto, la Fiesta de Las Comadres es muy antigua y precristiana con valores morales de respeto, reciprocidad, solidaridad, unidad.

Entonces queda muy claro que fue importada por los españoles desde octubre de 1492 a través de sus diferentes expediciones de descubrimiento y conquista a todos los territorios que llegaron al Caribe, Istmo de Panamá, Centro América y; por supuesto, Sur América. Ello, explica porque en varios países celebran más o menos la fiesta o hacen uso de las palabras “compadre” y “comadre” pues forman parte de los léxicos nacionales, desde México hasta la Argentina.

Por esas y otras razones, resulta muy difícil e imposible señalar con precisión cronológica cuándo, quién y en qué condiciones se introdujo dicha fiesta en la Villa de Tarija, dependencia de la Gobernación Intendencia de Potosí y; por ende, del Virreinato de Lima.

Sin embargo, a base de solvente bibliografía obtenida el año 2010 podemos especular y deducir que ello podría haber sucedido a inicios del siglo XIX. Las referencias cronológicas y los hechos históricos que la prestigiosa historiadora española Purificación Gato Castaño nos ofrece en su obra “Juan Cobos Redondo y el Diario de la Expedición a Las Salinas” (España, 2020), nos seducen a plantear esta hipótesis.

Y en verdad, los antecedentes que nos brinda Purificación Gato Castaño son muy importantes para conocer varios capítulos totalmente desconocidos de la Historia Colonial de Tarija suscitados entre mediados del siglo XVII e inicios del XIX. En este interesante proceso, estuvieron comprometidas todas las autoridades y estamentos de la Corona de España: el Rey Carlos III y; del Vaticano, Clemente XIII. El principal objetivo: sometimiento, evangelización y conversión de los barbaros Chiriguanos, Tobas y Chanés que habitaban el sur del Río Pilcomayo y; las órdenes religiosas de San Ignacio de Loyola –léase Jesuitas- y San Francisco de Asís y; el teatro natural de este proceso, la jurisdicción de la Villa de Tarija y comunidades aledañas objeto de permanentes y letales malocas de los Chiriguanos contra personas y animales.

Y con el propósito de contextualizar nuestra específica hipótesis, interesa decir que la Orden de San Francisco se estableció en Tarija desde inicios de mayo de 1606 y al transcurrir el tiempo, construyó su Convento e iglesias y; en abril de 1755, por instrucciones del Comisario General del Perú, Francisco Soto y Marne al constatar que la Provincia de San Antonio de los Charcas no tenía aun Colegio de Propaganda, ordenó que un grupo de sacerdotes franciscanos del hospicio de Santa Rosa de Ocopa en el Valle de Jauja (Perú), se trasladen al Convento Franciscano de Tarija, villa elegida como sede del nuevo Colegio. Por lo tanto se fundaron en territorio tarijeño las Misiones de San Miguel de Itaú (1791), Nuestra Señora de Guadalupe de Chimeo (1849), San Roque de Aguayrenda (1852), La Purísima de Tarairí (1854), San Francisco de Solano (1860), Nuestra Señora de las Misericordias de Macharetí (1869), y San José de Tiguipa (1872), desde donde se predicó el evangelio a los fieles y reducir a los infieles Chiriguanos por el Chaco Boreal para evitar sus “Entradas” por el Este a la Villa de Tarija por la Gamoneda, Santa Ana, Salinas, Tariquea y Chiquiacá.

Respecto a la Compañía de Jesús en Tarija, ésta tiene ribetes dignos de conocer. Exigido por las circunstancias reinantes, el Cabildo y Justicia y Regimiento de la Noble Villa de Tarija, se dirigió al Virrey del Perú, Marqués de Castelfuerte, para exponerle numerosas razones y sólidos fundamentos y; solicitaba, tenga a bien encomendar a la Compañía de Jesús del Paraguay la misión de evangelizar a los Chiriguanos en su vasto territorio. La respuesta no se hizo esperar. El 7 de mayo de 1731, el Virrey del Perú remitió toda la documentación a las autoridades civiles y religiosas involucradas, haciéndoles conocer que aceptaba la solicitud del Cabildo de Tarija.

De esa manera, llegó a la Villa de Tarija, el padre Julián de Lizardi en mayo de 1732 y; cuya permanencia y labores fue impresionante, pues a lo largo del tiempo que permaneció en la villa y el territorio del Chaco, fue muy beneficiosa para los pueblos de bárbaros e infieles del Chaco tarijeño, lo que generó el odio y sed de venganza de varios pueblos Chiriguanos que veían amenazada su libertad. El 17 de mayo de 1735 fue asesinado a flechazos por los Chiriguanos del Ingres mientras celebraba la Eucaristía en la Misión de La Concepción (Salinas, O’Connor) Una vez conocida la triste noticia, se organizó una misión para recuperar sus restos mortales por el sacerdote jesuita Padre Pons a inicios de junio y; trasladados a la Villa de Tarija, a finales del mismo mes.

Sus restos mortales fueron recepcionados por las autoridades de San Francisco, San Agustín, San Juan, Compañía de Jesús y todo el Ilustre Cabildo y una impresionante concurrencia de feligreses hasta el Iglesia de Nuestra Señora de Los Ángeles (San Francisco), donde sus restos mortales recibieron todos los homenajes. En horas de la tarde, fue trasladado a la Iglesia Matriz de la Compañía de Jesús (hoy Catedral de Tarija) Allí permaneció 165 años y; a inicios de febrero de 1900 sus restos fueron “exhumados y trasladados clandestinamente” por el sacerdote inglés Kenelm Vaughan hasta Buenos Aires y; de ahí, a España.

La Compañía de Jesús, a pesar de los esos y otros graves acontecimientos, permanecieron en Tarija hasta el 29 de agosto de 1767, fecha que los trece sacerdotes que moraban el majestuoso edificio del Colegio Jesuítico (hoy Colegio Nacional San Luis), fueron extrañados por Pragmática del Rey Carlos de III de marzo de ese mismo año que, sin conocimiento y consentimiento del Papa Clemente XIII, fueron expulsados de España y todos sus reinos.  A partir de ese año, los Franciscanos de Tarija se hicieron cargo de todas las tareas relacionadas con la evangelización y reconversión de las poblaciones de Chiriguanos, Tobas, Chanés, etc., asentadas al sur del Río Pilcomayo.

Entonces, transcurridos varios años de penosa campaña y larga historia de muerte y destrucción que ocasionaban los Chiriguanos en ese vasto territorio debido a sus permanentes malocas, secuestros de personas y robo de animales, la Corona de España a través del Virrey y las autoridades del Cabildo de la Villa de Tarija, coordinaron tareas urgentes para obtener resultados positivos y; después de varios intentos que en su momento desarrollaron los Jesuitas desde 1731.

De esa manera en la Reducción Franciscana de los Chiriguanos de Nuestra Señora del Rosario de las Salinas (hoy Provincia O’Connor, Tarija), anteriormente Reducción Jesuítica, se suscribió un Tratado de Paz con diversos pueblos Chiriguanos representados por el Cacique Andrés Chumay. Y en ese proceso participaron don Francisco González de Villa del Cabildo de Tarija y los franciscanos José de Osa y Palacios y Juan Cobos Redondo –personaje central para concretizar dicho Tratado- como Delegados del Arzobispo de La Plata, José Antonio de San Alberto. Luego, se procedió al rescate de varios cautivos españoles y; de esa manera, se logró una débil paz que duró hasta finales del siglo XVIII, razón por la cual, cesaron los masivos y continuos ataques de los Chiriguanos que venidos desde el Este durante décadas asolaron a la Villa de Tarija y comunidades aledañas.

A partir de esos años, la paz y tranquilidad fueron imponiéndose lenta y perezosamente. Entonces y; la Fiesta fue consolidándose y se arraigó más en la Villa y sus alrededores con el aporte de mujeres de españoles o mestizas. Ello explica las diferencias entre el cómo celebran la Fiesta de Las Comadres en la Villa y comunidades del área rural de Tarija que exhibían y expresaban su propia simbología. Más expresiva, en el área rural, dónde al celebrar la fiesta en época de cosecha, las Comadres llevaban sus presentes: todos los frutos de la tierra en la “sappa” (palabra aymara que significa “canasta”), y que finaliza la ceremonia con un ritual muy ceremonioso y significativo: el comadrazgo de Torta o Espiritual. Y para darle el aire de festividad plena, nuestros campesinos –chapacos o chapacas- introdujeron dos instrumentos emblemáticos: la caja y el erke que desde esos imborrables tiempos y épocas, dieron el ritmo, tono y sabor a nuestra fiesta con la participación masiva de toda la comunidad. En cambio en la villa o ciudad, la celebración era más cerrada y circunscrita a la intimidad de familias y sus entornos sociales, amenizadas con música, bailes, comidas de origen europeo.

Una vez concluido el trabajo de investigación etnológica –el primero dedicado a la Fiesta de Las Comadres- a mediados de 1998 y; habiendo aceptado una cordial invitación del Comité Organizador del MUSEFF, para participar de la XIII Reunión Anual de Etnología – Museo Nacional de Etnología y Folklore (La Paz, agosto de 1999), presenté dicho trabajo. Posteriormente y; estimulado, por los resultados obtenidos en La Paz, lo remití al Alcalde Municipal de Pola de Siero (Asturias) Posteriormente, presentado en el Taller La Fiesta de Las Comadres desarrollado en nuestra ciudad en julio de 2001 bajo el patrocinio de AEROSUR a la cabeza de la Prof. Adela Lea Plaza Torri. Luego, participamos del Taller organizado por la Universidad Técnica de Oruro (UTO), y la UNESCO en septiembre de 2001. Y finalmente, fuimos invitados por el Comité Organizador del Tercer Concurso Internacional “Somos Patrimonio” a cargo del Convenio Andrés Bello (Colombia, Bogota, diciembre de 2001), donde obtuvimos un Premio Especial, el primero que se concedía a un trabajo de investigación etnológica de una fiesta popular tarijeña. Estimulado por los resultados obtenidos en 2001, a finales de 2004 presenté el Proyecto de Ley a los Diputados por el Departamento de Tarija Lic. Rodrigo Paz Pereira y Lic. Martha Humérez para que nuestra expresión cultural sea declarada como “Patrimonio Cultural Intangible de la República de Bolivia”, gestión que se logró el 14 de marzo de 2006 con la promulgación de la Ley 3370 que declaró a la Fiesta de Las Comadres de Tarija Patrimonio Cultural Nacional.

Con toda la documentación habida a nivel local, nacional e internacional remitida desde varios Ayuntamientos de España, especialmente de Pola de Siero (Asturias), elaboré un Expediente adjuntando todos los Certificados de Participación otorgados por aquellas instituciones culturales –léase nacionales e internacionales- donde participé y presenté dicho trabajo de investigación. Enriquecían dicho trabajo, entrevistas personales y fotografías antiguas y aquellas obtenidas entre 2007 y 2008 a diferentes personalidades del quehacer cultural de Tarija como: Raquel Bejarano, Mauro Molina Balza, Edmundo Ávila y aquellas mujeres que desde antigua genealogía elaboraron Tortas de Comadres, Canastas, etc., sobre todo, conocían a través de la tradición oral cada detalle todo el proceso de selección del “Compadre” y la “Comadre” y el protocolo diferenciado a seguir hasta culminar con la Entrega de la “Sapa” o “Canasta” para celebrar la Fiestas de “Compadres” dos jueves y; de “Comadres”, un jueves antes de Carnaval, tanto en el área rural como urbana.

Desarrollé interesantes y emocionantes entrevistas con todas las señoras panificadoras, especialmente con la Directiva y; para arribar a nuestro objetivo, con Las Comadres del Barrio El Molino y Las Comadres de San Roque.

En el interín del año 1998, hice llegar sendas notas oficiales y copias del Trabajo de Investigación sobre Las Comadres de Tarija a diferentes autoridades del país: Gral. Hugo Bánzer Suárez, Presidente de la República (La Paz, marzo de 2000), Lic. Ramón Rocha Monroy, Viceministro de Cultura (La Paz, marzo de 2000), Lic. Zulma Yugar Párraga, Directora General de Patrimonio Cultural (La Paz, marzo de 2000), de las que recibimos expresivas congratulaciones. Y finalmente, en mayo de 2000, dirigimos una nota al Dr. Rogelio Callisaya Aliaga, Jefe del Repositorio Nacional para proceder al Registro y Depósito Legal del trabajo de investigación “La Fiesta de Las Comadres de Tarija – Cultura Viva”, asignando el Registro D.L. 9-2-265-00 de 18 de mayo de 2000.

En fecha 26 de marzo de 2009 hicimos similar gestión y; adjuntamos el voluminoso Expediente al Señor Ministro de Educación Ing. Roberto Aguilar para que dicha autoridad realice las consultas debidas con las autoridades de Cultura y Educación y; éstas, con la Representación de la UNESCO en Bolivia, para considerar seriamente postular a “La Fiesta de Las Comadres de Tarija” ante la UNESCO para que la declare “Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad”, requerimiento que fue recepcionado con atención y; desde ese año, se realizaron las gestiones pertinentes –aún inconclusas- ante los aludidos Ministerios de Bolivia y el organismo internacional para analizar nuestro requerimiento.

Dicho sea de paso, desde el indicado año de 1998 hasta 2021, he realizado algunos otros aportes de orden histórico para lograr un mayor y más explícito contexto. Desde 2009 se han realizado innumerables reuniones con autoridades del Ministerio de Cultura, Gobernación de Tarija, Agrupaciones de Comadres de Tarija y otras instituciones vinculadas para llevar adelante tareas exigidas por la UNESCO.

Al respecto, interesa hacer conocer que el entonces Ministro de Educación Ing. Roberto Aguilar, recibió los respectivos Informes de las Direcciones y Unidades de Cultura que señalaban de manera categórica que nuestra fiesta cumplía todos los requisitos para dicha postulación y recomendaban, hacerlo de manera oficial.

INTRODUCCIÓN

Nuestros argumentos tuvieron que ver -en líneas generales- con el carácter extrovertido de la mujer y el hombre de Tarija. Al respecto, podemos decir que; somos, sin duda, el baluarte más representativo del espíritu español en el corazón de nuestra Bolivia. Y es precisamente, este arraigado sentimiento, una muestra de nuestro carácter de vocación universal por la cual en fechas que se pierden en el tiempo, alguien bautizó sabiamente a la tierra chapaca como La Andalucía Boliviana en alusión a la tierra natal de nuestro Ilustre fundador Luis de Fuentes y Vargas: Sevilla, y otrora Capital del Reino musulmán de Al-Andalus.

Esta condición universalista de Tarija, es el resultado de una simbiosis entre nuestra historia y nuestra tierra que, lejos de ser introspectiva, viene abriéndose al mundo a lo largo de siglos; una apertura que, es el fiel reflejo de nuestro dinamismo y del compromiso de todos los que hemos nacido en esta bendita tierra, con nuestro pasado, nuestro presente y con nuestro futuro. Y son precisamente, esas condiciones que sumadas a las telúricas o como las conceptúa Julián Steward dentro de la Ecología Cultural (1955), las que influyeron y modelaron nuestro carácter. Entonces, queda evidenciada la influencia del entorno geográfico y del medio ambiente en la vida de todos los pueblos tarijeños, pues el habitante de la zona fría, de la templada y la cálida, son diferentes, pero, esencialmente tarijeños.

Al Oeste, el perfil de nuestra emblemática Cuesta de Sama con sus cumbres, nuestras vegas, valles y bosques bordeados por el Río Guadalquivir (palabra árabe que significa Río Grande), y otros ríos, que son en resumen, la tierra donde aquellos primeros pobladores precolombinos –copiapoés tomatas y churumatas- de los valles tarijeños, establecieron sus poblaciones y desde inmemoriales tiempos tuvieron contacto y lucharon contra los chiriguanaés, venidos del Chaco Boreal.

Sin embargo, debemos conocer que de acuerdo al trabajo “Etimología de la palabra Tarija” (Elías Vacaflor Dorakis, Tarija 2009), tenemos un hecho histórico por demás importante y que tuvo como protagonista al militar de origen árabe Tarik Ibn Zeyad quien encabezó la Expedición a mediados del año 711 para la conquista de España. Este, impresionado por la belleza de un valle cercano a la actual población de Torija (Provincia Guadalajara, Comunidad Autónoma de Castilla La Mancha), decidió llamar a dicho territorio como el nombre de “Valle de Tarija” para inmortalizar su nombre (José Antonio Conde, Historia de la dominación de los árabes en España (París, 1840) y; Emilio Cuenca Ruiz y Margarita del Olmo Ruiz, Torija y la Mesa de Salomón” (Torija, 2005). Ese hecho histórico fue emulado en América del Sur agosto de 1535 cuando arribó a territorio tarijeño (hoy Comunidades de Rosillas, Alisos y Chaguaya), la primera Expedición de Avanzada para el Descubrimiento y Conquista de Chile por Diego de Almagro. Dicha expedición estaba conformada por tres españoles: Juan de Sedizo, Antonio Gutiérrez y Diego Pérez del Río y un sequito Inca. Por la belleza del valle, lo bautizaron con el nombre de Valle de Tarija.

Posteriormente, el año de 1539 arribó a dicho Valle la Segunda Expedición a territorio tarijeño comandada por el griego Pedro de Candia (Grecia, Creta, 1484), que junto a más de 315 hombres piso tierra tarijeña el 6 de septiembre de 1539. Esta Expedición, recorrió la misma ruta de Sedizo en 1535; es decir, partió desde el Tambo Real de Paria (Oruro), y luego de recorrer más de 1000 kilómetros descendieron hasta la frontera Sur del Collasuyo. Una vez que abandonaron Paria, se dirigieron hasta el tambo de Tupiza y; desde allí, y recorriendo la ruta secundaria del camino Inca, llegaron hasta las lagunas de Tacsara y descendieron por el camino precolombino de la Patankaj hasta Rosillas, Chaguaya y Alisos. Era septiembre de 1539.

Por su parte, Diego de Rojas estando en el tambo Inca de Paria (Oruro), a último momento y cumpliendo instrucciones de Francisco Pizarro reemplazó a Pedro Anzúrez de Camporredondo, y dirigiéndose al Sur atravesó y arribó a los fértiles Valle de Cinti  (Chuquisaca y Tarija), y con su hueste ingresó a este a territorio tarijeño por el actual Municipio de El Puente, descendió por el Camino Inca de Marquiri y llegó hasta el territorio de Calama (Municipio de San Lorenzo), a inicios de febrero de 1540 para buscar y reunirse con Pedro de Candia que se encontraba más al Sur, esperándolo. Finalmente, después de 39 años después, Luis de Fuentes y Vargas, cumpliendo las disposiciones y términos acordados con el Virrey del Perú don Francisco Álvarez de Toledo, partió a inicios de febrero de 1574 desde la Ciudad de La Plata (hoy Sucre), y se dirigió hasta la Villa de Potosí para ultimar detalles y adquirir más bastimentos para la empresa expedicionaria. Desde allí, se dirigió por el Camino Inca por los valles de Cinti y luego de recorrer y descender la misma ruta que utilizó Diego de Rojas, arribó con su hueste de más de 45 españoles a territorio tarijeño, ingresó a territorio tarijeño y descendió por el Camino Inca de Marquiri y llegó hasta el territorio de Calama a finales de marzo de 1574. Desde allí Luis de Fuentes y su gente recorrió todos los territorios aledaños en busca del sitio ideal para cumplir la Real Provisión de 22 de enero de 1574 que le entregó el Virrey Toledo. Desde marzo hasta inicios de julio de 1574 la hueste de Fuentes y Vargas sufrió una serie de vicisitudes y tuvo los primeros contactos con los Copiapó Tomatas que estaban encajonados en los Huaycos (palabra quechua que significa quebrada), del territorio de Canasmoro, Trancas (donde nace el Río Guadalquivir), ocultos y protegiéndose de los ataques de los chiriguanáes. Luego de superar esos escollos y con el asesoramiento de sus principales hombres y el de sus aliados Copiapó Tomatas, definió el sitio para la fundación de la villa a dos leguas más al Sur de Calama.

Por lo tanto, le corresponderá la honra y privilegio al ilustre sevillano Luis de Fuentes y Vargas de ser el fundador de la Villa de San Bernardo de la Frontera de Tarija, tal cual ordenó y dispuso el Quinto Virrey del Perú don Francisco Álvarez de Toledo. La fecha: 4 de julio de 1574, gestando a partir de esa emblemática fecha la identidad cultural y personalidad histórica del Chapaco.

UNA HISTORIA CASI COMÚN

La Fiesta de Las Comadres de Tarija -por sus características- es única en todo el territorio de la República de Bolivia y las Américas, porque a diferencia de aquellas que se celebran en otras regiones del país y en la República Argentina-, hasta ahora mantiene casi intactas sus principales características traídas desde España. Y sólo en Tarija pudo haber calado tanto. Aquí y sólo aquí un conjunto de condiciones sociales, económicas, culturales, etc., le permitieron echar raíces y crecer. La fiesta no fue un accidente. Apareció en su momento, en virtud de lo que existía en la península Ibérica y se difundió perezosa como sistemáticamente en la incipiente vida cultural de los chapacos; pues las mujeres -léase chapacas- estaban preparadas para ello. En consecuencia, no podemos entender la Fiesta cabalmente en abstracto, aislada del mundo que la rodea. La Fiesta de las Comadres, ayer como hoy, es parte esencial de la historia social y cultural de Tarija y; desde este contexto, se la debe observar. Pero, ¿Cuáles fueron, entonces, las condiciones sociales que hicieron posible y, de hecho, casi inevitable el arraigamiento de la Fiesta?

Por lo tanto, no debe sorprendernos descubrir el significado de la palabra Comadre, término españolizado, pues su etimología es de raíz latina Cumatris, y por lo tanto, tiene vieja data y presencia en el territorio español desde el siglo III de nuestra Era a la llegada de las poderosas Legiones del Imperio Romano y convertir a éste como provincia romana. Tampoco que la Fiesta, al igual que otras manifestaciones culturales que trajeron los españoles a América desde 1492 con Cristóbal Colón y sus hombres en sus cuatro expediciones y otras posteriores, se halla abierto paso a un inicio entre los propios españoles y luego entre los mestizos. La música, por supuesto representada por instrumentos traídos desde la península encajó con exactitud con los existentes entre los pueblos originarios y otros advenedizos. Con este nuevo espíritu, seguramente tuvo -al menos en apariencia- espontaneidad y se improvisó en el mismo momento de su ejecución y celebración. Por eso, tampoco nos debe llamar la atención la presencia de instrumentos musicales de origen andino. Ellos vinieron en calidad -como dije líneas arriba- en calidad de advenedizos en alguna época del relacionamiento entre culturas andinas y de abajo, pues ambas formaban parte de la frontera Sur del Collasuyu. Por lo tanto, las tareas de complementariedad y reciprocidad entre dichas culturas fue un hecho inexorable e irrefutable. Esos datos no nos debe sorprender, pues no existe pueblo ni cultura puros; todas las culturas, en algún momento de su devenir histórico se “prestan” o “adquieren alguna manifestación cultural de otras culturas”.

El cuándo todos o ambos se entremezclaron y ganaron primacía en desmedro del otro, será parte de un otro y específico trabajo de investigación. Lo que sí podemos asegurar es que, la Fiesta fue celebrada masivamente por la población que vivía en las afueras de la Villa y luego “ingresó” a la Ciudad y tuvo difusión entre sus pobladores. Al respecto, podemos decir que la fiesta en sí, tiene dos caras, dos rostros: el rural, criollo, mestizo; por lo tanto, más genuino y; el urbano, más peninsular. Quizá ello explique la presencia del Erke y la Caja, instrumentos nativos de los andes bolivianos, pues de otra manera no podríamos explicar que, por regla general, las diferentes clases sociales que vivieron en la Villa se segregaron a sí mismas de acuerdo a sus expresiones y manifestaciones culturales y; por lo tanto, también existió la reciprocidad y complementariedad en ese espacio más pequeño que él primero.

Los libros de Historia abundan en relatos sobre los viajes de los hombres, pero nuevos estudios han determinado que acaso sean las mujeres quienes más han diseminado no tan solo sus genes, sino, sus valores culturales y sociales –lingüísticos, gastronómicos, culinarios, religiosos, costumbristas, etc., alrededor del mundo y; los “plantaron”, en todos los lugares donde llegaron y se asentaron. Los autores de los estudios postulan que la razón principal podría ser harto conocida. A través de la historia las mujeres acostumbradas a trasladarse a otras regiones llevaban en su “mochila” muchas de sus expresiones culturales heredadas de sus familias y sus pueblos. En ese contexto, la mujer española y mestiza en general fue parte integral del nuevo espíritu y resultó ser esencial para el asentamiento, difusión y aceptación de la Fiesta. Debemos entender, entonces que mientras un importante porcentaje de la clase media tarijeña no gustaba de la Fiesta o la celebraba en ambientes familiares casi exclusivos, la mayoría la toleraba y se entusiasmaba con ella. En resumen, podemos decir que la Fiesta de las Comadres fue asombrosamente democrática: tanto sus amigos como sus detractores, todos provenían del espectro complejo del sistema de clases sociales de Tarija.

LES COMADRES DE POLA DE SIERO (ASTURIAS, ESPAÑA)

Pero ¿cuáles los orígenes de la Fiesta? Después de un satisfactorio proceso de investigación iniciado a mediados de enero de 1998 a través de notas epistolares dirigidas a España y remitidas a los amigos españoles de Asturias: José Manuel Valdez y Luís Ángel Núñez, realicé innumerables horas de navegación por la Internet y después de muchos intentos, obtuve la información que buscaba: Los Ayuntamientos y pueblos dónde se celebra esta Fiesta están ubicados en muy pocos ayuntamientos del Principado de Asturias, al Norte de España, aunque otros municipios españoles también celebran las Fiestas de Las Comadres y Santa Águeda, que si bien tienen como principales protagonistas a las mujeres, ésta última no posee las características de Les Comadres. Y fueron: el Excmo. Alcalde del Ayuntamiento de Pola de Siero, José Aurelio Álvarez Fernández y; Alcalde e Gijón, Vicente Álvarez Areces, quienes al comprender el objetivo de nuestra cruzada, no dudaron un instante en brindar oportuna respuesta a nuestros numerosos requerimientos. Pero, además, aceptaron gustosos la inicial y preliminar propuesta que les presenté de: primero, gestionar el hermanamiento entre los Municipios de Tarija y Pola de Siero y; segundo, trabajar juntos y lograr que la Fiesta sea declarada por la UNESCO como “Símbolo del Patrimonio Oral de la Humanidad”.

Respecto a la respuesta del Alcalde de Pola de Siero, decía:

El Alcalde Presidente del Ayuntamiento de Siero

Saluda a D. Elías Vacaflor Dorakis y le envía información periodística de los datos solicitados por Ud., relativos a la Fiesta de Les Comadres que se celebra en esta Villa.

José Aurelio Álvarez Fernández aprovecha gustoso esta ocasión para reiterarle l testimonio de su consideración más distinguida.

Pola de Siero, 26 de junio de 1998

La bibliografía producida por Julio Caro Baroja, un importante investigador tradicionalista español fue la que más luces nos dio, porque quedó demostrado documentalmente que la Fiesta de Las Comadres es un verdadero Patrimonio Cultural Intangible de España toda. Según éste, la Fiesta tiene sus raíces en la península, cuando España era una Provincia del Imperio Romano desde el Siglo III antes de Cristo. La Fiesta en sí, coincide con una otra que celebraban los romanos el primer día de cada mes y llamada Matronalia. Como es por todos conocidos, la sociedad romana era eminente y radicalmente patriarcal. Una vez al año, los hombres delegaban el mando en sus esposas y éstas a su vez en sus sirvientas. Así durante un día, las mujeres tenían los mismos privilegios que los hombres y las sirvientas recibían los mismos honores que las esposas, como en la Saturnalia (fiesta dedicada a los esclavos). Ausonio (310 –395), Décimo Magno y Preceptor del Emperador Graciano, relata que la Matronalia también era celebrada por los cristianos. Pero cuando se implantó la religión cristiana, ésta no aceptó esas celebraciones paganas. A partir de ahí, la fiesta derivó en un acontecimiento de carácter marcadamente religioso: La Fiesta de Cumatris, que hace alusión al “parentesco espiritual” que deberá existir entre la madre y la madrina para la felicidad y futuro del “ahijado”.

El Calendario Festivo de Pola de Siero, se inicia con la celebración de la Fiesta de Les Comadres y se completa con la celebración de otras dos fiestas: Los Güevos Pintos y El Carmín. La primera, se desarrolla a partir de la media tarde del jueves antes de Carnaval en torno a reuniones familiares o grupo de amistades y cuyo plato principal son los tradicionales bollos preñaos de chorizos. Según el tradicionalista Caro Baroja, antiguamente ésta fiesta era protagonizada por las mujeres polesas para: “…comadrar o merendar el bollu preñau con chorizo acompañado con sidra, con faldas y a lo loco…”

LAS COMADRES DE TARIJA (BOLIVIA)

En Tarija ni sus alrededores, nadie sabe ni recuerda –a ciencia cierta- cuándo nacieron Las Comadres. Lo que sí podemos asegurar que ésta se la celebra desde tiempos inmemoriales, el jueves antes del Carnaval. En nuestro caso, está íntimamente vinculada al ciclo agrícola (enero, febrero y marzo), y corresponde al verano. Es decir, en torno a las cosechas. Diferentes fiestas en el área rural están distribuidas en Fiestas de invierno, primavera, verano y otoño. La Fiesta de Las Comadres pertenece al ciclo carnavalesco, circunscrito dentro de las Fiestas de Verano o como dirían Lorenzo Calzavarini y Fernándo Arduz Ruiz en su libro Música y Cantos Tradicionales de Tarija (Tarija, 1999), “…la Fiesta está dentro del ciclo fuerte (desde diciembre a junio), y está dedicada a los dioses…”

A pesar de que no existen crónicas y testimonios escritos sobre las características de la Fiesta de Las Comadres, salvo aquellas que mencionan por tradición oral que fue transmitida durante décadas de madres a hijas y; de generación en generación, permitió que éstas permanecieran vivas, especialmente en el área rural del valle, donde su celebración -en un pasado lejano- estuvo circunscrita al vecindario rural donde fue popular y tradicional y; poco a poco fue introduciéndose al ámbito urbano, proceso que tuvo como protagonistas a las señoras dueñas de casa y las chapacas que venían del campo para trabajar como domésticas y; al transcurrir el tiempo, el vínculo entre ambas se fortaleció por la confianza que se generó entre ambas y; de ahí, nació el “compadrazgo” o “comadrazgo” entre el patrón, la patrona y la doméstica y; de por medio, la “madrina” o “padrino” del “ahijado” o “ahijada” que comenzaron a formar parte de la familia. Posteriormente, como ya lo dijimos anteriormente, poco a poco ese vínculo creció y se arraigó entre la población tarijeña y su celebración que estaba circunscrita al ámbito netamente rural y familiar, paso a otros niveles de mayor participación femenina en la Villa o Ciudad. Obviamente, cada “espacio” (urbano y rural), tuvo sus propias características; una, más rimbombantes y; otra, más genuinas y expresivas.

Esta última, estaba representada por el uso de la “sappa” que contenía todos los frutos de la tierra (frutas, hortalizas, etc.) y; también, animales como el chancho, la oveja, el cordero, etc., que eran trasladados hasta la casa de la Comadre que vivía en la misma u otra comunidad e; inclusive, hasta la misma ciudad. Todos los animales eran pintados con colores chillones sobre en las orejas, el lomo o costillas. Los colores elegidos, eran el rosado y rojo.

Pero, Isabelle Combès, gran antropóloga de origen francés, radicada en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), desde hace varios años y muy conocedora del chaco boliviano, publicó varios e  importantes libros. El último de ellos, presentado en la Ciudad de Tarija en el Centro Eclesial de Documentación del Convento Franciscano el 13 de diciembre de 2018 “Viaje en el sur de Bolivia 1845 – 1846” (Santa Cruz, 2018), es una traducción del francés al español del escrito original del sabio inglés Hugues A. Weddell publicado 1851.

Weddell, llegó a la Ciudad de Tarija y; permaneció en ella desde febrero hasta julio de 1846, no sin antes recorrer parte de la actual Provincia O’Connor para cumplir su misión de científico e investigar la rica y exuberante flora y fauna. Durante semanas vivió en calidad de distinguido huésped del Gral. Francisco O’Connor y su esposa doña Francisca “Pancha” Ruyloba Echevarría. De esa manera, tuvo privilegiado y fácil acceso a la vida social de Tarija y; en esa condición, conoció en primera persona las principales y más importantes familias y sus principales expresiones culturales y sociales.

Se vio involucrado –como científico- en el tratamiento de un triste caso de Lepra de un joven miembro de una distinguida familia. Conoció el leprosario de Lazareto y; se sorprendió al conocer la rica y difusa paleontología de Tarija, entre otras interesantes facetas del pueblo tarijeño.

Pero el tema que más lo sorprendió, fue el Carnaval de Tarija. En el escrito de Weddell, en ningún capítulo menciona el hipocorístico “chapaco”, tampoco menciona al “singani”. Por lo tanto, datos muy importantes y; es preciso subrayarlo, pues serán útiles para fines investigativos a posteriori. De esa manera, podemos decir que nuestro apodo –no gentilicio- es tardío; es decir, pudo haber surgido mucho tiempo después de 1846. Y otro temas por demás interesante: el célebre “te invito” que caracteriza a los tarijeños, Weddell nos demuestra que tiene viaje data, pero con otro nombre: obligo.

Sobre el Carnaval, dice:

“…al acercarse la semana del carnaval, Tarija se entrega a un entusiasmo que está lejos de ser la norma en otras épocas del año. Los buenos frailes de San Francisco parecen mirar para otro lado en estos días que los tarijeños dedican por tradición a una larga orgía. En este punto, las demás ciudades de Bolivia, se quedan atrás en comparación con Tarija.

Pero no es necesario estar en los días del carnaval propiamente dicho para ver el inicio de las festividades. Un adelanto de las fiestas tiene lugar diez días antes: se trata del jueves de Comadres, del que no existe ningún equivalente, creo, en Francia.

Al conocer la sociedad de Tarija, sorprende el número realmente desproporcionado de gente que se llaman “compadre” o “comadre”; en vano, se busca a los ahijados. Tuve la explicación en este jueves del que hablé. El hecho es que, para poder tratarse con mayor familiaridad que de costumbre, los jóvenes imaginaron vincularse mediante una especie de parentesco fundado sobre el bautismo de muñecas de azúcar que se venden a tal efecto en las tiendas de la ciudad.

En este jueves de Comadres estaba de visita en una de las mejores casas de Tarija, cuando entró una pequeña “chola”. Llevaba una gran bandeja donde estaba echada una de estas muñecas, rodeada de flores y hojas. Me explicaron de qué se trataba, y recibí y acepté una invitación para asistir a su bautizo. El futuro compadre llegó con un cesto de botellas de licor. Por su parte la comadre también había preparado refrescos. El primer acto de esa locura empezó enseguida. Los actores se disfrazaron como pudieron con todo que estaba a su alcance, para cumplir con sus respectivos roles: uno de cura, los demás de sacristanes, testigos, etc.

En las reuniones que se celebran en Tarija, durante las festividades, se deja a un lado toda ceremonia. Ante las jarras de chicha, la formalidad y la etiqueta dejan paso a la mezcla más íntima. Los vasos circulan sin cesar: rechazar una copa es casi un insulto.

La costumbre algo bárbara que prescribe que, se quiera o no, se debe aceptar todos los licores ofrecidos, se llama “obligo”. Se practica en toda Bolivia, pero en ninguna parte es tan implacable como en Tarija…”

Hasta acá, una lección por demás didáctica. En el ambiente urbano, se celebraba de manera rimbombante y no siempre en cada domicilio; en el mundo rural, era genuina, popular y generalizada y; por lo tanto, las fiestas de Compadres y Comadres siempre fueron celebradas.

En el Valle Central de Tarija, donde existen innumerables comunidades, nuestras fiestas, empiezan faltando 11 días: dos jueves antes, el de Compadres y; un jueves, Comadres. Luego, el lunes celebran el Carnaval en sí; el martes de Albahaca y; por último, el “miércoles de Ceniza”. Desde el día anterior o el mismo día jueves de Comadres, desde horas muy tempranas todas las mujeres u hombres realizan la compra de la “sapa”, “torta”, etc., en los puestos de venta ubicados alrededor del Mercado Central (calles Sucre y Bolívar y Avenida Domingo Paz), para luego de realizar el tradicional arreglo, se trasladan para entregarla en acto público o familiar bajo un estricto ceremonial y protocolo que antiguamente solía realizarse en horas tempranas del día jueves de Comadres en el umbral de la puerta del domicilio de la persona elegida y; enmarcado el ritual en un claro mensaje cristiano, se cristaliza el acto más representativo de la amistad de acuerdo al detalle que describió Mauro Molina Balza: el “parentesco espiritual” que valga la pena subrayar, significará un compromiso de por vida, cuando las dos Comadres después de entrelazar sus dedos meniques y; moviéndolos como un péndulo, finalizan el acto, diciendo: “…Cuma, cumita, todo partirse, nunca enojarse…”

En el caso tarijeño, la preservación de la Fiesta de Las Comadres, una fiesta popular y tradicional, debe significar que hemos decidido acercar el pasado con el presente y éste con el futuro. Para nosotros el futuro de nuestro pasado no debe correr peligro como el presente. Para alcanzar ese objetivo, tenemos que decidir algunos aspectos esenciales: ¿qué vamos a preservar? ¿Quiénes lo harán? Pero para tomar decisiones, debemos corregir nuestro accionar. La máxima de Antonio Machado quizá nos oriente y ayude a actuar: “…todo lo que se ignora, se desprecia y; el que no conoce, no ama…”

Sabemos muy bien que todas las fiestas son iguales, en el sentido que son instrumentos de comunicación. La Fiesta de Las Comadres tiene una especial diferenciación con el resto de las fiestas que conforman el Calendario Folclórico de Tarija: hoy como en el pasado, las mujeres son las principales protagonistas. Quizá por esa razón la Fiesta se mantuvo viva aunque proscrita, oculta y agonizante durante muchas décadas hasta que aquel Carnaval Chapaco de 1982 cuando un grupo de mujeres del histórico y tradicional barrio de El Molino la sacó de la “petaca de los recuerdos” y la recuperó para la memoria y el disfrute colectivo del pueblo. Para la posteridad, adjunto los nombres y apellidos de estas nuestras mujeres que reunidas en el domicilio de Estela Esper Valenzuela, dieron un paso inédito que –sabiéndolo o no- cambiaron el rumbo de la historia de la fiesta y; con su esmero y bullicio, decidieron celebrar la Fiesta de Las Comadres tal cual lo hacían todos los años pero en pequeños grupos de amigas. Pero ese año, tomaron una decisión por demás “liberal y radical”: salir y tomar las calles de Tarija y; dirigiéndose desde la misma Plazuela Uriondo hasta la Plaza Luis de Fuentes y Vargas portando en sus cabezas las célebre Canasta de Comadres, al son de una pequeña banda de música.

Desde ese verano y Carnaval de 1982, ese reducido grupo de féminas logró -tomar literalmente las calles tarijeñas- y romper un esquema adormecido y definido por una sociedad ortodoxa, conservadora, que durante décadas y a través de las familias e instituciones mantuvieron bajo el código social imperante, sea social y religioso, y el letargo de las normas sociales y tradiciones familiares.

De esa manera, nuestra Fiesta desde ese año y con el apoyo sucesivo y decisivo de los entonces HH. Alcaldes Municipales de la Ciudad de Tarija, Víctor Calabi Leytón y Oscar Zamora Medinacelli y las Directoras de Turismo y Cultura del Municipio de la Ciudad de Tarija: Eliana Gainsborg de Meyer, Nancy Aparicio de Handam, Luz de Aparicio, María del Rosario Vacaflor Lahore, Rosario Peñarrieta Salinas, Edmundo Ávila y otros, ha sido visibilizada no tan solo a nivel local, sino, nacional e internacional.

LAS COMADRES DEL BARRIO DE EL MOLINO

Corría el año de 1982. El Carnaval Chapaco iba a cambiar de cara y motivación. Un grupo emergente de féminas del emblemático y colonial Barrio de El Molino, reunidas como solían hacer todos los años, decidieron darnos una grata como enorme sorpresa. Estando celebrando la Fiesta de Las Comadres, en el domicilio de una de sus queridas amigas, Estela Esper Valenzuela (calle La Madrid, Plazuela Uriondo), decidieron salir al son de una pequeña orquesta criolla portando sus “canastas y tortas” y; con el bullicio del caso, se dirigieron a la Plaza Luis de Fuentes y Vargas, donde ante la sorpresa, sonrisas y aplausos de los espectadores, dieron algunas vueltas y retornaron a su sede. Habían plantado en el corazón de las mujeres la semilla de la rebeldía. Esas coterráneas nuestras, ese reducido número de “molineñas”, dieron inicio a la difusión y nueva promoción de la Fiesta de Las Comadres de Tarija. A partir de ese año, las mujeres de toda la Ciudad de Tarija se organizaron en grupos y; poco a poco y sistemáticamente se adueñaron de las calles.

El jueves 18 de febrero de 1982, se reunieron: Estela Esper Valenzuela, Carmen Julia Vargas Flores, Mercedes Magnus Ibáñez, Zaida Montero Cortez de Puca, Rosario Romero Arancibia, Ana María Vargas Flores, Margarita Vargas Flores, Bertha Valenzuela de Esper, Sara Esper Durán, Isabel Magnus Ibáñez, Gladys Esper Durán, Diosmira Magnus Ibáñez, Mary Vargas Flores, Julia Avendaño, Cristina Bazán Smith, Gloria Bazán Smith, Yolanda Mendoza Sánchez, Janeth Esper Valenzuela, Norma Cortez Orellano y Maudeth Mendoza Sánchez.

La venta de “canastas”, “tortas”, frutas, etc., se incrementó significativamente para beneficio de la gente del área rural que comenzó a traer sus productos desde Comunidades rurales cercanas para la época del carnaval, más frutas y otros productos, se fabricaron artesanalmente más “canastas”, más “tortas”. Pero lo que más creció, fue el sentimiento para “apropiarse de la fiesta”. Las autoridades prefecturales y municipales, apostaron por este nuevo producto cultural y turístico. Renació y se fortaleció nuestra identidad cultural, gracias al aporte individual y colectivo de hombres y mujeres del campo y la ciudad: chapacos de una sola pieza.

LAS COMADRES DEL BARRIO DE SAN ROQUE

El Barrio San Roque, otro de los espacios más significativos y nostálgicos de la historia social colonial de Tarija, el segundo de los barrios que nació como tal, pues desde el tiempo de la colonia, allá por el Siglo XVIII ya contaba con su propia Capilla bajo la advocación de dicho santo. Con esa mística, el 6 de febrero de 1986 nació a iniciativa de las Señoras Gloria Gamarra Orellana, Emma Monzón Villarroel, María Valenzuela, María López Iriarte y Orlanda Benítez de Zenteno, el grupo de Las Comadres del Barrio de San Roque. La primera fiesta, se realizó en el domicilio de Ciro Pablo Palacios Aparicio, más conocido como el Cumpa Payenta, emblemático personaje de San Roque. El domicilio quedaba en la calle Cochabamba entre Gral. Bernardo Trigo Espejo y Gral. Narciso Campero Leyes. El grupo, al son de una orquesta citadina y luego de elegir a la Primera Comadre a María Rosario Vacaflor Lahore, dispuso salir y dirigirse a la Plaza Luis de Fuentes y Vargas. En su recorrido, bailaron cuecas frente al frontis de la Iglesia San Roque y altivas se dirigieron a la plaza principal y; de retorno a su sede, lo hicieron por la calle Sucre: Emma Monzón Villarroel, María del Rosario Vacaflor Lahore, Gloria Gamarra Orellana, Orlanda Benítez de Zenteno, María Valenzuela Aparicio, María López Iriarte, Emérita Díaz Cardozo, Lía Rengifo Paz, Zoila Flores de Arandia, Elsa Núñez Aparicio, María Salomé Cabezas Pizarro, Lucia Mogro Sandoval, Pilar Baldivieso Mogro e Isabel Gandarillas Martínez.

Y durante la gestión del Dr. Oscar Daniel Zamora Medinacelli como H. Alcalde Municipal de la Ciudad de Tarija, el Carnaval Chapaco 1994 recibió todo el apoyo institucional para que la Fiesta sea proyectada y reconocida a nivel local, nacional e internacional y forme parte esencial del sentimiento carnavalero y tarijeñista. Ese año se armó por primera vez una tarima (especie de Palco Oficial), en la Plaza Luis de Fuentes y Vargas para ver por primera vez la Entrada de varios grupos de Comadres el jueves 10 de febrero de 1994.

Constatando que Las Comadres de San Roque era el la más organizada, me dispuse a inicios de 1998 realizar este primer trabajo de investigación etnológica sobre esta fiesta popular tarijeña. El trabajo La Fiesta de Las Comadres – Cultura Viva”, cuyos detalles los ofrecí en los primeros párrafos de este trabajo y; que posteriormente fue presentado en tres importantes cónclaves a nivel nacional e internacional:

  1. XIII Reunión Anual de Etnología – Museo Nacional de Etnología y Folklore (La Paz, agosto de 1999)
  2. Curso Taller “Gestión del Patrimonio Cultural con especial énfasis en el Patrimonio Cultural Oral e Intangible y en la Cultura Tradicional y Popular”. Universidad Técnica de Oruro /UTO), y Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO (Oruro, septiembre de 2001) En esta oportunidad recibimos la mayor ponderación de Yves de La Goublaye de Menorval, Representante de la UNESCO en Bolivia.
  3. Tercera versión “Somos Patrimonio” del Concurso Internacional convocado por el Convenio Andrés Bello con sede en la Ciudad de Bogotá (Colombia, diciembre de 2001): “Experiencias en Apropiación Social de Patrimonio Cultural y Natural para el Desarrollo Comunitario”, habiendo obtenido el Cuarto Lugar y logrado una “Mención” por parte del Jurado Internacional, como: “Una Fiesta mestiza con creciente arraigo popular y perspectiva de Género”.

REIVINDICACIÓN FEMENINA: MÁS Y MAS GRUPOS DE COMADRES

El año de 1987, prosiguiendo con la política de ampliar el horizonte de participación social femenina y consolidar la Fiesta, un grupo de señoras de diferentes edades y barrios de nuestra ciudad, consecuentes con los postulados del grupo de Comadres Molineñas de 1982, decidieron la creación del Grupo Ayuda y Amistad. Las reuniones solían realizarse en varios domicilios, pero ese jueves 26 de febrero de 1987 fue la anfitriona la comadre Wilma Videa de Navajas (calle La Gral. Gregorio Araoz de La Madrid entre Gral. Trigo y Gral. Sucre, hoy Restaurante El Marques), en la Plaza Luis de Fuentes y Vargas). El grupo, estaba conformado por las siguientes personas: María Esther Ance de Márquez, Eliana Gainsborg de Meyer, Violeta Peredo de Arce, María Mealla de Arancibia, María Luisa Márquez de Pacheco, Chichina Zamora de Barzón, Yola Araoz de Colodro, Blanca Lenz de Virreira, Gloria Lema de Gabriel Arana, Wilma Videa de Navajas, Rebeca Arellano de Pérez, Nedy Borda de Casso, Betty Pantoja, Marina Rollano de Chamas, Dora Pantoja de Campero, Herlinda Verdún de Quiroga, Ana María Trigo de Mealla, Ely Aguirre de Campero, Coqui Saavedra de Durán, Teresa Durán de Canedo, Elena Colodro de Burry y Wilma Zambrana de Sánchez.

Las razones que me impulsan a lograr; primero, la conciencia de los tarijeños por su patrimonio y; segundo, a preservar y salvaguardar el mismo. Ello, tiene que ver con los flujos y corrientes migratorios y sus propios valores culturales que hoy presionan, no tan sólo a la Fiesta de Las Comadres, sino, sobre muchas otras del Departamento de Tarija. Causas exógenas y endógenas están erosionando la esencia de las fiestas tarijeñas. Los flujos y corrientes migratorias interregionales e interdepartamentales que desde 1985 llegaron hasta Tarija, quizás sean la mayor preocupación. Pero también y sin duda, la globalización sea la más perversa. De una u otra manera ambas están alineando a nuestros hijos. A ello, debemos agregar que el elevado consumo de bebidas alcohólicas y sus efectos nocivos y; el creciente mercantilismo, están tergiversando la esencia de la Fiesta de Las Comadres.

A mi entender, tres elementos deben preservarse. El valor y significado cristiano y espiritual de la fiesta en sí; la “torta” como expresión material del “Cuerpo de Cristo” y profundo sentimiento de solidaridad, reciprocidad y respeto mutuos y; el rol de la mujer, como protagonista esencial de esta celebración. Por esa razón, celebramos jubilosamente que hayan sido las propias mujeres de los dos Barrios más antiguos y emblemáticos de la Ciudad de Tarija: El Molino, ubicado al Oeste y; San Roque, al Norte y; las localidades de San Lorenzo o Tarija La Vieja y La Concepción, las más antiguas poblaciones del área rural las que mantengan viva una tradición y que gracias al aporte familiar y su silencioso trabajo, hayan permitido mantener viva la Fiesta de Las Comadres, verdadero testimonio del Patrimonio Cultural Oral de Tarija.

REPOSTERÍA Y ARTESANÍAS POPULARES EN LA FIESTA DE LAS COMADRES

Como testimonio de un merecido y público agradecimiento, considero que debemos mencionar a aquellas obreras de la tradición tarijeña. En primer lugar, señalar que hemos obtenido una única y más antigua foto que data de febrero de 1902 y el relato de Cira Miranda Saavedra, hija de Damián Miranda y su esposa Victorina Saavedra de Miranda cuando ambos vendían “Tortas de Comadres” cuya elaboración y estética, eran muy diferentes a las actuales “tortas”.

Nuestras actuales artesanas, son: Mercedes Suárez de Sandoval(+), Nora Sibila de Suárez, Juana Pereira, Cecilia Sandoval(+), Herminia Figueroa Sandoval, Domitila Jaramillo (San Lorenzo), Raquel Pérez de Bejarano (La Pampa), Dominga Hoyos de Armella(+), Celia Armella Hoyos, Justina Suárez Rueda, Patricia Cortez Iñiguez, Cristina Valdez de Suárez, Flavia Mancilla, Margarita Figueroa de Morales, Hortensia de Molina, María Tejerina, Benita Díaz de Velásquez y otras muchas más que lamentablemente fallecieron.

Las tortas de antaño tenían el resultado de una exquisita como sencilla preparación propia de la repostería popular. Las “tortas” están preparadas con harina, agua, levadura, huevo y azúcar. Están siempre adornadas con rosas pascuas (Tagetes erecta L.), flor comadritas (Zinnia peruviana L.), y ramitos de albahacas (Ocimun basilicum L.), ejemplos de la flora más tradicional de Tarija; luego, se añaden las comúnmente llamadas masitas, la más fina respostería popular tarijeña, hechas de harina de maíz y rellenadas con dulce de lacayote; suspiros y pequeños caramelos de azúcar, que hechos a mano, adquieren la forma de aves en diferentes colores, preferentemente el rojo, el rosado y el blanco. Además, están adornadas con pequeñas servilletas que asumen las formas de banderitas. Serpentinas, mistura y pequeños globos, son parte importante de la simbología que tiene esta Fiesta. Además, deberán, las “tortas” estar acompañadas y enriquecidas con productos de las huertas tarijeñas como: papa (Solanum tuberosum L.), cebolla (Allium cepa L.), zapallos (Cucurbita maxima Duch), choclos (Zea mays L.), duraznos (Prunus persica Batsch), racimos de uva (Vitis vinifera L.), lacayotes (Cucúrbita fisifolia Bouché), queso, nueces (Juglans regia L.), y otras frutas.

La «torta» y los productos necesarios para la canasta familiar, deberán estar dentro de una “Sappa” (palabra aymara que significa “canasta”), artesanalmente tejida en el área rural de Tarija con caña hueca de Castilla (Arundo donax L.), y cuya base y armazones, son de varas de membrillo (Cydonia oblonga Mill), o de molle (Schinus molle L.). Esta particular forma de expresar respeto, aprecio, simpatía y verdadera amistad, culmina, cuando las personas elegidas aceptan y se comprometen a comulgar respeto, solidaridad y a llamarse a partir de ese día: Comadres.

Según Mauro Molina Balza (+), el ceremonial de antaño empezaba el día jueves de “Compadre”. Las mujeres enviaban una “torta” adornada con flores, albahacas, serpentinas y banderitas, además, de un pavo relleno o un chanchito al horno o un cordero vivo pintado y envuelto en serpentinas y enflorado. El jueves siguiente o de Las Comadres, el Compadre debía devolver la gentileza, enviando a La Comadre la “canasta” y la “torta”. Además asevera que el momento más importante era aquél cuando ambas personas, entrelazando y moviendo pendular y rítmicamente sus dedos meñiques, repetían al unísono: “…cuma, cumita, todo partirse, nunca enojarse…”. A nuestro entender, éste es y se constituye por sí mismo, el momento más significativo e importante de la Fiesta de Las Comadres. Ahí nace el parentesco que ha de durar muchos años y formará parte esencial de La memoria y el patrimonio familiar.

Por su parte, Edmundo Ávila Moreno, señala que, la “torta” deberá tener dos formas: de “corazón”, cuando quién la obsequia es la mujer y el destinatario un hombre; “redonda”, cuándo el hombre hace el presente a una mujer. Por supuesto que ello no siempre se respeta a pesar de sus particulares significados. En la actualidad, el momento más representativo de la Fiesta es aquél, cuando todas las mujeres, sin distinción de clases, religiones y edades, se reúnen a partir del mediodía o media tarde del día jueves en sus respectivas barras o clubes, con el objeto de organizarse y celebrar el acto más significativo que se realizará en horas de la noche. Vestidas a la usanza de la mujer campesina, miles de mujeres, miles de Comadres se adueñan -literalmente-, de todas las calles de la Ciudad y desde diferentes barrios de la ciudad, se dirigen a la Plaza Principal Luis de Fuentes y Vargas al son de la inconfundible e insustituible interpretación de dos instrumentos musicales propios de la región, la época y la Fiesta: la caja y el erke y bandas de música, para iniciar el Programa Oficial del Carnaval Chapaco elaborado por el Gobierno Municipal, que a partir del año 1999, se eligió a la Comadre más “chura” y linda, que junto a la Reina del Carnaval Chapaco serán la fiel expresión del carácter y la belleza de la mujer tarijeña. Luego, retornaran a las sedes de su barra o casas particulares para continuar la Fiesta sin la participación de los hombres. Es el día de las mujeres, es el día de Las Comadres.

LA ORGANOLOGÍA DE LA FIESTA DE LAS COMADRES

Es el estudio de los instrumentos musicales en lo referido a su historia, función social, diseño, construcción y forma de ejecución. La labor de los estudiosos de los instrumentos en la historia de la música ha sido fundamental, pues gracias a un minucioso esfuerzo se conoce ahora valiosa información sobre cómo interpretar y cómo construir instrumentos (luthería)

Los instrumentos folclóricos son bienes culturales que forman parte de la cultura material de un pueblo. Se define a los instrumentos provenientes del folclor como el conjunto de bienes de consumo indirecto que sirve para la producción, creación y proyección de la vida cotidiana de un pueblo. En virtud de ello, las personas requieren estos bienes, los seleccionan, se “apropian” de ellos y les dan un sentido en el contexto de la tradición local.  Gracias a este proceso, el instrumento folclórico permite la generación, intercambio y homogeneización de formas de conducta y comunicación en un grupo (de forma transitoria) o comunidad folclórica. La Organología acostumbra a clasificar a los instrumentos folclóricos en cuatro grandes categorías:

•          Aerófonos (instrumentos de viento)

•          Cordófonos (instrumentos de cuerda)

•          Idiófonos (vibración del cuerpo del objeto)

•          Membranófonos (vibración por membranas o cueros)

En ese entendido, la investigación sobre la Fiesta de Las Comadres estaría incompleta si no incluyo detalles referidos a los instrumentos musicales: la Caja y el Erke.

Con esas fuentes y otras que obtuve de archivos lejanos, constaté que muy pocos pero significativos testimonios evidencian la continuidad musical de los Imperios Colla-Aymara e Incásico-Quechua en diversos sitios, especialmente en la zona andina y muy pocos en los valles del Departamento de Tarija, donde además de la toponimia y numerosos hallazgos arqueológicos -no inventariados ni catalogados debidamente por profesionales- también nos ayudarán a sustentar la presencia epidérmica y corta en tiempo de culturas andinas como la Tiwanacota y Aymara desde tiempo anterior a Tupac Inca Yupanqui, quien a partir de 1471 con poderosos ejércitos sometió a los pueblos Aymaras y; éstos, poblaron algunos lugares de los valles de Tarija con los Copiapó tomatas y churumatas desde tiempos difíciles de precisar, aunque algunos señalan a inicios de 1480. Luego el Inca ordenó la construcción de varios Pukaras (recintos militares), en el Valle de Tarija y frontera con los Chiriguanaés, más concretamente en El Saire, Marquiri, Tomatas Grande, Caraparí, Quiska Cancha y otros bajo la administración de un jerarca inca traído del Cusco para organizar la defensa de sus instalaciones y poner fin a los ataques de los indios del chaco que frecuentemente ingresaban, amenazaban y diezmaban las posesiones quechuas. En todo caso, interesa decir que fue Tupac Inca Yupanqui el primero de los Incas que ingresó a los llanos del Chaco Boreal tarijeño, fue quién bautizó Chiriguano al hombre de la etnia Tupí-Guaraní que en 1524 en una cantidad que superó los cuatro mil indígenas –según las crónicas de la época- y al mando del náufrago portugués Alejo García partieron desde el puerto del Pato o Santa Catalina en la costa del Brasil en 1524 rumbo a la tierra del Rey Blanco Incas), arribando a las inmediaciones del Valle de las Salinas (Municipio de O’Connor en el Departamento de Tarija), y otros territorios de Chuquisaca y Potosí a finales del mismo año y; que después de someter violentamente -por medio de sus “malocas”- a los originarios del actual chaco boliviano y tarijeño respectivamente, los llamaron Chane o esclavos y; posteriormente, se emparentaron con las mujeres de los vencidos; y fruto de ello, a lo largo de un largo proceso, nació la Gran Nación Chiriguana.

Por su parte, también los españoles introdujeron sus propios instrumentos musicales. El violín, instrumento cordófono, que también fue muy utilizado durante las festividades propias del calendario religioso del Departamento de Tarija.

LA CAJA

Es un instrumento de percusión o membranófono. Su altura varía entre los 9 y 15 centímetros y el diámetro entre 30 y 40 centímetros.

El «cuerpo» o «marco» es fabricado con madera blanda de sauce, cardón o pino. Con hacha, sierra y cepillo, se obtiene un delgado listón que luego de sumergido en agua, se ablanda y arquea hasta obtener la forma redonda. Sus extremos son unidos con cola y clavos. Finalizado el trabajo del armado, el marco es a veces decorado con coloridos diseños. Para los dos «parches», se emplea la “panza’i vaca”, es decir, la membrana interna del estómago del vacuno, que una vez desprendida, se lava con agua y jabón para que se ablande y adquiera un aspecto transparente. Esta operación deberá realizarse los días martes o viernes, pues según los artesanos, sólo así se obtendrá una Caja sonora.

A través de grandes puntadas de hilo, cada membrana se sujeta por el borde a un anillo confeccionado con una delgada tira de caña que recibe el nombre de “arquillo”. Cada «arquillo» se fija a uno de los bordes del «marco», que ciñe, alternadamente, uno y otro “parche” y marcha en zig-zag hasta dar vuelta entera al «marco». Pequeñas presillas de cuero rodean, cada una, dos hilos y al desplazarlas tensionan los «arquillos» que permiten estirar los «parches». Suspendida de una mano a través de una manija de cuero o hilo, el ejecutante, hombre o mujer, percute el «parche» con la “wajtana” o palillo con mango de madera, que termina en una pelotita de lana forrada con tela. La «wajtana» está sujeta a la manija por medio de un hilo o cordón. El «parche» posterior está atravesado por una cuerda de crin trenzada, denominada “chirlera”, que le da al instrumento una sonoridad singular al vibrar cuando se golpea la otra membrana.

En el «aro» realizan los artesanos un pequeño orificio que denominan “oído” por el que insuflan aire al interior del instrumento antes de utilizarlo. Así humedecen los «parches» e impiden que pueda reventar la «caja» por causa del calor y el clima seco. En la zona andina del país es llamada «wancar», palabra Quechua que señala la presencia de dos membranas que se percuten con una baqueta o «wajtana».

EL ERKE

Es una palabra quechua que significa “llorón”. Es un instrumento de viento o aerófono. Es del tipo de clarinete rústico. Los artesanos, hacen siempre el pabellón con un cuerno vacuno, cuyas paredes adelgazan raspándolas con un cuchillo o un trozo de vidrio. El extremo más angosto se agujerea para introducir la boquilla o “pajuela” que es un pequeño tubo de caña de Castilla, de unos 10 centímetros de largo por uno de diámetro, con uno de los extremos cerrado por el tabique que forma el nudo, al que se le practica con un cuchillo una incisión hasta poco más de la mitad para obtener una estrecha lámina que cumple la función de lengüeta batiente. Por último suelen lustrar el pabellón con aceite y polvo de ladrillo para obtener un acabado brillante. El erke se sostiene con una mano, mientras que con la otra percute la Caja para acompañar la “rueda” (baile mixto), de Carnaval en las área rural (andina y valles del Departamento de Tarija)

El desafió más importante que tuvimos, fue elaborar la Ponencia de la Fiesta de Las Comadres de Tarija – Cultura Viva para presentarla al Convenio Andrés Bello (Colombia, Bogotá), que nos habían invitado para participar del III Concurso Internacional “Somos Patrimonio”. Lo hicimos, confiados en la riqueza de nuestra expresión cultural y; seguros de obtener algún premio.

La nota oficial remitida desde La Paz, decía:

La Paz, 25 de febrero de 2002

Señor Elías Vacaflor Dorakis

Presente.-

Señor Vacaflor

Tengo el agrado de dirigirme a Usted , a objeto de acusar recibo de su nota N° 029 de fecha 18 de febrero pasado, mediante la cual se refiere al Acta del Jurado del Tercer Concurso Internacional “Somos Patrimonio”, evento convocado por el Convenio “Andrés Bello” y; en el que el trabajo “Comadres Tradicionales de San Roque” obtuvo una Mención Especial.

En ese sentido, con el ánimo de promocionar la cultura, l área de Comunicación de la Secretaría Ejecutiva del Convenio “Andrés Bello” (SECAB), nos hará llegar la documentación correspondiente a la Cuarta versión “Somos Patrimonio” que será difundida por el Instituto Internacional de Integración (III), a todas las Prefecturas de los nueve departamentos de Bolivia a través de sus respectivas Unidades de Cultura y Turismo, información que le haremos conocer oportunamente  fin de contar con la participación del Departamento de Tarija.

Con este motivo, hago propicia la oportunidad de saludar a usted cordialmente.

Lic. Eunice Vedia de Heins

DIRECTORA EJECUTIVA a.i.

INSTITUTO INTERNACIONAL DE INTEGRACIÓN

Sin embargo, el momento más importante fue conocer el tenor de la nota remitida por la misma Directora Ejecutiva del Instituto Internacional de Integración (III), dirigida al Señor Prefecto de Tarija.

La Paz, febrero 4 de 2002

D.E. 081/2002

Al Señor

Ing. Oscar Vargas Molina

PREFECTO DEL DEPARTAMENTO DE TARIJA

Tarija

Señor Prefecto

Por intermedio de la presente me dirijo a Usted a objeto de hacerle conocer el Acta del Jurado del Tercer Concurso Internacional “Somos Patrimonio”, convocado por el Convenio Andrés Bello.

Es para nosotros halagador que el Jurado haya destacado en forma especial el carnaval Chapaco, Las Fiestas de Las Comadres, presentado por Elías Vacaflor Dorakis, Director de la Unidad de Cultura y Turismo de la Prefectura de Tarija y la Agrupación Comadres Tradicionales de San Roque, otorgándoles una mención.

A tiempo de felicitar a la Prefectura y; por su intermedio al autor y Director de la Unidad de Cultura y Turismo, reitero a Usted las seguridades de mi más alta y distinguida consideración.

 Lic. Eunice Vedia de Heins

DIRECTORA EJECUTIVA a.i.

INSTITUTO INTERNACIONAL DE INTEGRACIÓN

Semanas después, recibimos la invitación y Convocatoria para participar del Cuarto Concurso Internacional “Somos Patrimonio” cuyo plazo fenecía en septiembre de 2002. Lo hicimos con la Ponencia La Fiesta de San Roque y Los Chunchos Promesantes habiendo logrado que en otras latitudes de nuestra América conozcan cuáles nuestras expresiones culturales, habiendo obtenido un reconocimiento y; cuyos resultados, fueron presentado en Tarija ante el Comité Organizador y Chunchos Promesantes en la Parroquia de San Roque a fines de noviembre de 2002.

Pero nuestra tarea no había concluido, sino, constatamos que debíamos trabajar más aún en estrecha coordinación con los medios de comunicación de Tarija y otros del interior. De esa manera, durante los años 2012 y 2013 a través del Programa Independiente de cultura e historia Crónicas de Tarija bajo mi dirección, logramos entrevistas en directo a través de Radio Guadalquivir con autoridades del Municipio de Pola de Siero (Asturias, España), para expresar nuestro orgullo, socializar y visibilizar nuestra fiesta a nivel internacional ante nuestros pares de ese hermano Ayuntamiento español.

Hoy, transcurridos los años, La Fiesta de Las Comadres de Tarija se exhibe emblemática e icónica y se manifiesta revitalizada año a año ante el mundo como Patrimonio Cultural Intangible de la República de Bolivia por Ley 3370 de 14 de marzo de 2006 fruto de un Proyecto que Ley que mi persona presentó a inicios de 2004 al H. Congreso de Bolivia a través de los HH. Diputados Nacionales por el Departamento de Tarija, Rodrigo Paz Pereira y Martha Humérez Ruiz, no sin antes haber registrado nuestro trabajo el año 2000 en la Dirección de Derechos de Autor, Unidad dependiente del Viceministerio de Cultura (Oficina del Repositorio Nacional, Depósito Legal 9-2-2-65-00)

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Y HEMEROGRÁFICAS

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“VIDA Y VIRTUDES DEL VENERABLE MÁRTIR P. JULIÁN DE LIZARDI DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS” Padre Pedro Lozano, de la misma Compañía. Salamanca, 1741.

“DESCUBRIMIENTO Y TRASLADO DE LOS RESTOS DEL VENERABLE P. JULIÁN DE LIZARDI (DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS), POR EL PRESBÍTERO KENELM VAUGHAN” Librería de Subirana. Barcelona, 1900

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REVISTA “FOLKLORE – FOLKLORE” La Paz, 1981

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«MÚSICA Y CANTOS TRADICIONALES DE TARIJA». Lorenzo Calzavarini y Fernando Arduz Ruiz. Tarija, 1999

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Elías Vacaflor Dorakis.

RESUMEN EJECUTIVO REMITIDO A DIVERSAS AUTORIDADES DESDE 2009

Argumentos de orden histórico, cultural, sociológico y etnológico que avalan la decisión de postular, a través del Ministerio de Culturas del Estado Plurinacional de Bolivia ante la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia y la Educación (UNESCO), para que en consideración de dichas razones, la Fiesta de Las Comadres de Tarija, sea DECLARADA como “PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL DE LA HUMANIDAD”

La investigación etnológica desarrollada desde 1997 hasta 1998 y; la presentación de la misma en XIII Reunión Nacional de Etnología (MUSEFF, La Paz, agosto de 1999), fue la primera en ser objeto de estudio y trabajo vinculado a una fiesta popular tarijeña y; también presentada a invitación de la Universidad Técnica de Oruro y la UNESCO en la Ciudad de Oruro (septiembre de 2001). A sugerencia de varios investigadores y; estimulado por la experiencias obtenidas, el trabajo fue presentado al Tercer Concurso Internacional “Somos Patrimonio” organizado y auspiciado por el Convenio Andrés Bello con sede en la Ciudad de Bogotá (Colombia, 2001). Luego de la evaluación respectiva el Jurado Internacional compuesto por meritorios y connotados investigadores del ámbito cultural de América Latina, la ponencia de Tarija junto a los 194 trabajos postulados y remitidos desde todos los países signatarios del Convenio, la investigación “La Fiesta de Las Comadres – Cultura Viva” ocupó el cuarto lugar y Mereció un RECONOCIMIENTO ESPECIAL porque el trabajo refleja “…como la puesta en valor de una fiesta mestiza con creciente arraigo popular y perspectiva de género…”

Es decir, el Jurado Internacional conformado por Milagro Gómez Blavia, Juan Luis Isaza Londoño y Carlos Juan Moneta, valoró todos los argumentos esgrimidos (reportajes, fotos, vídeos, etc.), que permitieron explicar que la Fiesta de Las Comadres de Tarija es una expresión incuestionable de la tradición oral, por cuanto, está presente en la vida de los pueblos del valle tarijeño desde el período colonial y sobrevivió durante el republicano por la transmisión de generación en generación de todos sus caracteres internos y externos.

Entonces, el premio y reconocimientos logrados, se constituyeron en el primero que recibía una fiesta popular tarijeña en el ámbito internacional. Este hecho, por demás importante significó la decisión de continuar trabajando para que nuestra fiesta sea reconocida por el Estado nacional como Patrimonio Cultural Intangible de la República de Bolivia en 2006.

Es decir, una expresión cultural adormecida durante décadas que solamente era celebrada por pocas mujeres en el ámbito urbano y rural de Tarija como herencia dejada por los pobladores españoles y sus familias desde inicios del siglo XIX aproximadamente, fue motivo para que un grupo de comadres del célebre Barrio El Molino el año de 1982 haya decidido “salir” de las cuatro paredes y exhibirse ante el pueblo con un pequeño grupo de doce parejas de mujeres y trasladarse hasta la Plaza Luis de Fuentes y Vargas portando la “sappa” y la “torta” al compás del erke y la caja interpretados por nuestros campesinos. En la actualidad, la fiesta aglutina a más de 8000 comadres que conforman más de 40 grupos que representan a diferentes barrios, localidades y grupos de féminas de diferentes edades, sin distinción de clases sociales ni económicas y de distintos lugares del interior y exterior del país.

Por esas y otras razones, nació la idea de investigar los orígenes de la fiesta y buscar mayores datos referidos a esta expresión del pueblo tarijeño. Y grande fue nuestra sorpresa al obtener abundante bibliografía en España por el envío que hicieron desde diferentes Ayuntamientos y organizaciones a las cuales acudimos en busca de referencias sobre esta gran manifestación que encabeza el Calendario Festivo de España. Sobresalen los aportes de los Ayuntamientos de Pola de Siero (Asturias), Zamora, Jaén, etc. El aporte bibliográfico del connotado etnólogo español Julio Caro Baroja fue esencial para nuestros objetivos y poder entender y comprender a profundidad la fiesta y sus connotaciones históricas, de género, sociales y culturales.

Ya lo dijimos líneas atrás, la Fiesta de Las Comadres, tuvo orígenes precristianos y la península ibérica fue su cuna y; desde allí, fue diseminada por todo el continente americano a través de hombres y las pocas mujeres que autorizadas por la Corona española llegaron a territorio americano a partir de 1492 y participaron junto a sus esposos y/o compañeros paralelamente a todo el proceso del descubrimiento y conquista. Es decir, cuando España formaba parte del Imperio Romano en el Siglo III, allí las tropas romanas celebraban dos fiestas dedicadas a la mujer: la Saturnalia y Matronalia.

Estas fiestas eran mundanas y pecaminosas, criticadas por las primeras comunidades de cristianos que luego lograron el surgimiento de la Fiesta de Cumatris con un alto sentido moral y de solidaridad, donde el motivo central de la Fiesta es el pan como Cuerpo de Cristo y; las protagonistas, las mujeres. De esa manera nació la Fiesta de Las Comadres en el siglo III de nuestra era. La fiesta fue traída a nuestra América por los conquistadores y sus esposas y mujeres que se encargaron de diseminarla en todo el vasto territorio descubierto y conquistado –desde México hasta la Patagonia- a través de la tradición oral y donde se fue arraigando de acuerdo a sus posibilidades y se mantuvo con sus propias características que la diferencian de uno a otro pueblo.

En la actualidad, y luego de superar varios escollos desde 2001 la Fiesta de Las Comadres tomó carta de ciudadanía y; si bien no es una celebración carnavalera, es la mayor expresión del Carnaval Chapaco. De esa manera, en marzo de 2004 mi persona presentó un proyecto de Ley ante los Diputados por el Departamento de Tarija Rodrigo Paz Pereira y Martha Humérez, para su consideración, presentación, aprobación y promulgación. Paralelamente a esas gestiones, hicimos los esfuerzos necesarios para tomar contacto personal con sucesivos Alcaldes del Ayuntamiento de Pola de Siero y; en todos, se logró el apoyo para que de ser posible, la UNESCO España y Bolivia consideren dicha postulación de manera conjunta o individual de Bolivia y España respectivamente.

Desde la promulgación de la Ley 3370 de 14 de marzo de 2006, que señala: Art. 1º: Se declara a la Fiesta de Las Comadres de la Ciudad y Departamento de Tarija, como Patrimonio Cultural Intangible y Oral de la República, todos los años hemos mantenido una saludable comunicación con las autoridades municipales del Ayuntamiento de Pola de Siero. Pero por razones que no vale la pena mencionar, estas iniciativas fueron adormecidas desde 2010 y las hemos retomado durante los años de 2015 y 2016. Sin embargo, ese año personalmente me dirigí al Delegado de la UNESCO en Bolivia a través del Ministro de Estado en la Cartera de Educación para que interponga sus buenos oficios y viabilice las gestiones ante el Ministerio de Culturas y la representación de la UNESCO en Bolivia para que podamos desarrollar todas las gestiones tendientes a alcanzar nuestros objetivos.

En una primera instancia, en fecha 26 de marzo de 2009 remití una nota al Señor Ministro de Educación, Ing. Roberto Aguilar. En fecha 15 de abril del mismo año, el Ministro Aguilar remitió una nota al Señor Pablo César Groux, Ministro de Culturas, adjuntando copia de la nota, el Marco Histórico y la solicitud nuestra solicitando coadyuvar a desarrollar las gestiones pertinentes para la elaboración de las Carpetas respectivas sobre la Fiesta de Las Comadres e iniciar los trámites para la solicitud de Declaratoria ante la UNESCO.

En fecha 4 de junio de 2009 la Lic. Lupe Meneses Peña, Jefa de la Unidad de Catalogación y Museos del Ministerio de Culturas (Bolivia), remitió el Informe INF UNACAT 059/2009 a la Lic. María Esthela Varga Gareca, Viceministra de Interculturalidad del Ministerio de Culturas, respondiendo a las instrucciones del Ministro de Culturas. Al respecto del Informe de la Lic. Meneses Peña, interesa conocer los textos de los parágrafos referidos a la Conclusión y Recomendaciones:

1.         CONCLUSIÓNES:

  • Dadas las características de la Fiesta de Las Comadres y los antecedentes de Declaratoria como Patrimonio Cultural Intangible de la República de Bolivia (Ley 3370 de 14 de marzo de 2006), y la Mención Especial por el Convenio Andrés Bello en el Premio “Somos Patrimonio”, es procedente iniciar las gestiones para presentar la Carpeta ante la UNESCO para su declaratoria como PATRIMONIO CULTURAL INTANGIBLE DE LA HUMANIDAD.

2.         RECOMENDACIONES:

  • Realizar el registro y catalogación de la Fiesta de Las Comadres de Tarija. Conformar el Comité Impulsor Interinstitucional.

Meses después, el 10 de agosto de 2009 en respuesta a las instrucciones del Señor Ministro de Culturas, la Lic. Dolores Charaly Mayorga, Técnico de la UNACAT, y siguiendo la línea de acción expresada por la Jefa de la Unidad de Catalogación y Museo, remitió el Informe INF UNACAT 089/2009 que además de las consideraciones técnicas sobre nuestra solicitud y la evaluación del material remitido para tal efecto, emitió las siguientes conclusiones:

  1. Por lo mencionado arriba, se inicia las gestiones coordinadas de la preparatoria de la Carpeta de Postulación a las listas representativas de la UNESCO.
  2. Se considera trabajar coordinadamente, entre todas las instituciones que hacen la manifestación cultural como es la Fiesta de Las Comadres.
  3. Para el mejor desenvolvimiento de las actividades, se debe suscribir un convenio interinstitucional con el Comité representante de las instituciones públicas y privadas con el Ministerio de Culturas.

Toda esta documentación remitida desde La Paz por el Lic. Nogardo Jiménez Villa, Director General de Patrimonio Cultural del Ministerio de Culturas a través de la nota DG. PATC 343/2009 de fecha 20 de noviembre de 2009, fue oportunamente remitida a la Dirección de Patrimonio y Gestión Cultural del Gobierno Departamental Autónomo de Tarija y; de parte nuestra, reiniciamos todas las gestiones ante las autoridades del Ministerio de Cultura de la presente gestión de Gobierno para efectivizar las recomendaciones evacuadas por las autoridades del Ministerio de Culturas el año 2009.

Fruto de ello, hemos tomado contacto con la Dirección de Patrimonio Inmaterial del Ministerio de Culturas y están decididos a visitar nuestra ciudad los días 3, 4 y 5 de febrero para trabajar “in situ” y conocer personalmente nuestra fiesta. Para ese objetivo, han programado el viaje de técnicos especializados en el tema. Sin embargo, nuestro esfuerzo será inútil, sino, no tomamos otro camino de gestión para alcanzar el objetivo central: QUE LA FIESTA DE LAS COMADRES DE TARIJA SEA POSTULADA ANTE LA UNESCO Y LA DECLARE PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL DE LA HUMANIDAD.

Como queda demostrado, la bibliografía a la que hemos acudido, ha sido vasta para que nuestros argumentos históricos sean irrebatibles. Sin embargo, era necesario actualizar la misma para enriquecer aún más el contexto histórico. Al respecto, debemos subrayar la obra de la prestigiosa historiadora española y amiga personal Purificación Gato Castaño, a quién invite personalmente visitar la Ciudad de Tarija y la Misión de Salinas en 2011 (Prov. O’Connor), y; luego, de presentar su libro en el Centro Eclesial de Documentación del Convento Franciscano de Tarija, “Juan Cobos Redondo y el Diario de la Expedición a Salinas” (2010), me obsequió un ejemplar que gracias al valor histórico de sus capítulos, pude “descubrir” algunos datos que los hemos insertado al presente trabajo para poder –tentativamente- determinar el año y circunstancias en las que la población de la Villa de Tarija y sus alrededores pudo obtener la paz tan ansiada y; de esa manera, nuestra fiesta tener presencia y vigencia. Lo mismo sucedió con el libro de Isabelle Combès “Viaje en el sur de Bolivia / 1845 – 1846” (2018), otra gran amiga personal, cuyo libro lo obtuve en diciembre de 2018 y; cuyas referencias las anoté párrafos arriba.

Y para alcanzar nuestro caro objetivo de postular a Las Comadres ante la UNESCO, no debemos soslayar el apoyo del Ayuntamiento de Pola de Siero, cuyo Alcalde, nos manifiestó su total voluntad política e institucional de visitar nuestra Ciudad para conocer la verdadera dimensión social y cultural de la Fiesta y; siendo ese municipio español la mayor expresión de la Fiesta de Les Comadres en España, permitirá el hermanamiento entre Tarija y Pola de Siero en torno a una fiesta y expresión cultural común. Por lo tanto, dentro de la Política Cultural que viene implementando el pueblo de Tarija, debemos con prioridad invitar al Señor Alcalde de Pola de Siero, Ángel Antonio García González y dos personas de dicho Ayuntamiento para que visiten la Ciudad de Tarija los días 3, 4 y 5 de febrero de 2016 y participen de la Fiesta de Las Comadres y; luego, manifiesten ante el soberano y en representación del pueblo de Siero y de España toda, el apoyo a Tarija para la postulación de la Fiesta de Las Comadres ante la UNESCO.

          Elías Vacaflor Dorakis

Tarija, 12 de febrero de 2016

El año pasado, más concretamente el jueves 16 de febrero de 2022 a horas 06:50 desde el Despacho del Secretario Municipal de Cultura y Turismo de Cercado, Lic. Rolando Vacaflor, la Concejal Marcela Guerrero y mi persona, sostuvimos una conversación vía zoom con la Concejal Ana Rosa Nosti y el Alcalde interino del Municipio de Pola de Siero (Comunidad Autónoma de Asturias, España), para tratar el hermanamiento de los Municipios de Tarija y Pola de Siero y; la Fiesta de Les Comadres (Pola de Siero) y Las Comadres (Tarija)


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