Bolivia reportó en 2017 mayor número de trata de mujeres para trabajos forzosos.

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 El representante de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC por sus sigla en inglés) en Bolivia, Thierry Rostan, informó el lunes que en 2017 el país reportó un mayor número de casos de trata de mujeres con objeto de realizar trabajos forzosos.

    «En Bolivia la forma más reportada fue la trata con fines para trabajos forzosos, habiéndose reportado 89 casos en 2017, la segunda forma más reportada fue la trata con fines de explotación sexual con 54 casos, seguida de la adoptación ilegal con 18 casos y la mendicidad forzada con un caso reportado en 2017», indicó en la presentación del informe sobre esa temática que se realiza cada dos años.

    Manifestó que en 2016 en América del Sur la mayoría de las victimas detectadas fueron para fines de explotación sexual que representa alrededor del 58% del total en Sudamérica y ahora los datos de ocho países que presentan esta información en la subregión muestran la abrumadora mayoría del 96% de las víctimas que fueron más mujeres adultas que niñas.

    Sobre el trabajo forzoso que afecta a mujeres, hombres, niñas y niños en números similares, señaló que en Bolivia y Perú se reportó alrededor del 30% de víctimas.

    A nivel mundial, Rostan dijo que en 2016 se reportaron víctimas de trata con fines de explotación sexual de un máximo de 24.000 personas, dato que fue aumentado.

    «La mayoría de las víctimas detectadas en todo el mundo son mujeres y niñas en un 72 por ciento, principalmente de mujeres adultas en un 49 por ciento de los casos y 23 por ciento de niñas», indicó.

    Agregó que la mayoría de los tratantes en Sudamérica son hombres, puesto que el 63% de las personas condenadas por este delito en América del Sur son hombre y el 37% mujeres.

    Por último, el representante de la UNODC destacó la realización de la Convención Nacional sobre trata de personas que tuvo lugar en Bolivia en septiembre del año pasado, donde se destacó la necesidad de ampliar la difusión del área rural y municipal y el fortalecimiento de las capacidades en la aplicación de la normativa e incrementando el presupuesto a nivel de las instituciones gubernamentales encargadas contra este flagelo.

    También dijo que se enfatizó la necesidad de incrementar el control en fronteras, mecanismo de coordinación bilateral y ampliar la socialización del protocolo único de atención de víctimas fortaleciendo capacidades de atención institucional.

    Por su parte, el ministro de Gobierno, Carlos Romero, señaló que en el caso de Bolivia hace unos 15 años atrás se tenían denuncias de desaparición de personas, aproximadamente 50 casos por año, y en el último quinquenio hay 472 casos por año, de los que la mayoría son desvirtuados porque son caso de personas que abandonaron por alguna razón sus hogares.

    «Nuestro país es un país receptor de trata y tráfico con fines de explotación sexual, pero no ha sido este el problema, en este tema el mayor problema se ha suscitado que somos un país como territorio tránsito porque ahí las cifras se disparan desde el punto de vista cuantitativo», señaló.

    Para tratar contra este delito, dijo que se estableció un acuerdo entre la Policía y la Interpol para compartir la base de datos que permitirá tener información privilegiada a cerca de tratantes de otros países.
ABI


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