La Policía de la República de Malaui capturó a dos empleados de un hospital, que fueron descubiertos por vender el útero de una mujer que lo había pedido un empresario para hacer brujería, debido a que existe la creencia en ese país de que por esta práctica se puede hacer crecer el negocio.
El empresario fue el primer detenido por la Policía de Blantyre, que estaba en posesión del útero cuando se realizó el operativo, informó el portavoz policial, Augustus Nkwazi. Dentro de las investigaciones destacan que el comprador de útero había pagado 68 dólares por el útero, pero la incógnita que prevalece, se centra en los trabajadores y cómo ellos tuvieron acceso al órgano.
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