LOS TIEMPOS
Cuando se trata de viajar con los más pequeños, debemos estar dispuestos a ensuciarnos los zapatos mientras disfrutamos de cada recorrido, pues llevarlos de paseo implica experimentar nuevas aventuras y descubrir una particular y despreocupada forma de interactuar con el mundo.
En nuestro país hay una serie de sitios en los que los niños se sentirán a gusto y pasarán un buen rato junto a sus seres queridos. Unas buenas vacaciones en las que cada miembro de la familia pueda disfrutar de la diversidad y la cultura boliviana son posibles.
Un viaje en el tiempo: descubriendo huellas de gigantes
Sumergido entre la historia y la prehistoria de las tierras de Sucre, se encuentra un sitio en el que la curiosidad despierta en la mente de todo turista. El Parque Cretácico de Cal Orck’o es una opción ideal para aquellos niños amantes de las criaturas prehistóricas. Este lugar es famoso por ser el área donde se encuentra la huella de dinosaurio más grande del mundo -con una longitud de 80 metros-, la cual prevalece en el tiempo para recordarnos la grandeza que alguna vez habitó nuestro planeta.
Sin lugar a dudas un espacio especial, donde la diversión y la historia estimulan la imaginación de los pequeños visitantes, quienes aprenden jugando en un lugar que nunca olvidarán.
Explorando las tierras subterráneas de Bolivia
Inmerso entre las montañas de Toro Toro, se oculta un tesoro de la naturaleza boliviana: las maravillosas Cavernas de Umajalanta.
Descender por sus caminos rocosos y adentrarse en su profunda oscuridad es descubrir un mundo misterioso, donde la luz es escasa, pero la aventura abunda. Estas cuevas son el hogar de varias especies de murciélagos y formaciones rocosas impresionantes.
En compañía de sus familiares, los niños pueden disfrutar de un paseo subterráneo guiado y explorar las diferentes áreas de la cueva, como el Salón de las Maravillas y el de los Espejos, donde las estalactitas y estalagmitas crean un paisaje de ensueño, mientras que las formas y colores de las rocas nos transportan a un lugar donde la imaginación se desboca.
Ubicada a dos horas y media de la población de Toro Toro está ubicada la Ciudad de Itas. Este peculiar destino está formado por enormes rocas que adoptan el parecido a unas atalayas.
Relajación y aventuras en la naturaleza
Otro destino para aquellos que buscan relajarse y disfrutar del murmullo del río haciendo eco mientras fluye por su caudal es Aguas Calientes en Roboré. Este complejo cuenta con varias piscinas termales naturales, rodeadas de una exuberante vegetación. Los pequeños aventureros pueden disfrutar de los regalos de la naturaleza y chapotear en las aguas curativas que ésta nos regala. Además, existen diferentes actividades que se ofrecen en el lugar, como ser caminatas en las que se encontrarán con una diversidad de fauna y flora, paseos en caballo, canopy, camping y visitas a las comunidades indígenas de la región, donde tendrán la posibilidad de conocer y apreciar las costumbres y tradiciones de los guarayos.
Una experiencia única en medio del desierto
El salar de Uyuni se presenta como un sitio ideal para visitar en familia, no solamente porque este lugar permite a los turistas casi poder caminar por el cielo, sino también porque a los más pequeños les causa emoción la sola idea de caminar sobre un desierto de sal.
Adicionalmente, inmerso en medio de este destino blanquecino yergue el Cementerio de Trenes, testigo mudo de un pasado glorioso de la industria ferroviaria. Los vagones oxidados evocan la nostalgia de otros tiempos y son una atracción turística única en Bolivia, en la que los niños pueden explorar y divertirse trepando por las locomotoras varadas en medio del altiplano.
Desde la prehistoria de la era del mesozoico hasta la historia moderna del transporte, Bolivia regala su encanto a todos los turistas, y los más pequeños siempre podrán disfrutar de las aventuras y los aprendizajes que nos ofrece esta maravillosa tierra colmada de diversidad cultural y riqueza natural.
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