LOS TIEMPOS
Ante la propuesta de la Central Obrera Boliviana (COB) de fijar un incremento del 10 por ciento al haber básico y al salario mínimo nacional en la gestión 2023, el empresariado privado expresó su rechazo al planteamiento al considerar que no están dadas las condiciones externas ni internas para aplicar un alza salarial.
El presidente de la Cámara Nacional de Industrias (CNI), Pablo Camacho, explicó que el país se encuentra en un proceso de recuperación de una crisis interna y externa, por lo que no es posible asumir un incremento salarial.
El líder empresarial dijo que es momento de establecer un diálogo tripartito, Gobierno, la COB y el empresariado privado, para analizar la propuesta y evaluar las alternativas para impulsar lo “Hecho en Bolivia”.
“Hoy no se trata de asfixiar a las industrias que estamos trabajando, que estamos apostando por Bolivia, que pagamos impuestos, que pagamos aranceles, deberíamos trabajar con la COB para que junto con el Gobierno se vuelvan impulsores y nos acompañen a motivar el consumo del ‘Hecho en Bolivia’”, dijo.
Camacho agregó que, en el contexto actual, es necesario centrar la preocupación en la creación de nuevas industrias y empleos.
El economista Germán Molina dijo que no están dadas las condiciones para dar curso a un incremento salarial en 2023, menos en los niveles que demanda la COB (10 por ciento).
Explicó que no se trata de aplicar un incremento salarial, sino una compensación al costo de vida por la pérdida del poder adquisitivo provocado por la inflación; . Sin embargo, recordó que la tasa de inflación en 2022 fue del 3,12 por ciento.
Molina agregó que el sector público tampoco está en condiciones de asumir un alza salarial, puesto que por cada punto porcentual de incremento el Tesoro General de la Nación (TGN) debe destinar cerca de 90 millones de bolivianos adicionales. En consecuencia, explicó que cualquier incremento salarial elevaría el déficit fiscal, posiblemente a dos dígitos.
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