Mitológica “piedra asesina” de Japón se rompe y desata el temor por un “antiguo demonio” atrapado allí

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Un trozo de roca volcánica en Japón, conocida como la «piedra de la muerte», se partió en dos este mes en el Parque Nacional de Nikko, a unos 160 kilómetros al norte de Tokio, liberando potencialmente un espíritu maligno de un zorro de nueve colas que se creía que residía en la roca.

Según un reciente artículo de The New York Times, el suceso ha suscitado un debate internacional sobre si la roca, que aparece en una famosa leyenda japonesa, es un buen o mal presagio.

De acuerdo con el folclore local, la roca volcánica, llamada Sessho-seki (que significa «piedra asesina») contenía el espíritu maligno de Tamamo-no-Mae, un malicioso espíritu de zorro de nueve colas que podía transformarse en una seductora mujer y, tras un intento fallido de asesinato del emperador Toba, que gobernó de 1107 a 1123, fue asesinado y su espíritu quedó atrapado en la piedra Sessho-seki, que, según la mitología japonesa, mata a cualquiera que lo toque.

Según The Guardian, la roca se convirtió en un hito histórico registrado en 1957, y se menciona en varias obras japonesas notables, como El camino estrecho hacia el norte profundo del poeta zen Matsuo Basho, una obra de teatro, una novela y una película de anime.

¿Destrucción incalculable o presagio auspicioso?

A lo largo de los siglos, se ha culpado a la piedra de la muerte de animales y humanos en la zona. Ahora que está rota, la gente cree que podría haber desatado al demonio en el mundo después de casi 1.000 años y que podría provocar una destrucción incalculable.

Por otra parte, hay quienes creen que la salida del espíritu puede ser algo bueno, en especial en el complicado contexto actual. En una reciente publicación en Facebook, una asociación turística de la zona de Nikko afirmaba que la fractura de la piedra era un «presagio auspicioso», y que el espíritu del zorro de nueve colas podría «domar el coronavirus y la actual situación mundial», según informa The New York Times.

Otra explicación

Sin embargo, según reportan medios, puede haber otra explicación: los guardas del parque llevaban años observando una grieta creciente en la roca, lo que posiblemente permitió que el agua de lluvia se filtrara en su interior y debilitara su estructura. Así que al menos la división no fue una completa sorpresa.

Según el sitio de noticias japonés Shimotsuke Shimbun, las autoridades aún están determinando qué hacer con la piedra. Un funcionario de turismo espera que se pueda restaurar, pero sabe que puede ser una tarea difícil. El camino de madera que lleva al Sessho-seki es estrecho, lo que dificultaría la maniobra de la maquinaria pesada necesaria para mover la piedra.

FUENTE : EL DEBER


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