Lotes blancos, cocales ilegales que tienen aval en el Chapare

Compartir Noticia

La expresión “lotes blancos” es muy común en el trópico cochabambino, pero no es tema de conversación en el interior de los sindicatos de las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba. Se trata de catos irregulares que producen coca pese a  que no están registrados en la Unidad de Desarrollo Económico Social del Trópico (Udestro). Esa producción “ilegal” no es contabilizada.

“Los lotes blancos son los que no tienen autorización de plantar coca; pero los propietarios igual tienen la obligación de ir a las reuniones (de los sindicatos). Por ejemplo, una familia tenía un chaco y cuando muere el padre, los hijos se dividen el terreno, pero sólo uno de ellos se queda con el cato de coca autorizado, los demás son lotes blancos”, explica Julia C., habitante de Puerto Villarroel y propietaria de un chaco de coca.

“Los lotes o catos normales son aquellos que están registrados, los lotes blancos son aquellos que no tienen registro en Udestro. Ésa es la explicación legal y orgánica que se le puede dar a un lote blanco”, expone  Marcial Carlos Córdoba, concejal suplente por el Movimiento Tercer Sistema (MTS) en el municipio de Entre Ríos, en el trópico cochabambino.

Aunque es muy conocido en  la zona cocalera, el término “lote blanco” se hizo público hace pocos años. En 2017,  RimayPampa publicó la nota titulada Revelan cómo ocultan la coca ilegal en el Chapare: en los “lotes blancos”.

La coca que se produce en lotes blancos llega a los mercados pero evade registros.
Foto: Página Siete/ Archivo

“¿Cómo camuflan la coca que hay por demás?, preguntó entonces RimayPampa a dos cocaleros y a una cocalera. ‘En los lotes blancos’, coincidieron. ¿Qué es un lote blanco? ‘Son los lotes originales que han sido parcelados, divididos hasta en cinco lotes’, dijo uno de ellos. ‘Es así cuando el trópico cochabambino fue colonizado se distribuyeron dos tipos de terreno: unos de 20 hectáreas y otros de 10. Los de 20 han sido divididos en tres, cuatro y hasta en cinco lotes y los de 10 en dos; la nueva parcela es lote blanco y tiene su qatu de coca’, explicó una cocalera”, dice ese reportaje de RimayPampa .

El último informe de Monitoreo de Cultivos de Coca 2020 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc, por su sigla en inglés), presentado en septiembre de 2021,  muestra un incremento del 15% en la superficie de cultivo de coca respecto a 2019. La superficie cultivada con coca se incrementó en 3.900 hectáreas (ha) pasando de 25.500 ha en 2019 a 29.400 ha en 2020.

Este incremento de 3.900 ha en 2020 respecto a 2019 podría deberse a los cultivos ilegales de coca que se producen en los denominados “lotes blancos”. “Van cultivando coca en su lote blanco sin registro. No deberían hacerlo, deberían reportarlo al sindicato, pero muchos no lo hacen por temor a que les quiten. Si hay incremento en los cultivos podría ser por eso, por los lotes blancos”,  asevera Lucía N., profesora del nivel inicial en el municipio de Villa Tunari.

Derecho familiar

Para una mejor comprensión de lo que son estas parcelas de coca “chutas” o sin registro, los cocaleros y habitantes consultados por Página Siete realizan una descripción detallada.

“Los lotes blancos son un derecho de familia, son catos ilegales porque lote blanco en lo legal no existe. La ley es clara, cada familia sólo puede tener un cato, pero cuando los hijos crecen ese cato se puede dividir entre ellos. Ahora, si por diversas razones una familia ha logrado comprar un lote, pero resulta que no estaba registrado como cato de coca en Udestro, donde tiene que estar anotado, entonces, este lote sin registro se convierte en lote blanco”, precisa el concejal Córdoba y aclara que muchas familias o dueños de estas parcelas tienen la esperanza de que haya ampliación de catos para que puedan regularizar sus lotes chutos.

El edil está convencido de que la coca que producen en esas parcelas llega a los mercados legales. “La coca que producen en estos lotes blancos pasa por los mercados legales porque la hoja no se traslada a ningún lado  sin tener la constancia legal. Sí o sí va por Sacaba. Orgánicamente, los cocaleros tienen que llevar toda su producción al mercado legal.  En lo social, a veces, hacen sobrar 10 hasta 20 jurkus para su pijcheo”, asegura.

Mercado de Chimoré, donde se comercializa legalmente la hoja de coca.
Foto: María Mena M./ Página Siete

En el sindicato de Córdoba identificaron un lote blanco, que si bien no es legal ante la Udestro, está inscrito en el sindicato.

Julia C.  precisa que si alguna familia o dueño de un lote ilegal decide plantar coca, existe el riesgo de que su producción sea erradicada.  “Si vienen los de erradicación y el cato no está en lista, cortan toda la coca sin opción a  reclamo. Los lotes blancos son los chacos sin coca. Pero si plantan es a su riego de que la corten”, dice.

Cada lote o chaco -precisa Julia- tiene 20 hectáreas que pertenecen a una familia. Cuando muere el padre o propietario, el chaco se reparte entre sus hijos y, dependiendo del número de sus descendientes, les tocarán 10 o cinco hectáreas, pero sólo a uno le tocará el cato de coca con registro. Las demás parcelas serán lotes blancos.

El registro

La Udestro -dependiente del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras- es la entidad responsable del registro, control y seguimiento de los cultivos de hoja de coca existentes en el trópico de Cochabamba dentro el área  permitida. También es la entidad encargada de realizar la erradicación de cultivos de hoja de coca plantada en áreas prohibidas como en el Parque Nacional Carrasco, el Parque Nacional Isiboro Secure y en las Tierras Comunitarias de Origen.

La Unidad de Desarrollo Económico Social de los Yungas (Udesy) es la instancia en la que se registran las plantaciones de coca en los Yungas.

Los lotes blancos no están registrados en la Udestro por lo que se los considera ilegales y los cocales que se siembren en esa parcela pueden ser erradicados, coincidieron los cocaleros.

El periodista Andrés Gómez, en un artículo de opinión publicado en Página Siete, rescata las declaraciones de Armin Lluta, expresidente de Adepcoca,  quien aseguró  que en el trópico no sólo hay 7.700 hectáreas de coca, sino 15.000 o más. “Están escondidas en los denominados lotes blancos”, dijo Lluta y pidió una comisión independiente para verificar los datos.

“Es mi derecho, si mi padre me ha heredado puedo tener mi cocal”, reclama Juan M., propietario de un lote blanco.
“No hay manera de saber si la coca es legal o ilegal”“La coca ilegal no se oculta.  No hay manera de etiquetar cuál coca es legal y cuál es ilegal. Las plantaciones son medidas y el control de superficies  lo hacen los sindicatos. Las mediciones generales son en su mayor parte estimadas a partir de imágenes satelitales con alguna verificación a través de muestras en terreno”, afirma el analista Roberto Laserna respecto a las plantaciones ilegales en el Chapare.

Laserna considera que algunas plantaciones podrían evadir el control sindical, pero si esa “coca ilegal” llega a los mercados (en Sacaba de Cochabamba y Villa Fátima de La Paz) no hay manera de identificar su procedencia.

“Es posible que algunas plantaciones de coca se encuentren en medio del monte y algunas eludan el control sindical, pero en los puntos de venta es imposible diferenciar la coca legal de la ilegal. Recordemos que gran parte del Chapare, considerado antes territorio de cultivos en transición  o erradicables, es ahora parte del área legal”, precisa.

Cultivo y venta de coca

A mediados de diciembre de 2021, el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, informó que en esa gestión se erradicaron más de 9.000 hectáreas de cultivos de coca ilegales. “En 2020  hubo un aumento de 15% de cultivos de hoja de coca, con medidas de represión ejercidas por el régimen pasado que han tenido efectos negativos en los precios para la comercialización de la coca”, dijo entonces.

En enero de este año, el Gobierno otorgó 2.000 permisos de venta de coca para el Chapare y 1.000 para Yungas. La determinación fue rechazada por la Federación Nacional de Comerciantes Minoristas en Hoja de Coca al Detalle de Bolivia (Fencomcoca) y la Federación  de Comerciantes Minoristas por Cuenta Propia de la Sagrada Hoja de Coca al Detalle.

Las dos federaciones lamentaron la permisibilidad frente a la invasión de coca ilegal y la comercialización clandestina de lotes blancos. Pidieron más control de parte de la Digcoin.

FUENTE : PAGINA SIETE


Compartir Noticia

Comentarios