Hacerse un tatuaje es algo que hay que pensar bien antes de hacerlo: el diseño, qué parte del cuerpo, quién te lo va a hacer, entre otras cosas. Es algo que va a estar grabado en tu cuerpo para siempre… o no.
Existen métodos para borrar los tatuajes de la piel, pero además de caros, suelen ser bastante dolorosos. Aunque este joven de Mendoza encontró otra forma de sacarse un tatuaje del brazo.
El protagonista de la historia que hace furor en un muchacho que, al igual que miles de personas, decidió adornar su piel con un tatuaje. El desenlace no llegó cuando el tatuador terminó la obra, sino un poco después.
El joven quedó disconforme con el dibujo y decidió quitárselo. Para ello no acudió a un profesional ni técnicas láser, sino a algo más barato: como un rallador.
Un amigo se tatuó y como no le gusto el tatuaje se lo saco con un rayador de queso. Si un rayador de queso
Aguantando el dolor, raspó su piel con el objeto filoso hasta que retiró la tinta. Claro, le quedó todo lastimado el brazo.
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