Mata a sus bebitos y los esconde en peluches.

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Una mujer serbia identificada como Jelica asesinó a sus gemelos recién nacidos y escondió los cuerpos en osos de peluche en su casa de Suiza.

La madre estaba confundida ya que su expareja le estaba insistiendo que aborte, pero ella no estaba de acuerdo y continuó normal con la gestación.

Ningún familiar sabía del embarazo y así decidió dar a luz en una granja alejada de sus padres y hermana. Buscó en Internet qué hacer al momento del parto.

“No sabía cómo nacía un niño”, contó ante el tribunal. “Hoy no recuerdo cómo lo hice. Sólo tengo memoria de haber estado tumbada en la bañera y buscar en Internet qué hacer”, continuó relatando lo que pasó.                         

Había justificado que el bebé no lloró y cogió a su hijo para golpearlo contra la pared. Una lesión traumática en la cabeza terminó con su vida y terminó escondiéndolo en un oso de peluche.

Pasado un día, la madre dio a luz al gemelo, sin embargo, murió en manos de su madre, posteriormente lo envolvió en toallas ocultando el cuerpo en una canasta.

El fiscal del caso en Suiza sabía que no podía realizar un aborto porque no tenía suficiente dinero y eso fue la razón de matar a sus bebés. Aunque pidieron 8 años de cárcel, la corte le dio un año por asesinar al primero.

Finalmente, le fue dictado una sentencia de 12 meses de prisión y otros 22 en libertad condicional. El juez dictó que la culpabilidad del delito «era muy alta hablando objetivamente», pero «subjetivamente era una situación de emergencia».

Los escasos años de cárcel se justificaría porque el psiquiatra diagnosticó que Jelica padecería de un «trastorno de adaptación con una reacción depresiva prolongada», de acuerdo con el portal Daily Mail.

Una descompensación por pérdida de sangre delataría a la mujer que había asesinado a sus hijos recién nacidos. Sus familiares fueron los primeros en enterarse. Aunque los médicos habían diagnosticado el embarazo y ella lo había negado todo, los policías descubrieron los cuerpos de los bebés en su casa.

Jelica salió en libertad tras haber sido dada de alta y confesó el crimen luego de estar detenida por 63 días. Ella había matado a sus gemelos recién nacidos.


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