Desde el sector remarcan la precariedad con la que conviven y la dificultades para cambiar las unidades ya que los ingresos de los choferes están por debajo de la línea de la pobreza. Además rechazan la unificación con los remises.
EL TRIBUNO
La crisis social y económica que atraviesa el país se refleja en muchos ámbitos laborales, entre los cuales se encuentra el de los taxistas.
En la ciudad de Salta, un conductor de taxi gana entre 2500 y 3000 pesos por día, lo que al mes le proporciona un ingreso de entre 60 y 75 mil pesos, muy lejos del costo de la canasta básica que en julio costó $111.297 para un hogar de cuatro integrantes.
“Estamos en un estanco social, laboral y económico muy profundo, de larga data, vivimos en la precariedad laboral absoluta por la inoperancia y la desidia de las autoridades”, reclamó Gerardo Vaso, presidente de la Asociación de Taximetristas de Salta (ATASA), en diálogo con El Tribuno.
El referente del sector aseguró que en la capital provincial existen 1500 licencias de taxis en la actualidad, y 2500 licencias de remises. “Ahí radica el problema, la competencia desleal. Porque la cantidad de autos de un servicio de confort y de elite (por los remises) no debería superar a la del servicio regular. Significaría que estamos en una provincia de bienestar, con semejante desastre económico no coincide para nada”, dijo Vaso.
“Los choferes de remises también atraviesan una delicada situación económica», aclaró el presidente de ATASA. «En cambio, los que gozan de estabilidad son las empresas de colectivo y los empresarios dueños de las remiseras, que son los que tienen empresas paralelas gracias al subsidio que les dio el taxi, auspiciado por los gobiernos de turno”, se quejó.
En este sentido, Vaso dijo que no alcanza lo que un “tachero” gana en el turno diario de doce horas de trabajo regular. “No alcanza, si un kilo de carne cuesta dos mil pesos”, comparó. Viven, como lo reflejan las estadísticas oficiales, por debajo de la línea de la pobreza.
A su vez, graficó lo difícil que es poder mantener el vehículo y ni hablar si el propietario tiene que cambiar la unidad. “Hoy pensar que un taxista pueda tener el tan ansiado cero kilómetro es una utopía total”.
La reglamentación establece que la antigüedad de los autos no debe superar los diez años. “Estoy en contra porque no hay créditos blandos ni un sostén de parte del Estado, entonces no podemos progresar. Si tuviéramos el apoyo del Gobierno lo tendríamos que hacer en cinco años. Con eso el taxista prestaría un servicio de mejor calidad”.
Si un taxista quiere cambiar el vehículo debe disponer de $3.800.000 pesos aproximadamente, pagando de contado, mientras que una compra financiada por un plan lleva ese valor al doble. Es una problemática que tampoco se revisa cuando hay una readecuación en las tarifas.
La cruda realidad de los tacheros afecta en la misma medida a toda la coalición de taximetristas que la integran ATASA, ATUS, la Cámara de Propietarios de Taxi, la Agrupación 7 de mayo y los autoconvocados, aseguró Vaso.
Polémica por una posible unificación de taxis y remises
Gerardo Vaso también salió al cruce de las declaraciones de la diputada de Salta tiene Futuro, Socorro Villamayor, sobre una ley que unifique el servicio de transporte de taxis y remises.
La legisladora opinó que el servicio debería ser uno solo ya que en la práctica no hay diferencias.
“Para salir de este marco de irregularidad es necesario una ley uniforme para la provincia, hay que empezar con este diagnóstico”, dijo la legisladora en el programa de televisión “De buena fuente”. “Yo unificaría taxis y remises en un único sistema. Hoy en día la función es la misma. Si parás un taxis o remis el servicio es el mismo, la función de ambos es la misma”, añadió.
“Cómo va a salir a decir eso la diputada. Era competencia de ella regular el mercado desde que era concejal. Es ridícula la observación. Tendría que guardar silencio. Acá no hay controles, el transporte de Salta está desmadrado, la AMT dispone de la reglamentación de acuerdo a los intereses creados, que son las empresas de Saeta y las empresas de remises”, respondió Vaso.
“Ella tendría que trabajar para que se cumpla la reglamentación. Si ella lo sabía cuando nos sentamos en una mesa de trabajo nos decía que teníamos razón, y ahora sale con esto”, agregó.
El referentes de los taxistas adelantó que, en caso de prosperar la iniciativa de la unificación, “vamos a llegar hasta las últimas consecuencias”
Cabe recordar que el servicio de remis se incorpora al sistema de transporte para dar un prestación diferencial con respecto al taxi, con una tarifa superior y con el traslado de pasajeros de puerta a puerta. Sin embargo, este sector cumple prácticamente la misma función que la de los taxis, los que cuentan con paradas en la vía pública y levantan pasajeros en cualquier esquina de la ciudad.
Vaso denunció que con esta teoría las autoridades buscan abrirle la puerta a Uber, una empresa estadounidense que brinda un servicio de traslado de personas o para hacer entregas.
Por otro lado, reclamó que la AMT no le da participación al sector de los taxistas. “Cuándo van a incorporar un taxista en el directorio, que nos corresponde por derecho propio. Están todos, hasta la UTA, menos nosotros”, finalizó.
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