Larga Noche de Museos tuvo 5.000 visitas presenciales

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Jorge Soruco  / La Paz

Durante las tres jornadas que duró la XV Larga Noche de Museos, los espacios municipales registraron 5.000 visitas presenciales, algo que fue considerado como un éxito por el secretario municipal de culturas, Rodney Miranda.

  “Esto muestra que comienza, poco a poco, la reactivación económica del sector, además de la concienciación de la población respecto a la importancia de evitar aglomeraciones para prevenir contagios por el Covid-19”, indicó la autoridad.

  En 2019 la cifra de personas que visitaban los diferentes centros participantes en el evento llegó a más de 300 mil, convirtiendo a la jornada en uno de los principales eventos culturales  de la sede de Gobierno, a la par de otros como Gran Poder y las ferias dominicales  en El Prado.

El año pasado, debido a la cuarentena, el evento se mudó por completo a las redes sociales, donde continuó con fuerza en esta versión, pese a la habilitación de actividades presenciales en los espacios participantes.

Según los datos de la Secretaría de Culturas, en los tres días se registraron 613.681 activaciones en las cuentas de redes sociales de los centros municipales. 

El año pasado la cifra de los portales de la Alcaldía superó los 800 mil, sin embargo, Miranda recalcó que todas las actividades fueron digitales. 

“Es importante considerar que el fin de semana se tuvo la opción de salir de casa, de ver las exposiciones de primera mano. Además hay que recordar que el año pasado la Larga Noche de Museos se extendió por una semana, mientras que en esta versión sólo tuvimos tres días”, agregó el responsable.

Todas las cifras son de los espacios municipales, ya que aún no se tienen los datos de las otras instituciones que utilizaron prepararon espacios en internet.

Según aproximaciones, las autoridades calculan que se superó el millón de participantes, sumando las interacciones digitales como las presenciales.

En esta versión se sumaron 127 instituciones, creando un programa de 270 actividades, destacando 60 exposiciones virtuales, algunas de las cuales aún pueden verse en las cuentas de Facebook o en los portales oficiales. 

 “Ese es una de las grandes ventajas del trabajo virtual: la posibilidad de disfrutar de los eventos por más tiempo y  no perderte alguno por culpa de una fila muy larga. El avance de la tecnología nos permite extender el tiempo de exposición”, dijo Miranda.

En el caso de los espacios municipales se mantendrán en línea las visitas virtuales, algo que será permanente, aunque las obras y espectáculos concebidos especialmente para la Larga Noche de Museos ya se retiraron.

En ese sentido el secretario adelantó que en los siguientes meses otros eventos de la agenda anual seguirán la misma metodología. Entre éstas se encuentran algunos  aún no anunciados de las fiestas de julio.

 Entre ellas están las ausentes ferias dominicales de las Culturas, que antes de la pandemia se realizaban los domingos entre abril y octubre en el paseo de El Prado. En este espacio se levantaban hasta siete escenarios con diferente temática, librerías, talleres e instituciones levantaban estands de exposición y festivales como el de Teatro Fitaz y el Festijazz llegaban al público.

“Estamos evaluando diferentes modalidades para el regreso de la ferias. Puede ser un híbrido entre lo digital y presencial como la Larga Noche, además de extenderse a dos días en vez de solo uno”, explicó Miranda.

La Noche de los Museos o Larga Noche de los Museos es un evento cultural que se organiza anualmente en varias ciudades del mundo. Durante el evento, los establecimientos se encuentran abiertos durante la tarde y parte de la noche, con el objetivo de acercar visitantes a las instituciones culturales.

La primera versión se realizó en   Berlín en 1997. El concepto fue muy bien recibido y se expandió, primero, a más de 120 ciudades a lo largo de Europa y después al mundo.

La Paz fue la primera ciudad boliviana en organizar el evento en 2006. Una década después se sumaron otras urbes como Cochabamba, El Alto y Santa Cruz.  La participación se amplió de museos, galerías y centros culturales a otros espacios como universidades o restaurantes. 

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