Cuando las pequeñas islas ‘verdes’ de Grecia quieren dar ejemplo

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En la tranquila Tilos, una torre eólica mueve sus aspas frente al mar, mientras cae un sol abrasador sobre la colina tapizada de paneles solares. Esta isla verde del Dodecaneso, casi autónoma en energía, quiere «dar ejemplo» para los otros pequeños territorios insulares griegos.

«El futuro es no depender más del petróleo», dice Vasilis Oikonomu, en un café del puerto. Como la mayoría de los 780 habitantes de Tilos, este hombre cuadragenario está contento de que su «isla sea autónoma» para dejar de «depender de las islas de los alrededores» en energía.

En el archipiélago del Dodecaneso, frente a las costas turcas, esta isla es la primera del Mediterráneo en producir casi la totalidad de su electricidad mediante energías renovables, gracias a los $us 13 millones de fondos europeos y $us 4,7 millones de inversores privados griegos.

Esta semana, Tilos ganó el tercer premio europeo de la mejor transición energética, tras una isla danesa y una española.

«Tilos ha dado ejemplo y es la solución para las pequeñas islas de nuestro país», dice orgullosa la alcaldesa de Tilos, Maria Kamma.

«Todos los habitantes salen ganando, el coste de la energía se reduce y hay menos cortes eléctricos que antes», explica a la AFP.

Conectada por un cable submarino a la isla vecina de Kos, Tilos es «100% independiente a nivel energético la mayoría del tiempo, pero en el pico de la temporada turística, es más bien a 70%», reconoce.

La isla, gracias al sol y al viento, se ha equipado «oficialmente con la primera central eléctrica híbrida» de Grecia, con la que «produce y almacena energía», explica Spyros Aliferis, ingeniero de Eunice Energy, especialista griego de energías renovables que ha suministrado el molino eólico y los paneles solares.

Con estos paneles de una capacidad de 400 kilovatios y su torres eólica de una potencia de 800 kW, «el proyecto funciona perfectamente desde ha dos años», asegura el ingeniero.

«Es el ejemplo de que una pequeña isla puede funcionar sólo con energías renovables», reitera a la AFP.

Astipalea y pronto Jalki

A un centenar de kilómetros al oeste, la isla de Astipalea sigue los pasos de Tilos, y espera alcanzar «el 70% de sus necesidades energéticas de aquí a 3 o 4 años», precisa el viceministro griego de Relaciones Exteriores, Kostas Fragkogiannis, impulsor del proyecto gubernamental.

En esta isla en forma de mariposa, a caballo entre el archipiélago del Dodecaneso y el de las Cicladas, sus 1.300 habitantes tendrían que poder dejar de utilizar los generadores diésel que alimentan sus casas y cambiarlos por torres eólicas y paneles solares.

Pero a diferencia de Tilos, el proyecto de $us 12 millones prevé transformar la circulación automovilística en totalmente eléctrica, en colaboración con el fabricante alemán Volkswagen.

Entre las casitas blancas del puerto, ya se ven puntos de recarga para los primeros coches eléctricos.

En total, el proyecto prevé una reducción de emisiones de CO2 de 70% y una reducción de los costes de energía de 25%. «En nuestra opinión, es un modelo para el mundo», abunda Fragkogiannis.

La próxima etapa del plan ecológico del gobierno griego es la minúscula isla de Jalki, al oeste de Rodas, con fondos europeos. Esta vez, la transición del parque automovilístico se hará con el fabricante francés Citroen, según fuentes del ministerio griego de la Energía y el Medioambiente.

El acuerdo franco-griego en Jalki se publicará el viernes pero «la idea es seguir los pasos de Tilos y Astipalea», según las mismas fuentes. El objetivo es el mismo: conseguir la autonomía con energías renovables.

LA RAZON


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