El fútbol boliviano parece ser tierra de nadie. Dos bandos que defienden su posición por «gobernar» la Federación Boliviana de Fútbol (FBF): por un lado Marcos Rodríguez y por otro Robert Blanco. Ambos tienen el respaldo de siete clubes de la División Profesional, porque al G-6 de Blanco (Bolívar, Wilstermann, Blooming, Oriente Petrolero, Royal Pari y Guabirá) se le sumó San José. Hasta que no se solucione este conflicto, siete equipos decidieron el «retiro» de sus jugadores de la selección boliviana que está a pocos días de debutar en las Eliminatorias rumbo a Catar 2022.
Contra la Verde. Los equipos que apoyan a Blanco, el G-6 más San José, representado por Serapio Humerez (presidente del Comité Ad Hoc del lub orureño), mediante una carta dirigida a la FBF, solicitaron que los jugadores que fueron convocados por el seleccionador nacional, César Farías se retiren de la concentración «hasta que se restaure y respete la legalidad» en el ente nacional. En tanto que Guabirá solicitó que sus futbolistas no sean tomados en cuenta para la Verde.
«Actualmente nos encontramos frente a una inseguridad jurídica que afecta al fútbol, causada por dirigentes que continúan generando el irrespeto y falta de cumplimiento a las normas del Estatuto y Reglamento de la FBF», es el argumento de los clubes.
La Verde entrena en La Paz, con más de 30 jugadores a las órdenes de Farías, quien hizo conocer dos listas preliminares: el primer grupo trabaja desde el pasado mes; para los próximos días se tiene previsto que los futbolistas que conforman la segunda nómina ( de Bolívar y Wilstermann) se integren al grupo.
Fútbol en suspenso. Blanco llamó a un Consejo de la División Profesional para este lunes, pero solo asitió su grupo de apoyo y la reunión fue suspendida. Para este martes Rodríguez también convocó al mismo Consejo, esperando solucionar el reinicio del Apertura.
14 de noviembre
Es la fecha determinada para elegir al nuevo presidente de la FBF.
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