CNS: pacientes con cáncer de otras regiones viven un calvario.

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En medio de la crisis por la pandemia del coronavirus, varios pacientes con cáncer de otras regiones peregrinan para llegar a La Paz y recibir atención en el Hospital Oncológico de la Caja Nacional de Salud (CNS). A esta situación se suman los gastos extras de alojamiento y alimentación, entre otros, que deben cubrir durante su estadía en la sede de Gobierno.

Los pacientes también sienten el dolor al estar lejos de sus familiares en medio de la crisis que se vive en el país y sobre todo en La Paz, municipio que se encuentra entre los 10 con mayor riesgo alto de contagio de la Covid-19. 

El pasado 29 de junio, la tarijeña Ana María Valderas, junto a otra paciente, viajó de emergencia en una ambulancia desde su ciudad hasta La Paz para iniciar su tratamiento en la CNS. Sin embargo, ambas se vieron perjudicadas por el cierre del Oncológico debido a un brote de contagios de la Covid-19.

“Ha sido un mes de idas y venidas. Nunca me han atendido. Hasta el final me han llegado a decir de que me vaya a Tarija y que vuelva en tres semanas”, contó Valderas. Sin embargo, luego de negarse a regresar a su ciudad  por su estado de salud e insistir para ser atendida, después de más de un mes  tenía previsto ayer realizar su primera sesión de radioterapia.  

“Ahora ya nos hicieron comprar los servicios de Oncoservice para la radioterapia que empiezo hoy día (ayer) y la quimioterapia recién me van a programar la otra semana en la Caja”, dijo la paciente, quien hace gastos extras en  hospedaje y  alimentación. “No tenemos parientes, siquiera hubiéramos tenido familia para alivianar un poco el hospedaje”, añadió. 

Un día lejos de su ciudad y de su familia para estos pacientes significa un día más de gasto e incertidumbre en medio de la pandemia. “Nosotros venimos de Tarija con la plata justa, porque pagamos al contado el tratamiento de radioterapia”, dijo Ana María.

Por una similar situación pasa Cristina Bazán, quien llegó a La Paz de la ciudad de Tarija, el pasado 4 de junio. Después de realizar los tratamientos quimioterapia y radioterapia. Ahora espera la orden del hospital para iniciar con la braquiterapia.  Contó que si la Caja no le da una respuesta positiva y rápida, contratará el servicio de manera particular, ya que el cáncer no espera y desea regresar pronto con su familia.

 “Me estoy prestando plata y   tengo con qué cancelar la braquiterapia, pero hay cientos de otras personas que no tienen ese dinero para pagar. Las cuatro sesiones de braquiterapia cuestan 21.000 bolivianos. Quiero volver a mi casa, a mi trabajo y quiero recuperar mi vida. Desde que ha empezado la cuarentena hasta ahora estoy como un barco de papel servilleta en un charco gigante”, lamentó.

Bazán contó la situación por la que pasó una paciente que llegó desde la ciudad de Oruro. “El anterior lunes había una señora de Oruro que ha llegado en taxi para realizar su quimioterapia y ha tenido que negociar con el chofer para que la espere hasta que le terminen de hacer la quimio para volverse a su ciudad. Estaba solita la señora”, relató Bazán.

Cristina se encuentra acompañada por su esposo y también deben pagar alquiler mientras cumple con el tratamiento. “Yo tengo la suerte de tener donde vivir, no me falta alimento. Lo único que me falta es el afecto de mi familia de Tarija, pero hay otra gente que está viviendo en un cuartito con un baño”, lamentó.

Debido al incremento de casos de coronavirus que se registra en La Paz, el municipio paceño analiza ingresar nuevamente a una cuarentena rígida para detener los contagios. Esta situación preocupa también a los pacientes que deben regresar a la sede de Gobierno para continuar con la quimioterapia. 

 “En ese caso qué podemos hacer nosotros. Queríamos una orden para circular, pero no nos quisieron dar”, lamentó Norma Fuertes, quien volvió a su natal Potosí después de más de dos meses de estar alojada en la ciudad de El Alto, en la casa de un pariente.  “Tanto tiempo que estuve así. Me vine también para preguntar a mis hijos qué víveres les hace falta para comer. Allá también carecíamos de recursos”, dijo.

Las tres pacientes con cáncer coincidieron en el maltrato que reciben en el nosocomio de la CNS y lamentaron falta de “humanidad” que tienen hacia los enfermos. Este medio intentó comunicarse con las autoridades de este seguro social, pero no respondieron a las solicitudes.


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