En Santa Cruz trabajadoras sexuales piden trabajar con medidas de bioseguridad.

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La crisis por la pandemia del Covid-19 afectó a todos los niveles en el país y el mundo. Las trabajadoras sexuales en Santa Cruz no son la excepción, ya que al igual que en muchos oficios, han dejado de percibir ingresos económicos desde hace más de cuatro meses.   

Vanesa, una paraguaya que vive en la capital cruceña contó a EL DEBER que los problemas financieros se sienten más en este rubro, ya que muchas chicas no son de esta ciudad, viven pagando alquileres y algunas deben enviar dinero a sus familiares como en su caso, hasta Asunción (Paraguay).

La joven indicó que se debería trabajar con medidas de bioseguridad porque la pandemia no solo afecta a las mujeres que prestan el servicio sexual, sino también a meseros, cajeros, taxistas y hasta la gente que cuida los vehículos afuera de los locales.

Por su parte, Maribel Espinoza señaló que está trabajando en la confección de trajes especiales para las cerca de 100 chicas que prestan servicios en su club. Para ser admitidas, además de contar con el carné de sanidad, deberán presentar un certificado negativo de Covid-19, por seguridad de ellas y de los clientes.

Para Flavia, una transexual, la restricción de no permitir el trabajo en horas de la noche está obligando a que lo hagan de día. Al efecto, se ubican en lugares estratégicos de la capital cruceña con barbijos y alcohol en gel para protegerse del Covid-19.

En La Paz apuestan por impermeables

Las trabajadoras sexuales en la sede de Gobierno apuestan a protegerse con trajes plásticos para brindar su show, acercarse a los clientes y tratar de evitar el contagio, según un reporte de la agencia Reuters.

En Bolivia la prostitución es legal; sin embargo, es uno de los rubros que, por ahora, deberá seguir esperando para volver a la normalidad por las medidas que restringen la circulación en horas de la noche a causa del alto índice de Covid-19.


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