Estudios de tres médicos ratifican que la Covid-19 es menos dañina en la altura.

Compartir Noticia

Tres médicos científicos, dos de una universidad de Canadá y uno de un instituto de Bolivia, afirmaron este miércoles que la Covid-19 afecta en menor medida a las personas que viven en lugares de altura.

Ello explicaría que en La Paz, El Alto y otras ciudades el grado de impacto es menor al que se registra en Santa Cruz o Beni. La misma situación se vive en Perú y Ecuador, que también tienen zonas altas y bajas en sus territorios.

El investigador y candidato doctoral de la Universidad de Laval, Canadá, Christian Arias; el profesor asociado de esa universidad, Jorge Soliz, y el director del Instituto Pulmonar y de Patología de la Altura (IPPA) de La Paz, Gustavo Zubieta, participaron de un seminario virtual en el que ratificaron hallazgos anteriores. Los tres coincidieron en que la altura ayuda a reducir la expansión del coronavirus.

Arias declaró que, de acuerdo con un análisis estadístico epidemiológico ampliado, la capacidad de infección del virus disminuye a partir de los 1.000 metros de altura.

“Por encima de los 1.000 metros nuestros últimos estudios sugieren que tanto la incidencia como la capacidad de contagios y la severidad de la Covid-19 disminuyen en relación a las zonas más bajas. Mientras la altura se incrementa, el número de casos de Covid-19 disminuye”, indicó en la charla organizada por la Embajada de Canadá en Bolivia.

Soliz agregó que en la investigación se propusieron diversas teorías que explican esta situación. Señaló que los mecanismos fisiológicos implicados en el fenómeno del coronavirus están asociados a distintas hipótesis: “La primera que nosotros hemos propuesto es que en los residentes permanentes de la altura existiría una disminución en la expresión de las moléculas ACE2”, afirmó.

Las moléculas ACE2 son la puerta de entrada del virus al organismo. “Dentro del contexto fisiológico específicamente de la altura, estas moléculas son vasodilatadores a nivel del pulmón”, apuntó Soliz.

La falta de oxígeno de los lugares de altura hace que se segregue en el pulmón un potente vasodilatador, que es el óxido nítrico. “Por lo tanto, en condiciones de altura, las personas no necesitan tener una elevada cantidad de molécula ACE2 en este tejido”, que impiden el ingreso del virus.

Indicó que existen evidencias científicas y resultados de experimentos que respaldan esa hipótesis como ensayos con células de músculos de la arteria pulmonar humana y con ratas expuestas a reducción crónica de oxígeno.

Otra hipótesis

La segunda hipótesis propuesta por los expertos tiene que ver con la molécula eritropoyetina, que promueve la generación de los glóbulos rojos en la sangre.

“Los glóbulos rojos son las células en la sangre que van a transportar las moléculas de oxígeno desde el pulmón hasta los tejidos y evidentemente, por el tema de la hipoxia, es decir la menor cantidad de oxígeno, los niveles de eritropoyetina están aumentados. Por ejemplo, a 3.000 metros de altura se sabe que la eritropoyetina está aumentada entre dos y cuatro veces más que los que viven a nivel del mar”, explicaron.

“En el contexto de la enfermedad, lo que nosotros proponemos es que cuando el virus infecta el pulmón, la eritropoyetina lo protege al generar mayor cantidad de glóbulos rojos”, detalló Soliz.

Por su parte, el médico e investigador Zubieta explicó que cuando una persona se contagia de coronavirus, éste ingresa al pulmón y produce una destrucción, una lesión.

“Por eso que en nuestro instituto hemos creado el término neumólisis (destrucción del pulmón), porque no se trataría de una neumonía, se trataría de una destrucción del tejido pulmonar”, señaló.

Si bien las ciudades de altura tienen menor incidencia en contraer el coronavirus, Zubieta manifestó que no por ello la persona no debe dejar de cuidarse ni de asumir las medidas de bioseguridad.

Investigaciones anteriores

En investigaciones del mes de abril, médicos de diferentes países, entre ellos Bolivia, publicaron un ensayo en el que señalaron que “las condiciones ambientales de lugares altos y la aclimatación fisiológica de sus habitantes, disminuyen el predominio y el impacto del virus”.

Para respaldar esta hipótesis, los galenos citaron los casos de Tíbet, Bolivia y Ecuador, “lugares en los que sus ciudades altas registran menos casos positivos que las regiones más cercanas al nivel del mar”.

“Nuestro análisis epidemiológico de la pandemia de Covid-19 indica claramente una disminución de la prevalencia y el impacto de la infección por SARS-CoV-2 en poblaciones que viven a una altitud de más de 3.000 metros sobre el nivel del mar”, agregaba ese documento.

Brújula Digital


Compartir Noticia

Comentarios