Carlos Chávez, uno de los hombres de El Presidente.

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Todos los hombres del presidente. Ese es el título de la película (1976) que describe el escándalo Watergate y la caída de Richard Nixon (1974).  Más de cuatro décadas después, el FIFAGate (2015) inspiró El Presidente, una historia que  expone al detalle los hechos de corrupción de “los dueños del fútbol”.

La serie de Amazon Prime Video presenta al boliviano Carlos Chávez (murió en 2018) como uno de los hombres de El Presidente. La producción de ocho capítulos, en su primera temporada, muestra el  modus operandi de lo que la justicia de Estados Unidos  llamó “organización criminal”.

La producción exhibe la mediocridad de una Conmebol hecha a la imagen y semejanza del fallecido Julio Grondona. Chávez, interpretado por el actor chileno Jaime Omeñaca, es uno de los personajes. “Están todos los países pegados en esta parodia del fútbol”, explicó en Argentina Armando Bó, el director ganador del Óscar como guionista por la película Birdman, del mexicano Alejandro González Iñárritu (2015).

Chávez es descrito como un hombre de fiestas, mujeres y alcohol, como casi todos los miembros de un consejo de dirigentes que nunca hablaba de fútbol y que su fin era acumular millones de dólares de las coimas por  la venta de los derechos de televisión. En los episodios también aparece la esposa del exhombre fuerte de la Federación Boliviana de Fútbol.

En diciembre de 2017, el Gobierno estadounidense estableció que la Conmebol era un nido de corrupción. La Fiscalía norteamericana  denunció que Chávez recibió 6,3 millones de dólares en sobornos, de 2010 a 2016. La  fiscal Kristin Mace mostró las pruebas.

“Cuando lanzaron la serie, el director dijo que era una sátira y una ironía y yo siento que eso es encubrir hechos delincuenciales muy graves que debieran servir de enseñanza para las futuras generaciones”, dijo a Página Siete Harold Mayne Nicholls, expresidente de la Federación de Fútbol de Chile y la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (2007-2011).

Bó escribió la ficción que revela la investigación del FBI. “Este tipo de mafia no la vi, me pareció especial. Me puse a investigar sobre el tema. Todo parecía una parodia en medio de la realidad”, argumentó.

“La diferencia entre un ladrón y nosotros, es que el ladrón te saca el dinero en contra de tu voluntad”, dice una de las frases del guión con la voz de Grondona, que narra desde la tumba en la producción filmada en Chile, Argentina, Brasil y Nueva York.

El Presidente

“Algo serio falla en el fútbol para que gente tan vulgar llegue tan alto”, cuestionó el exfutbolista y escritor Jorge Valdano, en El País de España. El campeón del mundo con la selección argentina en 1986 describió así lo que pasa especialmente en el balompié de la región.

El Presidente explora eso y el escándalo que sacudió al mundo, a través de la historia de Sergio Jadue, quien pasó de ser el presidente de Unión la Calera, un pequeño club de Chile, a convertirse en el hombre más importante del balompié de su país.  El chileno-palestino fue clave en la conspiración de sobornos por  150 millones de dólares. Pero también fue relevante al ser utilizado como delator de la CIA. Todo un candidato para protagonizar una historia de los hermanos Coen.

El colombiano Andrés Parra interpreta a Jadue. El actor es conocido por la serie Escobar, el patrón del mal, en la versión oficial de lo que fue la vida de Pablo Escobar, el capo del Cártel de Medellín. Luego se convirtió en El Comandante  y después se transformó en Hugo Chávez. En El Presidente, el artista se hizo todo un chileno. “La historia de Jadue como un ejecutivo mediocre en un club de fútbol de segunda división en Chile a ser vicepresidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol y la corrupción que rodeó su tiempo allí es increíble”, indicó en Colombia.

El Presidente -contado en tono satírico, en lugar  de drama- es el “fiel reflejo del manejo del fútbol sudamericano. Es excelente”, escribió el exfutbolista José Luis Chilavert en las redes sociales.

 “No sé en detalle lo que pasó en la Conmebol. Lo que sería lindo es que se investigue lo que pasa acá”, sugirió Marco Etcheverry, exjugador de la Selección boliviana que jugó el Mundial de 1994.

  Desprecio a los   grandes

El trabajo de Bó muestra casi didácticamente cómo funciona el negocio de la reventa de entradas, los ingresos por derechos de televisión y hasta sutilmente “los incentivos” que reciben algunos periodistas deportivos.

Pero aborda especialmente el manual que los dirigentes sudamericanos seguían para conseguir la reelección en sus federaciones, con el desprecio a los clubes grandes para utilizar a las asociaciones chicas como escalera.

  “¿Cómo se recibe el dinero? Levantando la mano y votando. Para qué tener tres amigos de clubes grandes, cuando puedes tener 12 amigos de clubes chicos”, recomendaba Grondona, en la voz del actor argentino  Luis Margani.

También están los actores Luis Gnecco (como Luis Bedoya), Gonzalo Robles (Rafael Esquivel), Sergio Hernández(Eugenio Figueredo), Agustín Moya (Juan Ángel Napout), Víctor Rojas (Luis Chiriboga) y Alejandro Trejo (José María Marín), entre otros.


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