“Cultura tiende a tener menor visibilidad en el Ministerio de Educación”, concluyen en foro.

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El ámbito cultural tiene menor visibilidad e importancia en una cartera tan grande como ya es el Ministerio de Educación, concluyeron los participantes del foro virtual Impacto del cierre del Ministerio de Culturas, organizado por Fernando Daza, productor y director de la Llajtarock.

“Ya hemos sido parte de un Ministerio de Educación, y el problema en estas carteras tan grandes es que la problemática es muy fuerte. El Ministro tiende a adecuarse más al tema educativo y pierde visibilidad e importancia el tema cultural”, afirmó uno de los panelistas, el secretario de Culturas de La Paz, Andrés Zaratti.

Otro de los puntos en los que coincidieron es que un Ministerio tiene “mayor rango estatal y jerarquía” que un Viceministerio, afirmó la gestora María Fernanda Antuña, gerente de Mandala Música y Tecnología, a quien le preocupa, principalmente, la reducción de relaciones internacionales con eventos de gran magnitud.

“Un ministerio tiene la posibilidad de generar planes operativos y presupuestos para actividades específicas. Es un gestor de la política internacional, un ministerio tiene la posibilidad de mandar delegaciones y generar enlaces como el programa Ibermúsicas”, aseguró.

Por su parte, Zaratti aclaró que “el no tener un Ministerio no es un óbice para poder lograr políticas culturales”, pero “si se ven mermadas las posibilidades”. Aprovechó la ocasión para argumentar que la decisión del Gobierno de fusionar a Culturas se da por un “poco entendimiento del concepto”, dando el ejemplo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que estableció que una de las mayores potencialidades de venta de América Latina era su diversidad cultural, en el marco de las economías creativas y naranjas.

Reconocieron que los diferentes ministros de Culturas no llegaron a responder las demandas del sector, pero que es un problema “del conductor y no del auto”.

Finalmente, la asambleísta y cantante Estela Rivera, también panelista, recordó que la creación de un Ministerio propio es una lucha de largos años, que se remonta a la década del 60, en el gobierno de Víctor Paz Estenssoro, cuando la Sociedad de Poetas y Escritores solicitó la consolidación de una cartera dedica íntegramente a la cultura. La campaña recobró fuerza en los 90’s con la creación del Instituto Boliviano de Cultura.

PROTESTA  Músicos, gestores culturales y distintos artistas realizaron ayer en La Paz una protesta con instrumentos, máscaras y carteles pidiendo al Gobierno que se restituya el Ministerio de Culturas.

Más de una decena de organizaciones se movilizaron por en la urbe paceña tocando sus instrumentos, cantando y mostrando carteles exigiendo que la cartera de Culturas en el país vuelva a ser un ministerio.

Los manifestantes utilizaron barbijos, máscaras, sombreros de colores y algunos carteles con mensajes como «de mi indignación, nace mi movilización», «la cultura es la sonrisa con fuerzas milenarias», «cultura en emergencias», «nos cuidamos, pero no callamos».

«Nos parece absurdo e indignante que se quiera anular tantos años de lucha para que el sector cultural sea reconocido y que puedan trabajar en políticas públicas», manifestó a EFE la gestora cultural Ivette Saravia.

Además, sostuvo que con determinaciones de esta clase la presidenta transitoria está «anulando» el trabajo de los artistas, que es uno de los rubros más golpeados por la cuarentena para evitar contagios de la COVID-19.

Una parte de la marcha se quedó en la plaza San Francisco en La Paz, porque no se les permitió avanzar, contó Saravia.


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