Denuncian que AISEM compró en enero nueve respiradores que no cumplían con requisitos y nunca fueron usados.

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La  Agencia de Infraestructura en Salud y Equipamiento Médico (AISEM), entidad descentralizada del Ministerio de Salud, encargada de hacer compras del sector salud, adquirió en  enero nueve respiradores argentinos para el hospital del Tórax que no eran los adecuados. Cuatro meses después realizó la compra de los 170 respiradores con sobreprecio que generó un conflicto de grandes proporciones para el actual gobierno.

En ese momento, la dirección del hospital devolvió los nueve respiradores porque no eran, como se había solicitado, para uso de terapia intensiva. También rechazó varios broncoscopios descartables, de origen chino, también adquiridos por la AISEM. Los broncoscopios son instrumentos para visualizar el interior de los pulmones.

“Una vez que el hospital del Tórax envió a la AISEM toda la documentación técnica con especificaciones de cada equipo, a finales de enero llegan los respiradores y la AISEM nos entrega nueve grandes cajones, pero cuando los abrimos pusimos a consideración de nuestros especialistas y ellos vieron que los respiradores no correspondían a los términos técnicos que habíamos solicitado”, dijo el director del Hospital de Tórax, Edgar Pozo al portal Brújula Digital.

Pozo agregó que hicieron el reclamo a la entidad, que se resistía a aceptarlos de vuelta, pero “al final, convencidos con la documentación en mano, tuvieron que entender que había que cambiar los equipos”. La dirección del hospital del Tórax no fue informada sobre los precios de esos equipos, que fueron comprados por la AISEM cuando era dirigida por Freddy Saravia.

La AISEM retiró los nueve respiradores del nosocomio en abril con el compromiso de entregar los equipos requeridos, de alta gama, en breve. Ello no ha sucedido todavía.

“Hace dos semanas nos llega una comunicación de entrega de otros equipos argentinos que nuevamente no correspondían a las especificaciones que el hospital había exigido”, contó, por lo que también fueron rechazados.

Los respiradores fueron recogidos del Tórax y se desconoce dónde están actualmente, pero existe información de que nunca fueron usados. Los broncoscopios están en depósito de ese hospital ya que la AISEM se resiste a cambiar estos equipos.

Pozo consideró que esta es una falta de consideración con la población. “Estamos hablando de varios meses perdidos que fundamentalmente los pacientes no están siendo atendidos, muchas veces hemos tenido que rechazar pacientes por falta de equipamiento, entonces es un prejuicio a la salud pública”, expresó.

Agregó que esto afecta a la población asegurada por el Sistema Único de Salud (SUS), que es la que sufre mayores carencias económicas.

Donación japonesa

Pozo hizo hincapié en otra preocupación del nosocomio y contó a Brújula Digital que hace tres meses representantes de la agencia de cooperación JICA de Japón los visitaron e hicieron conocer que donarán al Tórax dos equipos, uno de tomografía y otro de hemodinamia, ambos de última generación, que suman un valor de cuatro millones de dólares.

“La embajada de Japón, en un acto oficial, entregó esta documentación a la canciller Karen Longaric en febrero pasado. Nosotros esperábamos que nos convocaran, pero hasta el día de hoy no tenemos ninguna información de esta donación y estamos muy preocupados que haya tomado otro rumbo”, dijo Pozo.

También le llama la atención al director del hospital el silencio del Ministerio de Salud ante una donación de cuatro millones de dólares. Agregó que hicieron llegar notas y cartas al exministro de Salud, Aníbal Cruz, y no recibieron ninguna respuesta. “Esa es nuestra tragedia”, manifestó.

Por ello, Pozo y otros directores de hospitales públicos harán una visita a la nueva ministra de Salud, Eidy Roca, para hacer conocer sus preocupaciones y demandas.

De acuerdo a Brújula Digital, el director también dijo que el Estado desde diciembre del año pasado no ha cumplido con la Ley 1152, que creó el SUS, que establece que entregará recursos económicos a los hospitales para que puedan equiparse, comprar medicamentos, insumos y atender a la población.

En ese sentido, el Estado tiene una deuda con el Hospital de Tórax de alrededor de dos millones de bolivianos. /ANF


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