Burlan cuarentena y aceleran chaqueo en la ruta al Trópico.

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El chaqueo para la preparación de la tierra con fines agrícolas en la ruta al Trópico de Cochabamba comenzó y el posible descontrol del fuego está latente. Esta quema es una actividad ilegal, pero nadie la frena.

Solo en Santa Cruz, Beni y el norte de La Paz se autoriza esta actividad, mientras que en el resto del país está prohibida.

En la carretera hacia el oriente del país, a lo lejos, se pueden divisar las quemas. El humo blanco entra por las ventanas de los autos y atrapa a los viajeros. Cuando se aproximan a estos puntos, el ambiente es desolador y la calidad del aire está afectada.

Lo que un día fue un bosque, ahora tiene árboles derribados y un suelo con brasas negras. La vegetación fue deforestada y la que queda en los alrededores  ve amenazada por quienes quieren consolidar parcelas para la siembra.

En un recorrido entre los municipios de Colomi y Villa Tunari, se evidencian grupos de al menos una decena de personas que rompen la cuarentena que rige en todo el país por el coronavirus COVID-19 y llegan a estos bosques en camiones de gran tamaño y con sacos que se presume llevan las semillas para comenzar la siembra.

El riesgo es mayor ante la amenaza de un incendio forestal por el descontrol del fuego.

Los cerros, que son considerados ecológicamente inestables, son los objetivos principales.

LA SITUACIÓN El uso del fuego en el manejo de la tierra está arraigado entre los pobladores de esta región. Es una herramienta básica en las comunidades para la agricultura.

Su asentamiento se realiza sin ninguna planificación y en tierras que pueden ser o no aptas para la actividad agrícola.

La Autoridad de Control y Fiscalización de Bosques y Tierra (ABT) es la encarga del control, supervisión y regulación de  los sectores Forestal y Agrario en todo el país. En la tranca de Locotal tiene un puesto de control, donde se debe pedir autorización para el chaqueo, sin embargo por la situación de la pandemia, el mismo se encuentra sin atención.

Pese a que existe una sanción para quienes deforestan los bosques, es casi imposible regular esta actividad, reconocieron en la ABT. Para los ambientalistas, el monto de la multa, qu va de 2 a 6 bolivianos por hectárea, es irrisorio.

El secretario departamental de la Madre Tierra de la Gobernación, Alan Lisperguer, explicó que no se tiene ninguna denuncia al respecto, sin embargo, la ABT y el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap) son los directos responsables del control y seguimiento de estos casos.


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