La pandemia del COVID-19 ha puesto en jaque al mundo entero, pero entre las grandes afectadas están las compañías aéreas que se reinventan y buscan por todos lados los recursos necesarios para subsistir y eludir los inminentes recortes de personal.La mayoría de los especialistas coinciden en que después del coronavirus la industria del transporte aéreo ya no será la misma, pues lo que está sucediendo a nivel global es bien distinto a las crisis anteriores y dejarán un daño que, cuando menos, demorará años en superarse.
Estimaciones de IATA. La IATA (Asociación Internacional de Líneas Aéres, por sus siglas en inglés), en su previsión del 14 de abril, estimó que los ingresos por pasajeros aéreos disminuirán en 314.000 millones de dólares en 2020, una caída del 55% respecto a 2019. Es por ello que a nivel mundial se están valorando variantes diversas para paliar la crisis y mantener operativas las aerolíneas.
Acciones de supervivencia. Los directivos de la compañía rusa Rossiya Airlines deben haber recordado ese antiguo refrán que dice «a falta de pan son buenas las tortas» y ante la ausencia de pasajeros comenzaron a transportar insumos médicos durante la crisis del COVID-19.
«Debido a las restricciones temporales sobre el transporte internacional de pasajeros, Rossiya Airlines reorientó una parte de su flota al transporte de cargamentos médicos», comunicó esta empresa que forma parte del grupo Aeroflot.
Rossiya Airlines usa a estos efectos los Boeing 777-300/300ER, con una capacidad de carga de casi 40 toneladas como promedio. Las mercancías son depositadas tanto en bodega como en cabina, sin desmantelar los asientos, pero usando materiales especiales para aislarlos, gracias a lo cual se podrá reanudar el transporte de pasajeros en cuanto se levanten las restricciones.
Una variante distinta fue la adoptada por la aerolínea colombiana Avianca Holdings —una de las más grandes de Latinoamérica y la mayor de su país—, que anunció en su web la solicitud realizada en un tribunal neoyorquino para reorganizar sus negocios bajo la ley de bancarrota estadounidense.
Otro paso diferente lo dio Aerolíneas Argentinas, que unió sus operaciones a la subsidiaria Austral, para tratar de sobreponerse a la crisis creada por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2. «Hemos decidido fusionar Aerolíneas y Austral», señaló el titular de la compañía aérea Pablo Ceriani, en las redes sociales.
Mientras que en Europa y otras partes del mundo los gobiernos se esfuerzan en rescatar a sus principales compañías aéreas, como son los casos de Francia, Alemania y EEUU.
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