La semana pasada, el ministro de Hidrocarburos Víctor Hugo Zamora indicó que en 48 horas se iba a habilitar un laboratorio en Tarija con la capacidad de procesar muestras locales del coronavirus. Después, en privado, indicó que no se trataba de un plazo para entregar sino para empezar a implementar el mismo laboratorio.
«En 48 horas retornan los médicos de La Paz donde se están yendo a capacitar y así se empieza el proceso» se esforzaban en explicar sus comunicadores.
El propio Zamora reconoció el riesgo de llevar las muestras hasta la ciudad de La Paz o Santa Cruz desde Tarija, para lo que además se tiene que alquilar un avión de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB).
Las dificultades se han traducido en un bajo nivel de pruebas realizadas en Tarija frente al nivel de observados y sospechosos. En todo marzo, apenas se realizaron 10 pruebas con 446 casos observados.
A esto se suma el endurecimiento del protocolo, para garantizar que solo se mandan las muestras de los pacientes con síntomas evidentes, un criterio que choca con la recomendación de la OMS, que pide multiplicar el número de pruebas para garantizar los aislamientos exitosos.
Fuentes al interior de la Gobernación y del Hospital San Juan de Dios reconocen un problema de abastecimiento de reactivos desde el Ministerio de Salud, que solo confirmó la existencia de 2.500 pruebas y se esperaba la llegada de otras 7.000, que a la fecha no han llegado pero se han comprometido otras 20.000 para esta semana.
ElPaís.
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