Luego de anunciar el ingreso de los más de 150 connacionales al país, que se encuentran en el puesto fronterizo de Huara, en Chile, la canciller de Bolivia, Karen Longaric, informó ayer en la mañana que las fronteras del país se mantienen cerradas y se suspende la repatriación. “Por decisión presidencial, las fronteras del país se mantienen cerradas y se suspende la repatriación de los compatriotas bolivianos varados en Huara, Chile. El ministerio de Defensa tomará los recaudos para garantizar ayuda humanitaria a nuestros compatriotas”, se lee en la cuenta de Twitter de la ministra.
Contexto. Luego de tres días de peregrinar entre Iquique, Huara y Colchane a pie y en buses, los más de 150 bolivianos fueron trasladados el sábado por autoridades chilenas hasta frontera con Bolivia. Longaric anunció el domingo, en su cuenta de Twitter, que el lunes junto al ministro de Defensa, Fernando Lopez, iría a Pisiga para “acompañar el ingreso de nuestros compatriotas a territorio nacional”. “Quienes ingresen cumplirán los protocolos de la OMS y seguirán estrictas reglas sanitarias para garantizar la seguridad de todos los bolivianos”, remarcó en parte del tuit.
Situación. Los migrantes bolivianos, entre los que hay niños y mujeres embarazadas, recibieron el apoyo de instituciones y activistas que mediante una carta dirigida a las autoridades advirtieron que los controles en fronteras por la pandemia del coronavirus, vulneran los derechos fundamentales de las personas y las ponen en situación de mayor riesgo. “Queremos ser enfáticos en señalar que el control de las fronteras contribuye a la alta vulnerabilidad de los colectivos migrantes que salieron del país por diversas circunstancias y que hoy, ejerciendo su derecho al retorno garantizado por la Constitución Política del Estado y convenios internacionales de derechos humanos suscritos por nuestro Estado, no pueden ingresar a territorio nacional”, se lee en la carta firmada por al menos 23 instituciones y colectivos y 12 activistas.
La participación de la CIDH. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) recibió la información sobre el impedimento de ingreso a Bolivia de estas personas, alojadas en carpas, tras el endurecimiento de medidas restrictivas tomadas por Bolivia frente al Covid-19, y expresó su preocupación. “La @CIDH tomó conocimiento que el grupo incluye personas mayores, embarazadas, niñas/os que están en condiciones precarias mientras no tienen retorno autorizado por #Bolivia, ello causa extrema preocupación por el riesgo de deterioro de las condiciones sanitarias. #COVIDー19 #DDHH 2”, se lee en la cuenta de Twitter de la CIDH.
En tanto, los connacionales deberán esperar hasta nuevo aviso su posible ingreso al país, y permanecerán en carpas improvisadas y en riesgo permanente, hasta recibir la anunciada ayuda humanitaria del gobierno boliviano.
En Chile califican de indolente la determinación de la Cancillería boliviana
El Jefe de Defensa Nacional de la región de Tarapacá, en el norte de Chile, general Guillermo Paiva, criticó este lunes a las principales autoridades de Bolivia por cerrar la frontera a ciudadanos bolivianos que pretenden regresar a su país, actitud que calificó como indolente y tozuda. “En mi condición de Jefe de la Defensa Nacional de la región de Tarapacá, no debo más que criticar la tozudez y la indolencia de las autoridades bolivianas”, reprendió el general Paiva.
Las declaraciones de la autoridad chilena se dieron después de que el Gobierno boliviano decidió cerrar la frontera, incluso a bolivianos que buscan regresar al país. En ese marco, la canciller Karen Longaric informó que se había suspendido la repatriación de bolivianos que están varados en la frontera de Huara.
“Presidenta Áñez, canciller Longaric: están jugando con la esperanza de un grupo de bolivianos, están jugando con la esperanza de Iván, ese pequeño niño que lo único que quiere es volver a su país con su familia; les digo nuevamente, esta gente está sana, no tiene ningún problema”, remarcó el jerarca militar chileno.
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