El jueves de la semana pasada, el Ministro de Hidrocarburos Víctor Hugo Zamora dio 48 horas para que el laboratorio local para procesar las pruebas de coronavirus en Tarija estuviera listo. Esa misma noche ya aclararon que se trataba de iniciar con la implementación del laboratorio en 48 horas. Ayer el director del Servicio Departamental de Salud (Sedes) dio hasta diez días para contar no tanto con el laboratorio, que tiene su espacio en las instalaciones del Sedes, sino con los reactivos, que hagan posible esa verificación.
YPFB anunció en su momento la compra de 100.000 pruebas rápidas que también descartó al día siguiente pese a que se han mostrado como un potente elemento de triaje, aunque la OMS todavía no las recomienda. El ministro de Salud, Aníbal Cruz, habló de la existencia de 2.500 pruebas en el país, de las que ya quedan menos de 2.000, y comprometió la llegada de 7.000 más. Han pasado 10 días desde entonces y recién el viernes el Ministro de Planificación habló de la llegada de 20.000 pruebas en esta semana entrante.
En Tarija hay 379 personas en observación domiciliaria y dos sospechosos de más consideración, pero desde el inicio de la crisis en Bolivia se han descartado cuatro casos. Cuatro. El primero de ellos tardó casi cinco días en obtener resultados. El párroco de San Francisco lleva también dos días esperando.
La OMS recomienda salir a buscar a los posibles contactos y hacer pruebas inmediatas para así garantizar la cuarentena total, ya que una de las características del virus es precisamente que en muchos casos no se manifiesta, pero si contagia.
El protocolo, por el momento, habla de aislamiento. Así estamos.
ElPaís.
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