Tarija aún no sabe convivir con personas portadoras de VIH.

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La sociedad tarijeña aún no ha aprendido a convivir con personas portadoras del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), por eso se mantienen los prejuicios, la discriminación, lo que provoca que muchos de ellos caigan en la soledad y la depresión. Este domingo 1 de diciembre se recuerda el Día Mundial de Lucha Contra el SIDA.

El responsable del Programa Departamental de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), VIH – SIDA y Hepatitis Virales del Servicio Departamental de Salud (Sedes), Carlos Romero Michel, informó que durante la gestión 2019 se registraron 83 casos confirmados de portar el virus, mientras que el año pasado habían cerrado con 82.

Estigma

Ángel Daniel, que es portador del virus desde hace seis años, observó que en Tarija todavía existe el estigma y la discriminación hacia las personas que tienen VIH, lo que no sucede en otras regiones o países donde saben que no es un peligro, que no existe el contagio directo, ya que la transmisión es a causa de una acción específica.

Además, dijo, estas actitudes hacen que el portador se aísle, no asume el diagnóstico por miedo a la discriminación, al rechazo, cae en la depresión, la tristeza y la soledad, se deja llevar con el tiempo, no consume los medicamentos, experimenta la falta de apoyo “y se deja morir”.

“Lo que más necesitan es que se les entienda y los acompañen –demandó-, no necesitan ser juzgados ni criticados, se quedan solos por los prejuicios y el qué dirán de la gente. Cuando asume ser portador y lo supera, cumple con la medicación, puede tener una vida normal, como la de cualquier otra persona”.

Aclaró que es equivocado pensar que quienes pasan por este trance deben estar postrados en cama, que no pueden trabajar y que todo el tiempo recaen con alguna enfermedad, lo cual no es así, eso pasa solo con los pacientes que ya llegaron a la etapa terminal, cuando ya presentan el Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida (SIDA) lo cual no es frecuente en Tarija si se cumple con la medicación.

En el caso de la mayoría, que fue diagnosticada de manera temprana, la vida es normal como la de cualquier otro ciudadano, solo se debe asumir y replantearse cómo actuar en la vida, entender la situación por la que se atraviesa y ser responsable con uno mismo, con lo que es el uso de los medicamentos.

“Si yo me cuido, si yo estoy bien, si estoy en tratamiento y sigo ese proceso en mi vida –afirmó-, yo ni nadie vamos a correr peligro, ya estoy seis años viviendo con el virus, vivo con mi familia, estoy en buenas condiciones de salud, el virus esta en mi cuerpo, pero no me afecta y tampoco afectará a otras personas, la situación está controlada, así no se llega a un estado terminal, pocos son los que la sufren”.

Tarija ocupa el séptimo lugar en prevalencia

El departamento de Tarija, a nivel nacional, ocupa el séptimo lugar en cuanto al número de casos en relación a su población, informó Carlos Romero Michel. Por ejemplo, Beni, que tiene una menor cantidad de habitantes, “nos supera en cuanto al número de diagnosticados.

Por otra parte, apuntó que el programa es absolutamente “gratuito”, porque no se cancela por el diagnóstico y los exámenes complementarios más importantes, por ejemplo, los estudios de carga viral y recuento de linfocitos que son bastante onerosos. Pero los estudios de rutina como el hemograma, de orina y el hepatograma los debe cancelar el paciente.

Hasta hace un par de años los pacientes del departamento de Tarija eran privilegiados en relación al resto del país, porque el Seguro Universal de Salud Autónomo de Tarija (Susat) cubría casi todos los exámenes complementarios, incluso las enfermedades oportunistas que surgían en los pacientes.

Subrayó que el acceso a los medicamentos para el VIH también es gratuito y garantizado, los pacientes recogen su medicación una vez al mes y se les realiza un control y monitoreo mensual. Si no ha presentado ninguna sintomatología continua con el tratamiento normal.

ElPaís.


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