La Policía y las Fuerzas Armadas, en operaciones conjuntos, evitaron que cocaleros del Chapare cochabambino ingresen este viernes a la ‘Llajta’. La masiva concentración había llegado el jueves (ayer), a la capital de Cochabamba, para expresar su rechazo contra la presidenta Jeannine Áñez y apoyar a Evo Morales, que se encuentran asilado en México.
«Hemos negociado hasta más no poder», dijo el comandante de la Policía de Cochabamba, Jaime Zurita, a tiempo de justificar la intervención con gases lacrimógenos contra los manifestantes que, luego de un cabildo realizado esta mañana en El Morro, en Sacaba, determinaron marchar hacia la plaza central 14 de Septiembre.
El jefe policial también dijo a los medios de comunicación de Cochabamba que la acción permitió decomisar, nuevamente, armas de fabricación casera, así como escopetas, y explosivos a los cocaleros. «Ellos manifestaron que lo hacían de forma pacífica, pero cómo puede ser pacífico si se encuentra este tipo de materiales», agregó.
La refriega se produjo entre las 16:00 y las 18:00 de este viernes. Hay decenas de manifestantes detenidos, así como un número indeterminado de policías heridos, sostuvo Zurita, que insistió que la acción policial-militar tiene como propósito «restablecer el orden público».
Nuevos detenidos
Los cocaleros habían llegado el jueves por la mañana hasta Sacaba, al igual que este viernes, policías y militares patrullaron la zona y establecieron puntos estáticos de control lo que permitió aprehender 141 personas, además de decomisar $us 30.000 y Bs 88.000. Además de incautar armas blancas, objetos punzo cortantes, armas de fabricación casera y explosivos.
En esta nueva jornada de enfrentamientos, el Comando de la Policía de Cochabamba aún no ha terminado de cuantificar el número de personas detenidas ni armas y explosivos decomisados.
Apoyo a Evo
Organizaciones afines al Movimiento Al Socialismo (MAS), como es el caso de los cocaleros del Chapare, no aceptan al Gobierno de transición que manda en Bolivia desde que Evo Morales renunciara el 10 de noviembre y un día después, ayudado por el Gobierno de México, saliera del país.
Evo se vio obligado a asilarse en México luego de más 20 días de movilizaciones en Bolivia, mismas que denunciaban fraude electoral en favor del MAS y que el partido del líder cocalero minizaba. Incluso, el mismo Morales había celebrado dos veces, su victoria; la primera oportunidad, lo hizo el mismo domingo 20 de octubre, sin que se conociesen los resultados oficiales de las elecciones y dos horas después de que se paralizara el conteo rápido de votos TREP.
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