Transportistas levantan el paro por el alza de los combustibles.

Compartir Noticia

Los transportistas de Ecuador suspendieron una huelga contra la eliminación de la subvención a los combustibles que derivó en dos días de disturbios en medio de un estado de excepción, en el que los militares están a cargo de restablecer el orden.

Las fuertes manifestaciones por el alza de los precios en hasta 123%, que también es rechazada por otros sectores sociales que protestan en las calles, dejaron 59 uniformados heridos y 379 detenidos, según el balance consolidado más reciente del gobierno.

El Servicio de Gestión de Riesgos también había reportado 14 civiles heridos.

«Hoy día de nuestra parte se termina la medida de hecho», dijo Abel Gómez, dirigente transportista, en una rueda de prensa en Quito junto a otros líderes del ramo, en la que plantearon a las autoridades fijar nuevas tarifas en compensación.

El Ejecutivo controla el costo de pasajes de autobuses interprovinciales, mientras que el de los urbanos y de taxis corresponde a los municipios.

Gómez pidió al Ejecutivo que asegure las condiciones para que los servicios de transporte se normalicen en todo el país ante manifestaciones de estudiantes universitarios y sectores de oposición, que también cuestionan el desmonte de subsidios en función de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para recibir préstamos.

Esa medida, que hizo estallar el descontento social, elevó los precios del galón americano de diésel de 1,03 a 2,30 dólares (123%) y de gasolina corriente de 1,85 a 2,40. «No son decisiones fáciles de aceptar», señaló el presidente Lenín Moreno.

Situación caótica

Gómez hizo alusión a una «situación caótica en la que se encuentra el país» a raíz de la huelga de transportistas tras la eliminación de subvenciones por 1.300 millones de dólares al año.

«Que quede claro: se eliminó el subsidio, se acabó la zanganería«, advirtió el mandatario el viernes, cuando decenas de manifestantes volvieron a sostener choques con policías en Quito, intercambiando pedradas y artefactos incendiarios por bombas de gas lacrimógeno, según comprobaron periodistas de la AFP.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), con sede en Washington, expresó por Twitter su «preocupación por uso excesivo de la fuerza por la policía en #Ecuador, como evidencian imágenes de represión a las protestas sociales». El organismo refirió «por lo menos 19 heridos y 20 periodistas agredidos».

Sin clases por orden gubernamental, Ecuador debió lidiar con la huelga de los transportistas que llegó a desafiar la medida de excepción impuesta el jueves para movilizar a los militares.

Ante la ausencia de taxis y autobuses en las calles, la población debió ingeniársela para cumplir con sus actividades. En Quito solo operaba el sistema municipal de transporte -insuficiente para atender la demanda-, por lo que las Fuerzas Armadas habilitaron sus vehículos al servicio ciudadano.

Ecuador adoptó la impopular medida, en vigencia durante cuatro décadas, en acuerdo con el FMI para obtener créditos por 4.209 millones de dólares ante el desbarajuste de su economía dolarizada y dependiente del petróleo. 

El elevado endeudamiento de los últimos años -que Moreno achaca a su antecesor Rafael Correa- afectó la liquidez, según las autoridades. 

Pese a las protestas sociales, el jefe de Estado sostiene que no cambiará de «opinión». «No me tiembla la mano para hacerlo. Debemos erradicar todas esas distorsiones» en la economía», manifestó.

Moreno decretó el estado de excepción, con lo que quedó facultado para restringir derechos, aunque de momento solo ha empleado las atribuciones para reforzar el control con los militares. 

Millonarias pérdidas

Las protestas de diversos sectores, que dejan pérdidas diarias por 262 millones de dólares según empresarios industriales, se han extendido a Guayaquil, de las mayores ciudades del país, donde organizaciones de indígenas y sindicales amenazan manifestarse en los próximos días.

Sin mayoría en el Congreso y con las encuestas en contra, Moreno encara las primeras consecuencias del acuerdo de marzo con el FMI, que además implica el promover reformas tributarias y laborales que disgustan a la población.

Antes de que la izquierda asumiera el poder en Ecuador, en 2007, protestas sociales dieron paso al derrocamiento de tres presidentes, dos de los cuales intentaron ajustes económicos.

Otros organismos multilaterales también entregarán 6.070 millones de dólares en préstamos a la administración de Moreno, que por falta de liquidez ha emitido bonos por más de 10.000 millones de dólares.  

La deuda externa pública de Ecuador subió en 47% en el actual gobierno (a 39.491 millones de dólares, 36,2% del PIB).


Compartir Noticia

Comentarios