Una alimentación equilibrada, actividad física regular y tener hábitos de vida saludable son acciones que ayudan a fortalecer las defensas del organismo de forma natural y facilitan el correcto funcionamiento del sistema inmunológico.
Así, uno es menos propenso a enfermar, señalan dos especialistas en nutrición.
“El sistema inmunológico se encarga de la defensa natural del cuerpo contra las infecciones, virus, bacterias, hongos y microorganismos que pueden resultar patógenos o producir enfermedades”, explica el nutriólogo Marco Canedo.
La alimentación y el sistema inmunitario están muy relacionados. Explica que los alimentos proveen todos los elementos necesarios para el buen funcionamiento de este sistema inmunitario y del organismo en general.
Cuando hay una mala alimentación o es desequilibrada o muy pobre —en vitaminas, minerales, antioxidantes—, entonces el organismo está inmunitariamente en menos capacidad de poder responder frente a las agresiones, a los ataque de los virus o bacterias.
“La alimentación tiene que ser equilibrada, no podemos eliminar ningún nutriente porque todos son necesarios”, explica Fabiola Maldonado, nutricionista.
Los especialistas coinciden en señalar que la alimentación saludable es aquella que aporta a cada individuo todos los alimentos necesarios para cubrir sus necesidades nutricionales, en las diferentes etapas de su vida y en situación de salud.
Así, una buena alimentación debe “mantener el equilibrio entre los macronutrientes —que son las proteínas, carbohidratos y grasas— y los micronutrientes —vitaminas y minerales—”, dice Canedo.
Para la generación de defensas se tienen que producir glóbulos blancos, y las vitaminas y los minerales —los antioxidantes naturales— estimulan esta producción. Los cuales se encuentran en frutas y verduras.
Los alimentos que ayudan a reforzar el sistema inmunológico contienen cinc, cobre, hierro, selenio, vitamina A, C, D, E, complejo B6 y Q10.
Los especialistas aclaran que alimentación es un pilar básico, pero no el único; tiene que ir acompañado de actividad física regular, hábitos de vida saludable como no fumar, evitar el consumo de alcohol , descansar y no estresarse.
“El ejercicio físico desarrolla las defensas, mejora el sistema inmunitario, hace que las células de la defensa puedan ser producidas en mayor escala”, explica el nutriólogo.
Maldonado acota que el ejercicio físico también ayuda a combatir el estrés, la ansiedad y a tener un mejor descanso, factores que beneficiarán al sistema inmunológico.
Canedo explica que el estrés inhibe el sistema inmunitario. La gente ansiosa, depresiva tiene más posibilidades de enfermarse.
Asimismo, el abuso del alcohol acaba reduciendo los nutrientes, frena la multiplicación de glóbulos blancos e impide que los macrófagos (células) se activen.
Entérese de algunos de los alimentos que ayudan a potenciar las defensas del organismo.
1. Vitamina C
Es el antioxidante por excelencia. El pimentón es el más rico en vitamina C, le siguen el kiwi, el coliflor, la frutilla, el limón y la naranja.
2 Ajo
Maldonado señala que es un antibiótico natural que ayuda a vencer las infecciones respiratoria. Aporta al cuerpo enzimas, antioxidantes, potasio, fósforo, cinc y calcio. Refuerza el sistema respiratorio y aumenta el nivel de glóbulos blancos en la sangre .
3. Miel de abeja
Activa el sistema inmunitario por la cantidad de nutrientes y antixodantes que tiene. Contiene unas sustancias llamadas inhibidinas que le otorgan una capacidad bactericida y antiséptica, por eso se la utiliza como remedio para aliviar la tos y la irritación de garganta. Además, ayuda a equilibrar el sistema nervioso, reduce el colesterol y mejora la digestión.
4. Cebolla
Es uno de los remedios naturales más usados para combatir las infecciones respiratorias y aumentar las defensas, debido a sus propiedades depurativas y desinfectantes. Contiene vitaminas, sales minerales, azufre, magnesio, hierro y sodio. Se consume cocida para aliviar las afecciones respiratorias como una congestión en los bronquios y cruda para reducir la tos y la mucosidad.
5. Jengibre
Tiene propiedades antiinflamatorias y expectorantes, por lo que es recomendable su consumo frente a cualquier tipo de afección respiratoria, ya sea catarro, gripe o una simple inflamación de la garganta. Contiene potasio, fósforo y vitamina C.
6. Frutos secos
Los frutos secos aportan vitamina E, que es muy importante para el sistema inmune y las defensas. Se los puede consumir solos o acompañando las ensaladas. En especial, las almendras ayudan a la producción de glóbulos blancos.
7. Probióticos
Son alimentos o suplementos que contienen microorganismos vivos destinados a mantener o mejorar las bacterias “buenas” (microbiota normal) del cuerpo. Se los encuentra en los yogures o el kéfir.
8. Vitamina A
El organismo necesita vitamina A para mantener en buen estado la piel y las mucosas (entre ellas, las que recubren el interior de los bronquios) y reducir el riesgo de afecciones respiratorias. La zanahoria es el alimento más abundante en betacaroteno, antioxidante que en el intestino acaba transformándose en vitamina A a medida que el organismo la necesita.
9. Coenzima Q10
Maldonado explica que esta coenzima se encuentra en el hígado (res, pollo, cerdo), ajonjolí, semillas de sésamo y frutos secos, los cuales cuentan con aceites saludables y ayudan a mantener el calor en el cuerpo.
10. Agua
Es necesario que el cuerpo esté bien hidratado para así eliminar las toxinas y limpiar los desechos del organismo. En caso de estar enfermos, la hidratación evita que las mucosas se sequen y se favorece la fluidificación de las secreciones.
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