El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, convocó un “terremoto en las urnas” contra los demócratas en el inicio formal de su campaña a la reelección a la Casa Blanca en los comicios que se celebrarán en noviembre de 2020. Para ello, defendió sus logros en materia económica y recrudeció su discurso ultranacionalista y antiinmigrante.
Cerca de 20.000 seguidores en el Amway Center en Orlando, en el centro de Florida, lo ovacionaban eufóricos, portando gorras rojas y cantando: “¡Construye el muro!”, refiriéndose a la prometida valla en la frontera con México.
“¡Lo estamos construyendo!”, dijo Trump, quien anunció en la víspera que piensa deportar a “millones de extranjeros ilegales” a partir de la semana próxima.
“¿Se pueden imaginar esas caravanas (de desplazados que llegan a la frontera) si no tuviéramos las barreras y muros que ya están en su lugar? Este país sería un desastre”, afirmó el mandatario.
A pesar de que las primeras encuestas muestran que el magnate republicano es vulnerable, Trump buscará una reelección con el espaldarazo que recibe de una economía fuerte y de una leal base de seguidores de derecha.
En este sentido, el empresario de 73 años elogió la salud de la economía estadounidense durante su Gobierno.
“Nuestro país avanza, prospera y está en pleno crecimiento”, dijo a sus seguidores. “Nuestra economía es la envidia del mundo. Es quizás la mejor economía que hemos tenido en la historia de nuestro país”.
Terremoto en las urnas
“La única cosa que estos políticos van a entender es un terremoto en las urnas, lo hicimos una vez y lo vamos a volver a hacer, y esta vez vamos a terminar el trabajo”, dijo Trump ante unos 20.000 seguidores en un mitin en Orlando (Florida).
“Me presento ante ustedes -añadió- para lanzar oficialmente mi campaña para un segundo mandato como presidente de Estados Unidos”.
Pese a hacer ayer oficial el anuncio, Trump trabaja para su reelección desde que llegó al poder en enero de 2017, con una campaña con decenas de mítines a lo largo y ancho del país.
“A nuestros opositores demócratas radicales les mueve el odio y la rabia. Quieren destruirlos y quien destruir nuestro país tal y como lo conocemos. Inaceptable. Eso no va a suceder”, afirmó Trump en su acto.
El presidente también oficializó que su eslogan de campaña será “Keep America Great” (“Mantengamos a EEUU grande”), como sucesor del popular “Make America Great Again” (“Hagamos a EEUU grande otra vez”) de 2016.
El anuncio de ayer coincidió con el cuarto aniversario del lanzamiento de su candidatura, el 16 de junio de 2015.
El acto dio oficialmente el pistoletazo de salida a la campaña de reelección de Trump, cuando faltan más de 16 meses para las elecciones de noviembre de 2020 y más de un año para que la oposición demócrata defina cuál de sus 24 precandidatos competirá finalmente contra el presidente.
Al único demócrata que Trump mencionó ayer fue al exvicepresidente Joe Biden, favorito según las encuestas para ganar la contienda progresista.
La recaudación de fondos para la reelección de Trump comenzó hace casi dos años, cuando apenas llevaba cinco meses en la Casa Blanca.
En octubre pasado, Trump superó los 100 millones de dólares recaudados para su reelección, una cifra que sobrepasa con creces los 11 millones y los 2,4 millones que sus predecesores Barack Obama y George W. Bush recolectaron, respectivamente, durante sus dos primeros años en el poder.
Dramas e intrigas
Después de más de dos años en la Casa Blanca llenos de dramas y de intrigas, este empresario apuesta a que la economía pujante y su promesa de luchar por la olvidada clase trabajadora estadounidense persuadan al electorado de que merece un segundo mandato de cuatro años.
Pero ya hay más de 20 demócratas compitiendo por la nominación y la larga investigación sobre si había vínculos entre su equipo y Rusia, y su estilo divisivo y lacerante, han perjudicado su imagen de presidente poco convencional.
Encuestas desfavorables
Varias encuestas muestran que Trump queda muy relegado si se enfrentara a Joe Biden, el favorito para hacerse con la nominación demócrata, que tiene como mensaje devolver a Estados Unidos a los tiempos menos agitados cuando Barack Obama dirigía el país y él era su vicepresidente.
Pero no solo un político consolidado como Biden tiene la ventaja. Incluso Pete Buttigieg, un alcalde homosexual de una pequeña localidad del centro del país, que irrumpió como una sorpresa en el campo demócrata, se impondría a Trump por un estrecho margen, según una encuesta publicada por la cadena conservadora Fox News este fin de semana.
Pero, las encuestas tan lejanas a la fecha de las elecciones tienen poco valor y en 2016 los sondeos fallaron a la hora de predecir que Trump iba a vencer a la candidata demócrata, Hillary Clinton. Ante este panorama, Trump ha denunciado la “falsedad” de las encuestas y medios estadounidenses informaron de que despidió a varios de los encuestadores que trabajaban en su campaña.
Una encuesta interna de la campaña de Trump ya había hecho saltar todas las alarmas unas semanas atrás en el edificio de Arlington (Virginia) que el Partido Republicano les ha cedido para instalar a su equipo.
La encuesta, realizada a finales de marzo y publicada en detalle esta semana por la cadena ABC, sitúa al presidente por detrás del exvicepresidente Joe Biden –identificado como el rival a batir tanto por el republicano como por sus colegas demócratas– en varios de los estados cruciales para su reelección: 14 puntos por detrás en Pensilvania, 10 en Wisconsin, 7 en Florida y 2 en Texas.
Trump aparece detrás de las encuestas, incluso en el caso del izquierdista Bernie Sanders, pese a las acusaciones de la Casa Blanca contra el independiente de querer llevar al país hacia un socialismo, tal como ocurrió en Venezuela, Nicaragua y Bolivia.
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