El Concejo Municipal tiene sobre la mesa y en el Orden del Día de la Sesión de hoy el tratamiento de una solicitud de endeudamiento del Gobierno Municipal con la banca privada por 36 millones de bolivianos, a cinco años y a un interés superior al 5%, muy lejos del 1% que el Banco Mundial ha ofrecido para una veintena de hospitales y centros de salud en Bolivia y lejos también del 2% que ofrecía recientemente el Gobierno en los Fideicomisos para completar obra pública. En ese contexto, el debate está por demás servido.
El Gobierno Municipal argumenta que el crédito de 36 millones de bolivianos es necesario para construir el colegio Castelfort Castellanos, promesa realizada luego de que las familias – mayoritariamente residentes en el barrio Aeropuerto, protestaran por el reordenamiento vial del barrio para beneficiar a los alumnos de un colegio particular. Entre los proyectos contenidos en el crédito también están las obras de dos hospitales de segundo nivel, de los cuales se viene hablando desde la campaña de 2015, cuando ya se presentaron como una realidad.
Política mayor o menor
Desde que el Gobierno Municipal perdió la mayoría en el Concejo Municipal apenas han pasado proyectos importantes por ahí. Tampoco la nueva Directiva conformada por Francisco Rosas – electo por UNIR -, Ana Sorich y Raquel Ruíz (Ambas del MAS), ha llevado de vuelta algunos de los proyectos que criticaron en su momento. La gestión del crédito es por tanto el primer proyecto de envergadura que entra al Concejo Municipal y pone a prueba las fuerzas antes de la renovación de mayo.
La bancada del alcalde – electo por UNIR, ahora Primero la Gente – se partió pronto. De siete concejales se redujo a cinco primero, con el distanciamiento de Ruth Ponce y Alberto Valdez, fieles al exalcalde Óscar Montes, y cuatro cuando Francisco Rosas jugó sus cartas para hacerse con la Presidencia del Concejo Municipal.
Inversión
El presupuesto anual ronda los 570 millones de bolivianos para el 2019
En las últimas semanas, el apoyo que inicialmente brindó del concejal de UDA, Alan Echart, también ha estado en entredicho luego de que se trabaran distintas iniciativas, mientras que el expresidente del Concejo Municipal Alfonso Lema ha adoptado un perfil sustancialmente bajo.
Desde entonces Paz y su equipo se han dedicado a “aplacar” primero y “reconquistar” después. Ya antes de Carnaval el presidente del Concejo Municipal Francisco Rosas y, sorprendentemente, el jefe de la bancada del MAS, Sergio Gallardo, dieron apoyo explícito al endeudamiento planteado y solo observaron algunos proyectos considerados no prioritarios, pero tampoco se ha hecho bajar el monto.
En contra del crédito sí están los dos concejales de UNIR, Ruth Ponce y Alberto Valdez, que han considerado que no se justifica la urgencia para un crédito de interés elevado y consideran que se podría planificar la inversión con recursos corrientes en dos o tres presupuestos.
¿Cómo están las finanzas de la Alcaldía?
El debate del endeudamiento no es de forma, sino de fondo. El Gobierno Municipal de Tarija pasaba por ser una de las entidades más saneadas del país. Una situación producto de los elevados ingresos por Impuestos Directo a los Hidrocarburos, pero también por el incremento de los recursos propios producto de la gestión tributaria.
¿Es el crédito una forma óptima de hacer gestión?
Dentro de la ortodoxia capitalista en la que se mueve el mundo occidental – también Bolivia -, el paradigma del déficit cero es uno de los sagrados, sin embargo, la inmensa mayoría de los países afrontan endeudamientos. En 2017 el promedio iberoamericano estaba en el 43% del PIB.
Bolivia recién ha empezado el camino del endeudamiento, aunque es bajo en relación al PIB. Gobiernos Subnacionales como el de Tarija han recurrido a créditos de la banca privada en una situación de emergencia social ante el parón de la inversión pública que se traducía en empresas impagas y, por ende, en destrucción de empleo.
El Gobierno Municipal, sin embargo, prevé el endeudamiento como forma de acelerar la inversión, algo que agradecen, sobre todo, los organismos financieros y la banca privada, principales beneficiarios del sistema.
El presupuesto cayó en 2015 y 2016, pero desde entonces se viene incrementando progresivamente. Los ingresos en 2017 sumaron 529 millones, en 2018 fueron 576 y para 2019 se tiene previsto ingresar 577 según datos del Sistema de Gestión Pública. 190 son por recursos propios y 164 por coparticipación.
El endeudamiento de la capital se ha elevado en los últimos años según denuncia la resistencia a Paz Pereira, que contabiliza cuatro créditos operaciones por una suma de 151 millones de bolivianos, lo que supone intereses de más de 12 millones a pagar por todos los tarijeños en los próximos años.
El endeudamiento más elevado es parte del fideicomiso dispuesto por el Gobierno Nacional para apoyo de gestión, que suma 70 millones de bolivianos a 10 años con una tasa preferencial del 1,3 por ciento.
Después el Gobierno Municipal adoptó una operación para renovar las pantallas de iluminación con tecnología Led en diferentes barrios de la ciudad. La operación supone unos 26 millones de bolivianos a cinco años y 3 por ciento de interés.
El Concejo ya aprobó una operación a finales de 2018 para endeudarse para construir puentes con el Banco de Crédito, sumando un total de 17 millones a cinco años, pero ya con un 5,5 por ciento de interés.
El crédito que se plantea actualmente es de 36 millones al 5 por ciento de interés a pagar en cinco años para ejecutar más obras de ladrillo como los hospitales y las escuelas.
ElPaís
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