En todos los oficios, las mujeres del país ganan menos.

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La remuneración media nominal de la mujer en el sector privado es inferior a la del hombre en todos los grupos ocupacionales y está incluso por debajo del promedio general, revela el Instituto Nacional de Estadística (INE).

De acuerdo con el estudio Salario, Remuneración y Empleo del Sector Privado 2012-2017, publicado el pasado mes, los ingresos de los trabajadores en las siete categorías identificadas por la institución estatal son superiores en un rango de entre 65,8% y 8,9% a los ingresos de las trabajadoras.

“Todos somos conscientes de que hay una desigualdad estructural, pero hasta que no vemos los datos no somos conscientes de la gravedad real de la situación. Estas cifras del INE reflejan esa realidad”, remarcó Laura González, oficial a cargo de la Oficina de ONU Mujeres Bolivia.

El documento da cuenta de que en el grupo Obreros Especializados, los hombres ganan en promedio 65,8% más que las mujeres, mientras que en Empleados esa diferencia es de 54,14%, en Gerentes y Administradores de 42,2%, en Otros Obreros de 28%, en Profesionales de 26,02%, en Otros Profesionales de 11,8% y en Otros Empleados de 8,9%.

Así, los trabajadores del país perciben en general una media de Bs 6.897 y las trabajadoras de Bs 5.675, es decir, el 21,5% menos de remuneración.

“Estos datos son muy negativos. A nivel global, la brecha salarial está en torno al 24%, es decir, las mujeres por el simple hecho de ser mujeres cobran 24% menos en cualquier nivel de ocupación. En Bolivia, la proporción sube hasta el 30% (incluyendo los sectores público y privado)”, sostuvo González.

“Las mujeres ganan hasta un 30% menos que los hombres en el país, lo que quiere decir que por cada Bs 100 que cobra un hombre la mujer cobra Bs 70 por el mismo trabajo”, destacó Ximena Loza, especialista en Empoderamiento Económico del organismo de Naciones Unidas en el país.

“Con el tipo de avance que hemos tenido en Bolivia, en la reducción de esta brecha salarial, nos va a tomar de 100 a 130 años cerrarla”, alertó la experta.

Ambas especialistas explicaron que las causas de la brecha salarial boliviana tienen mucho que ver con la forma en que la población femenina accede al mercado laboral: con empleos precarios, de baja productividad, eventuales, discontinuos o estacionales y teniendo que dedicarle cuatro veces más tiempo que los hombres al trabajo no remunerado en el hogar para el cuidado de la casa, los hijos y otros dependientes.

Eso último influye en que “ellas tienes menos horas para trabajar, en que cobran menos dinero, en que estudian carreras que suponen menos años, en que sus estudios son menores y en que principalmente trabajan en el sector informal”, afirmó Loza.

“Esas son las realidades culturales que están naturalizadas y que están influyendo en esos datos del INE que muestran que las mujeres acaban cobrando menos dinero por un trabajo igual al que hacen los hombres”, apuntó.

Un estudio de ONU Mujeres da cuenta de que entre 1976 y 2012 la proporción de mujeres en edad de trabajar que buscan una fuente de empleo en el país se incrementó de 20 a 49%, lo que muestra una mayor participación de la población femenina en la economía, aunque seis de cada 10 ganaban hasta 2016 menos de Bs 1.000.

Actualmente, “solo el 8% de las mujeres tienen un empleo de calidad. Somos más en el mercado laboral, pero las condiciones de trabajo no han mejorado”, afirmó Laura González, que alertó que esta situación derivará en un problema para la seguridad social, ya que este segmento no podrá aportar lo suficiente para su jubilación.

“Cerrar la brecha salarial no solo es una cuestión de justicia social sino de igualdad de género, pero también ayudaría a los países a tener un crecimiento de dos dígitos en el PIB”, dijo Loza.

“Las empresas tienen que entender que la igualdad es un buen negocio económico para ellas, porque somos la mitad de la población (…), el sostén de millones de personas, familias y comunidades”, agregó González.

En este marco, la institución trabaja al momento con la Confederación de Empresarios Privado de Bolivia en alcanzar el Objetivo 5 (Igualdad de Género) de la Agenda de Desarrollo Sostenible.

Una de las acciones es la difusión de siete principios que las empresas pueden adoptar para la promoción integral de la igualdad de género. A las que se comprometen con estos fundamentos, se le realiza una diagnóstico de género que servirá para definir las acciones a desarrollar para cerrar las brechas internas.

“Los datos del INE son muy buenos, porque nos ayudan a pelear esos cambios en la política pública y a tener el compromiso del Estado, del sector privado y de la población en general para dar esos pasos”, subrayó González.

La Razón


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