Cuando se calificó a aquellos comités cívicos u otras organizaciones sociales que reclamaban autonomía y otras en las ciudades de Santa Cruz y Tarija, como miembros de la nación camba, o de regionalistas chapacos, le faltó epítetos a la gente del MAS, para denotarlos como anti patrias, secesionistas, regionalistas, divisionistas y otros que forman parte del léxico trillado que usan cuando se trata de denostar a alguien que piensa diferente a ellos.
Sin embargo, cuando los cocaleros determinan que el Chapare es territorio prohibido para las organizaciones políticas diferentes al MAS, pareciera que eso está bien y tienen el beneplácito del gobierno. De permitir esta aberración sindical, entonces se estará dando la opción a que en otras zonas o regiones del país, sus pobladores también podrían usar el mismo argumento, para no permitir a los dirigentes del partido de gobierno entrar o presentar sus propuestas de trabajo en su área.
El tema de fondo es como en esta última década, se discriminó absolutamente a quienes luchan por sus justas reivindicaciones, midiéndolos con varas diferentes, en relación a los que están con el gobierno para quienes está todo permitido, en cambio para los que se oponen a algunas de sus medidas, el destino es la cárcel, la represión y la marginalidad, hay que aprender muy bien la lección para no volverla a vivir.
Estos hechos marcan heridas profundas en la sociedad, que si bien hoy no tienen un buen interlocutor claro que las represente, la necesidad en el futuro hará que estos aparezcan, todo lo expresado se valida en lo que está viviendo en estos momentos un país amigo como Venezuela, allí surgieron varios dirigentes en los últimos años que intentaron frenar la dictadura de Maduro, sin embargo el menos pensado, como el Ing, Juan Guaidó se enarboló como Presidente encargado del país caribeño y al parecer será el que cierre el ciclo del seudo socialismo siglo XXI en la región.
Estos elementos nos permiten pensar que surgirá en Bolivia una persona que tenga un respeto popular suficiente, para acabar con las parcelas bolivianas como el Chapare y entrar en una nueva era de desarrollo con armonía entre todos los que hacemos parte de una nación multicultural.
NuevoSur
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