Más de un centenar de personas participaron este miércoles en la esperada botadura del Viracocha III, una balsa de totora (juncos) al mar en una playa de la ciudad de Arica, en el norte de Chile, desde donde emprenderá viaje rumbo a Australia.
Luego de tres años de construcción y fracasados intentos de lanzar el Viracocha III al mar, los ocho tripulantes de la balsa lograron llevarla hasta las aguas de la playa Chinchorro, en el norte de Arica (2.800 km al norte de Santiago).
“Pusimos unos rieles para arrastrar el barco con cuerdas amarradas a una retroexcavadora que jaló la balsa hasta el mar. La marea seguirá subiendo y de a poquito seguirá ingresando al mar”, dijo a la AFP, la chilena Valentina Muñoz, una de las dos tripulantes mujeres.
El Viracocha III quedará anclado a unos 200 metros de la playa hasta el momento de zarpar, que Muñoz espera sea en unos 10 días más, cuando comiencen una travesía de unos cinco meses hasta Australia.
“Ahora debemos cargar en la balsa nuestras provisiones y esperar que las autoridades marítimas de Arica la revisen para darnos el permiso de zarpar”, manifestó Valentina.
También deberieron sortear la gran cantidad de basura que arrastró a la playa un río que se desbordó en el mar por las fuertes lluvias que se registran frecuentemente en esta época en zonas cordilleranas. Los centenares de curiosos que llegaron a ver la botadura ayudaron a recoger los desechos.
En 2016 el Viracocha III comenzó a ser construido en Bolivia por expertos artesanos de la etnia Aymara. Este tipo de balsas son usadas por indígenas quienes desde tiempos ancestrales navegan en el lago Titicaca que comparten Bolivia y Perú.
En febrero de 2017, la balsa llegó a Arica y se terminó de construir casi dos años después, tras sortear varios problemas en su estructura.
La balsa tiene 19 metros de largo, cinco de ancho y dos de altura. En su parte superior tiene tres mástiles y dos cabinas: una que servirá como dormitorio y la otra de cocina, comedor y sala de navegación.
La tripulación va al mando del estadounidense Phil Buck, quien vive su tercera experiencia a bordo de una de estas balsas. En el 2003, Buck, zarpó en la Viracocha II desde el balneario de Viña del Mar (centro de Chile) rumbo a Sidney. Tras 75 días, debió abortar la misión en isla de Pascua.
Dos años antes, la Viracocha I tuvo un exitoso viaje entre Arica y la Isla de Pascua.
El resto de la tripulación proviene de Chile, Bolivia, Inglaterra, Ucrania, Dinamarca, Sudáfrica e Italia.
La Razón
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