Víctimas de abusos en la Iglesia reclaman justicia.

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“Tuve que convertirme en adulto a los 13 años”, cuenta Marek, que fue agredido sexualmente por un cura en Polonia cuando era un niño. Después de una larga batalla, su agresor fue “suspendido” durante tres años y condenado a “presentarle disculpas”, algo que nunca hizo.

En junio pasado, junto a otras víctimas, Marek lanzó la organización “Ending Clerical Abuse” (ECA “Para poner fin a los abusos del clérigo”), una iniciativa que reúne a víctimas de 21 países y varios continentes.

Del 20 al 24 de febrero, esta organización celebrará en Roma una “contra-cumbre” después de que el papa Francisco convocara en el Vaticano a los presidentes de todas las Conferencias Episcopales para una cumbre, sobre esta crisis.


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