La violencia intrafamiliar es un mal que preocupa a autoridades, organizaciones de los derechos humanos y a la Policía, puesto que diariamente se denuncian casos de violencia intrafamiliar, en donde el 90% de las víctimas son mujeres. Uno de estos hechos es el que le tocó vivir a J.J.A (según sus iniciales), quien fue golpeada salvajemente por su pareja, porque éste tuvo un mal día.
De acuerdo a la denunciante de 30 años de edad y que vive en la comunidad de San Andrés, dijo que el jueves pasado en horas de la mañana observó que su concubino se estaba alistando para salir, por lo que le preguntó dónde iba y él le respondió de mala manera que a ella no le importaba.
Así, salió el sindicado de su casa y retornó cerca de las 6 de la tarde, molesto y enojado. Cuando entró a la habitación donde estaba la víctima comenzó a buscar el control del televisor y le preguntó a su hijo de 7 años donde estaba el control remoto, por lo que su hijo bromeó indicándole un lugar erróneo y cuando el sujeto se dio cuenta de la broma, gritó al menor, haciéndole asustar.
La madre del pequeño reaccionó defendiendo a su hijo, reclamándole a su concubino que no le grite así al pequeño, situación que no les gustó al sujeto que inmediatamente se volcó hacia su pareja, le agarró el cuello con sus manos con la intensión de asfixiarle y le instó a la mujer a que se calle, porque él estaba muy molesto y le advirtió que ya había pasado mucho tiempo desde que él no la golpeaba.
Al escuchar esto, la mujer mandó a su hijo a llamar a su abuela y el sujeto le increpó a la mujer, advirtiéndole que ahora ella se iría de su casa al día siguiente, ella respondió que no tenía problema, pero que se iba con su hijo y no lo volvería a ver nunca más. Y así comenzaron ambos a discutir, a insultarse y tras esto siguieron los golpes.
La mujer declaró que tras insultarle, el sujeto fue hacia ella y le dio un golpe de puño en la frente, luego otro puñete en el ojo izquierdo, luego la volvió a golpear en el cachete y después le dio otro puñete en la boca.
No contento con aquello, la agarró de los cabellos y la arrastró hasta el patio, la empujó a la pared y la tumbó al piso. Y cuando se aprestaba a seguir con la golpiza llegó el cuñado de la denunciante, junto a otros familiares y la defendieron del furibundo sindicado. Tras esto y por miedo a seguir siendo golpeada, la mujer llamó a la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV) y denunció a su pareja.
Tras esto llegaron efectivos policiales al lugar y aprehendieron al sindicado, agricultor de oficio.
ElPaís
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