El personal médico de la maternidad Percy Boland cumple un paro de 72 horas hasta el jueves por el hacinamiento de pacientes que existe, falta de personal en salud y deudas por prestaciones de servicios por entidades privadas. Esta mañana salieron a bloquear sobre la avenida Cañoto con la finalidad de hacerse escuchar por las autoridades.
El esfuerzo de los trabajadores y la capacidad de las instalaciones se han visto superado por los numerosos pacientes que llegan hasta el centro hospitalario en busca de atención. EL DEBER constató que existen hasta tres bebés en una sola cuna y existen menores hasta en los sofás.
Marlene Salvatierra, ejecutiva del sindicato de trabajadores de la maternidad, explicó que ninguno de los niveles de gobierno atiende la demanda ni se acercaron para plantear una solución. La dirigente envió una carta al Gobierno mediante la Brigada Parlamentaria, pero tampoco obtuvo respuesta alguna.
A la Gobernación solicitan la dotación de servocunas y a la Alcaldía que pague las deudas a privados por las prestaciones en salud.
La consulta externa está suspendida por el paro y solo existe atención en casos de emergencia.
Causas de la sobresaturación
1.- La maternidad no creció acorde con el desarrollo poblacional de Santa Cruz; por lo tanto, se necesita la ampliación y modernización de la infraestructura y el equipamiento con 100 unidades de terapia intensiva, además de las 50 existentes.
2.- El personal es insuficiente. Se requieren por lo menos 100 ítems para médicos y enfermeras.
3.- El control prenatal está fallando en los hospitales de primer y segundo nivel porque, de los contrario, los casos de prematurez no fueran tan frecuentes.
4.- Se está presentando un fenómeno social que debe ser indagado: el incremento de madres prematuras comprendidas en las edades de 10 a 15 años, personas que biológicamente no están preparadas para ser madres.
5.– En lo administrativo y manejo financiero, las autoridades de la maternidad no han podido cobrar una deuda de Bs 14 millones al municipio por las prestaciones brindadas a pacientes del segundo nivel, lo cual impide reinvertir esos ingresos en sus necesidades más elementales.
ElDeber
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