YPFB Chaco: Trabajamos en una zona que ya ha sido intervenida en el pasado.

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A miles de kilómetros de la tranquilidad de Tariquía, del sonido de la naturaleza y de la humedad, se toman determinaciones vitales sobre su presente, pero especialmente de su futuro.
En una fría oficina de la ciudad de los anillos, cuyo clima lo mide el control del aire acondicionado, Eduardo Paz Castro, presidente de YPFB Chaco se presta para hablar de aquella reserva natural, de la que tanto se ha debatido desde el año pasado: Tariquía.
YPFB Chaco, cuyas oficinas centrales se encuentran en Santa Cruz de la Sierra, es una de las empresas operadoras que ingresaron a la reserva natural para hacer los trabajos de exploración de hidrocarburos.
Su punto de operación es en el campo de Astillero, entre las provincias Arce y Gran Chaco del departamento de Tarija.
En torno a la polémica generada por la exploración y posible explotación de campos petroleros en la reserva natural de Tariquía, muy poco pudo conocerse oficialmente desde las empresas operadoras, más allá de las posturas conocidas del Gobierno Nacional sobre este particular.
En este contexto, la principal cabeza de la operadora YPFB Chaco, decide conversar sobre los trabajos previstos en Tariquía.
“Hemos cumplido con todos los requerimientos”, indica Paz al iniciar la entrevista tras ser consultado sobre las protestas de la pasada semana encabezada por comunarios de Chiquiacá.
Si bien, YPFB Chaco no está operando en la zona de San Telmo, donde se encuentra la comunidad de Chiquiacá, Paz indicó que la empresa a cargo de ese campo, Petrobras, también cumplió con todos los procedimientos legales, incluyendo la socialización con las comunidades aledañas.
Sin embargo, en el tema de la socialización, pudo notarse una fuerte división al interior de las mismas comunidades, con un sector que apoya y otro que no ¿Con quiénes realizaron esta socialización?
“Lo único que le quiero decir es que se han hecho las consultas públicas, se han cumplido con todos los pasos, eso lo saben todos”, respondió al decir que estos trabajos son efectuación con la población de influencia directa, es decir, aquellas comunidades que están próximas a los campos de exploración como El Cajón.
¿Pero qué tipos de trabajos son los que están realizando en la actualidad en Tariquía? Es otra de las preguntas efectuadas al presidente de esta empresa operadora.
Respondió que son de ingeniería básicamente, de topografía y de geofísica, “obviamente no tienen ninguna afectación”, afirmó.
En ese instante, comparó con el trabajo de cualquier ingeniero o estudiante de ingeniería que se ve en la ciudad con su teodolito o equipo de topógrafo haciendo sus mediciones. “No contaminan nada no…”, dijo irónicamente.
Posterior a estos trabajos, las empresas operadoras iniciarían con la exploración.
¿Cuál es la real afectación? Pregunta el periodista.
“Quisiera poner sobre la mesa un hecho central, ustedes de la prensa fueron conmigo al lugar, esta zona ya es intervenida”, respondió el presidente de YPFB Chaco.


Paz se toma una pausa para probar un poco del ceviche peruano servido en la mesa en finas vasijas, y recuerda que esta no es la primera vez que son realizados trabajos petroleros en Tariquía, sino que las empresas están efectuando sus operaciones en base a los pozos existentes.
“Lo que pasa es que si hay un pozo, queda un flanco en la estructura, lo que se debe hacer es una reinterpretación de todo, realizar la ingeniería, efectuar todos los trabajos de geología y geofísica que nos están permitiendo reubicar, para decir este es el lugar donde estructuralmente es el más adecuado”, explicó.
Recordó que en la zona ya fueron explorados los pozos Astillero, Domo Tarija X1 o Churuma entre otros.
“Por ende ya está afectada”, dice el periodista, a lo que el empresario responde:
“Sí, pero usted sabe perfectamente que en las zonas donde hay actividad petrolera, las entidades son muy, muy cuidadosas con el tema ambiental”.
Paz asegura que la afectación en Tariquía es “mínima”.
“No prevemos una afectación ni a la flora ni a la fauna, los espacios para construir la planchada son mínimos y de ahí, si las operaciones son exitosas, no habrá grandes afectaciones a la zona”, dijo convencido el empresario.
Los trabajos serán con la debida seriedad”, indicando que van a poner las trancas petroleras, como la implementación de todos los protocolos internacionales para el cuidado del medio ambiente.
“Se hace todo un proceso respetando un trabajo armonioso con el medio ambiente y la comunidad”, acota.
Siguiendo con el tema ambiental, hay una serie de declaraciones respecto a la afectación de las fuentes de agua en la zona, extremo que Paz negó.
“No sé cómo afectaremos la reserva del agua, se preserva el acuífero subterráneo que hay, no hay forma, no lo hicimos en ninguna parte”, argumenta sobre estas denuncias que surgieron especialmente desde la ciudad de Tarija.
El empresario cruceño recordó que en los departamentos de Cochabamba y Santa Cruz, la mayoría de los habitantes son abastecidos de agua por medio de acuíferos subterráneos, zonas en las que trabajaron y en las que no tuvieron problemas con afectación alguna a estas fuentes.
El tema que más ruido generó el año pasado contra las petroleras fue sobre el método de operación, cuando surgieron voces de que en Tariquía iban a realizar el fracking o la fractura hidraúlica.
Este método no convencional, consiste en la fracturación de la tierra en el subsuelo para aumentar considerablemente la extracción de gas o petróleo. Este método es uno de los más cuestionados por el daño irreversible que puede causar en el medio ambiente.
Al ser consultado sobre el uso de este método en Tariquía, la respuesta de Paz fue tajante.
“¡Por Dios! La exploración que ha firmado Chaco es convencional, no tiene nada que ver con fractura, con operaciones no convencionales”, argumentó.
Afirmó que en Bolivia ninguna operadora petrolera usó ni piensa usar esta técnica, pues no existe una base legal que permita aquello. “No existe una regulación para este tipo de trabajos”, por lo que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), no podría autorizar este tipo de operaciones.
¿Entonces de dónde salió esta versión? “No quiero prejuzgar”, dijo con respecto al entorno crítico por estas operaciones petroleras, sin querer entrar en alguna postura de carácter político.
Así, el hombre de saco y bigotes, se despide del entrevistador, sin dejar de mostrar su seguridad de que la empresa ha cumplido con todos los requisitos establecidos en Tariquía, incluyendo la consulta social a las comunidades de la zona.
Para él, la información difundida en Tarija sobre la reserva de Tariquía no siempre fue completa. Está seguro de que el tiempo le dará la razón con los resultados que consigan con los campos que consideran de “gran potencial” en el sector de los hidrocarburos. (eP).

Los datos
YPFB Chaco opera en 33 campos en los departamentos de Cochabamba, Chuquisaca, Santa Cruz y Tarija.
En Astillero está previsto encontrar un trillón de pies cúbicos (TCF), cantidad similar es estimada en San Telmo.
En el departamento de Tarija, YPFB Chaco opera en Aguaragüe Centro, Caigua, Los Monos, en las provincias O’Connor y Gran Chaco. También está a cargo del campo San Telmo en la zona de Tariquía. La empresa al mismo tiempo se encarga de operar la planta separadora de líquidos Carlos Villegas en la ciudad de Yacuiba.
elApunte
Exploraciones en Tariquía en los años 90
“No se olvide usted de que YPFB buscaba petróleo, y una de las cosas es que estos pozos, obviamente contaban con información”, recordó el presidente de YPFB Chaco, Eduardo Paz Castro.
Las exploraciones petroleras en Tariquía iniciaron en los años 90 durante el Gobierno de Jaime Paz Zamora, mismas que estaban a cargo de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB). Incluso existen antecedentes de que hubo trabajos en temas petroleros desde los años 70.
Los trabajos exploratorios quedaron paralizados tras iniciarse en el país el proceso de capitalización en 1996 durante el Gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, en el que las acciones de YPFB pasaron a dividirse entre las empresas: Andina, Chaco, Petrobras y Transredes. Tras la nacionalización en el año 2006 de YPFB, Tariquía volvió al foco de atención de la estatal petrolera, retomando esta tarea, pese a la oposición de diferentes sectores en el año 2017.



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