Cuentas falsas y fake news, “el cóctel explosivo” electoral.

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Las fake news y las cuentas falsas en los tiempos actuales se han convertido en instrumentos “útiles” de la campaña política para las elecciones nacionales de Bolivia, que se realizarán el 27 de octubre de la presente gestión.

Para los expertos las redes sociales son ahora parte imprescindible de la relación entre los candidatos y la población. Su aparición posibilitó que la interrelación con los electores sea directa y no recurran a intermediarios como los medios tradicionales.

Las noticias de gestión que se publican en la página de Facebook del presidente Evo Morales, los tuits en la cuenta de Carlos Mesa hasta los videos de Virginio Lema en Youtube, nos demuestran que los candidatos están utilizando estas herramientas para ganar posicionamiento en la sociedad y creando la imagen que les genere mayor engagement –compromiso- con la gente.

Pero, ¿qué hay más allá de esto? El País se contactó con Ariel Montero, responsable de comunicación de la campaña del Movimiento Al Socialismo en Tarija, quien dijo que por el momento no tienen algo definido como estrategia respecto a las redes sociales. De la misma manera el responsable de comunicación del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), René Bilbao, no quiso hablar abiertamente sobre el tema.

Al respecto el presidente de la Fundación para el Periodismo en Bolivia, Renán Estenssoro, en contacto con El País, dijo que es previsible que los partidos políticos no quieran responder respecto a sus estrategias en redes sociales sobre todo cuando las fake news y las cuentas falsas se han convertido en la moneda corriente de esta época electoral.
Destacó que las redes sociales hayan facilitado el acceso a la información, sin embargo dijo que en la actualidad en Bolivia esto ha abierto la posibilidad de las noticias y cuentas falsas, además de la tergiversación de la información.

Hoy las fake news, los engaños disfrazados de noticias son parte del juego sucio de cualquier contienda. De esta manera también han aparecido falsos medios que crean productos pseudo periodísticos surgidos de la imaginación y objetivos ocultos.
“Una noticia falsa es simplemente una mentira”, asegura Miguel Wiñazki, editor Jefe del diario Clarín de Argentina y presidente del Consejo Asesor del máster en Periodismo del grupo Clarín, “pero se propaga a la velocidad de las redes sociales; es un conjunto de posverdades, de mentiras transmitidas y multiplicadas exponencialmente, que configuran lo que yo denomino ‘La Noticia Deseada’, una teoría conspirativa ficticia que se impone como si fuera verdad, una fábula, una construcción colectiva”.

La conclusión de Estenssoro sobre el tema es recordar que, aunque ahora está sucediendo con fuerza en Bolivia, no se trata de un instrumento nuevo. Se lo utilizó en las campañas políticas del expresidente de Estados Unidos, Barack Hussein Obama y en varias elecciones de Latinoamérica, más aún recomendó a la población ser cuidadosa en escoger las fuentes de las que se fiará para proporcionarse de información real. Una de las propuestas de Estenssoro para frenar el avance de la información falsa es la educación en la población y el buen periodismo de los medios.

Casos concretos en Bolivia
El candidato de Comunidad Ciudadana, Carlos Mesa, a finales del pasado año manifestó su apoyo a la sostenibilidad de bonos estatales, desmintiendo así publicaciones de medios estatales que le atribuyeron la intención de querer anular esos beneficios sociales. Estas noticias publicadas en este tipo de medios fueron difundidas por redes sociales y cuentas falsas, que fueron denunciadas.

En otro tema el dirigente del MAS en Santa Cruz, Rolando Cuéllar, acusó al Frente Revolucionario de Izquierda (FRI), que tiene a Carlos Mesa como su candidato a la presidencia, de generar rumores sobre el lujoso Lamborghini importado a Bolivia. Respecto a esto se vieron innumerables memes difundidos en redes sociales.

En otro caso podemos recordar el suceso ocurrido cuando el vicepresidente Álvaro García Linera alcanzó una manzana mordida a un indigente sordomudo que pedía limosna de 0.50 centavos en las afueras de la sede de Feria Internacional de Cochabamba.

El video se viralizó en las redes sociales donde generó críticas y burlas por la actitud del mandatario porque “en lugar de ofrecer una ayuda económica, muerda una manzana y se la entregue al hombre postrado en el suelo”.

Tras la polémica generada en redes sociales por las imágenes, la Vicepresidencia del Estado emitió un comunicado en el que califica de “malintencionada” la difusión del video y aclara que, además de la manzana, García Línera también le dio dinero.

En los últimos días hemos sido testigos de memes y fake news contra los candidatos, además de la gran proliferación de cuentas falsas que tienen el rol de defender a sus candidatos sobre cualquier cuestionamiento.

La utilidad y el “cóctel explosivo”
De acuerdo a información del diario Perfil de Buenos Aires, un informe reciente de la Consultora Gartner señaló que para el año 2022 en los países centrales y en desarrollo, la mayoría de la gente va a leer más noticias falsas que reales.

Ante ese dato, surge una pregunta puntual: ¿De qué manera va a influir ese tipo de consumo en la política y la democracia? Sin dudas va a tener un gran impacto e innumerables consecuencias. Porque hay que recordar que la gente, para votar y elegir a sus representantes de manera consciente, debe contar con información real.

El País realizó un sondeo a 50 personas respecto a dónde encuentran más noticias falsas, un 60% aseguró que en Facebook, un 30% en WhatsApp, un 8% en portales de noticias de medios no confiables y sólo un 2% señaló twitter.

“Debido a todo esto lo que vamos a lograr es incentivar la sociedad de la desinformación, gente desorientada que asistirá a las urnas con decisiones erróneas, basadas en falsos datos”, dijo la comunicadora Maricel Gutiérrez.

Respecto a la utilidad de las redes el director de Comunicación de la Gobernación, Carlos Saavedra, explicó que a partir de la irrupción de las redes sociales se transformaron irreversiblemente las campañas tal y como se las conocía hasta hace algunos años atrás, con una estructura definida y una planificación rígida.

Explicó que las redes sociales no solo cambiaron la política sino también la forma de consumir información a partir de los medios y la capacidad que tiene el ciudadano de generar información y expresarse. “Cada ciudadano es un medio de comunicación porque tiene acceso a la palabra”, dijo. “Así se convirtió en la voz de los procesos políticos que también pueden jugar en contra del candidato. Por esta razón, se dice que las redes llegaron para disputar el poder a los líderes de opinión dentro de la política”, concluyó.

Engagement apela a la sensibilidad de las personas

Algunas formas de atraer a los posibles sufragistas es tratar de apelar a la sensibilidad de las personas y tratar de crear una imagen positiva y cercana a la población. El engagement en este caso se enfoca en lograr una cercanía y familiaridad para que el votante sienta que su posible gobernante es alguien como él. Mostrar las cualidades humanas del candidato, su compasión, su entrega y sus ganas de llevar adelante el país son algunas de las características que más atraen a la hora de votar.

ElPaís


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