El presidente Evo Morales ha vuelto a intensificar su agenda en Tarija. Ayer visitó San Lorenzo en un viaje fugaz para entregar una escuela con uno de los alcaldes que se resiste a jurar como masista pero proclama su filia “evista” cuando puede y no se pierde un solo acto: Miguel Ávila, que ayer echó más leña al fuego asegurando que no existe UNIR en Tarija, justificando así una posible candidatura con el MAS, algo que al bloque campesino no le gusta demasiado.
Morales pasó como una exhalación por Tarija, llegó a la IV Brigada Aérea, donde lo esperaban más o menos los de siempre, aunque se notaban ausencias. Estaba el presidente de la Asamblea Guillermo Vega; los asambleístas Erwin Mancilla, Marina Hoyos, Amanda Calizaya y Rubén Velasco; el alcalde receptor Miguel Ávila; el subgobernador de Padcaya William Guerrero; el ejecutivo de la COD Walter Aguilera y el jefe del MAS Tarija, Carlos Acosta. Una pléyade de aspirantes a todo y en el que tal vez desentonaba Guerrero, pues no había otro de su rubro y viajaba a otra provincia.
En el acto en San Lorenzo se sumó también la alcaldesa de Yunchará y presidenta de la Asociación de Municipios de Tarija (AMT) Gladys Alarcón y el resto de concejales de San Lorenzo.
Entrega
El objeto oficial de la visita, y único, fue la inauguración de la unidad educativa “Coronel Eustaquio Méndez I” que beneficiará a 590 estudiantes del municipio de San Lorenzo, distante a 15 kilómetros de la ciudad de Tarija.
“El alcalde (Miguel Ávila) siempre está molestando para entregar obras, quiero decirle imposible entregar todas las obras en Bolivia, en este momento para inaugurar tenemos 13 unidades educativas en toda Tarija, 7 de nueva creación y 6 de ampliaciones, además de unas 11 en plena construcción y así estamos en toda Bolivia con la construcción de nuevas unidades educativas” alardeó el presidente Evo Morales, que utilizó su tono habitual y cercano.
La casa de Gladys Alarcón, la polémica del día
La apertura de una oficina municipal de San Lorenzo en una vivienda propiedad atribuida a la alcaldesa de Yunchará, Gladys Alarcón, generó polémica durante la jornada, pues diferentes concejales aseguraron que se trata de la contratación de un espacio municipal innecesario que se ha concedido de forma discrecional. Ni la presidenta de la AMT ni el alcalde se refirieron en la jornada a esa situación denunciada por los concejales.
Morales no habló demasiado del colegio, pero sí de la educación; dejó un poco de lado la carrera electoral, pero rememoró su trayectoria y habló, como no, de la modificación del contrato firmado con Argentina y que esencialmente rebaja las obligaciones de compra adquiridas por el país vecino, que acepta comprar más caro por encima de 10 millones de metros cúbicos; lo que tendrá impacto en invierno pero no en verano. El presidente, claro, celebró en la línea del ministro de Hidrocarburos Luis Alberto Sánchez, que hace las cuentas a su favor.
El presidente estuvo arropado por los alumnos y sus simpatizantes y tuvo la oportunidad de recorrer las calles de la ciudad del Moto Méndez antes de retirarse, pues no se confirmó ninguna otra reunión política con otros actores en el departamento.
Un trasfondo de división política
Evo Morales llegó sigiloso en un acto que no se había promocionado anteriormente en Tarija, y siendo viernes, faltaron en la comitiva algunos pesos pesados; particularmente los diputados y senadores, que se prodigan poco en estos eventos más municipales. Sin embargo, el hecho de que el anfitrión fuera Miguel Ávila resultó determinante.
Ávila fue electo alcalde por primera vez y acabó en la cárcel asediado por procesos impulsados desde el oficialismo, después en 2010 la alcaldía de San Lorenzo quedó en manos de Juan Carlos Gutiérrez que le quiso imprimir un fuerte carácter campesino y acabó generando divisiones en el Movimiento Al Socialismo (MAS) de todavía difícil composición. Ávila volvió en 2015 esta vez de la mano de Unidos Para Renovar (UNIR), sigla prestada por el exalcalde de Cercado Óscar Montes, pero no tardó en acercarse a Evo Morales para evitar los “errores” de su anterior gestión.
Desde entonces se le ha visto siempre cerca del Presidente y ha participado en varias proclamaciones de la candidatura a nivel nacional, sin embargo siempre ha precisado que no es un afiliado al MAS y ha evitado pronunciarse sobre asuntos orgánicos de ese partido.
La venia dada por el Presidente y su apertura a utilizar las siglas para una posible candidatura, no ha caído bien en el sector campesino, que recuerda varios audios filtrados en el que el alcalde habla con cierto desprecio sobre el partido, así como las varias veces en las que han discrepado sobre la orientación de proyectos.
Morales sin embargo, no ha dudado en brindar el respaldo a Ávila.
ElPaís
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