18 bufeos de la especie Inia biliviensis, que no tenían más espacio para sobrevivir que un canal natural que une las lagunas Pistola y Piraña, en el municipio de El Puente (provincia Guarayos), ahora nadan libres y saludables en las caudalosas aguas del Río Grande. Los mamíferos fueron liberados allí, en la jurisdicción del municipio de San Julián, en noviembre del año pasado tras ser rescatados y transportados por agua y tierra unos 60 km.
Se trata del mayor operativo para el rescate de esta especie, en el que por primera vez se tomaron muestras de sangre de los delfines y se les hicieron otras pruebas que permitirán conocer mejor a la especie. De hecho, los primeros resultados dan cuenta de que están con buena salud, es decir, no presentan afecciones de ningún tipo ni desnutrición, informó la secretaria de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente de la Gobernación, Cinthia Asín.
“Las pruebas iniciales dan cuenta de que están en perfecto estado de salud, lo cual es una gran noticia para una especie que es patrimonio natural y que a nivel internacional está bajo amenaza”, remarcó Asín.
A tres de ellos (dos machos y una hembra) se les colocó transmisores satelitales que permitirá monitorear sus movimientos durante los próximos nueve meses, los cuales están diseñados especialmente para delfines y calibrados para aguas del Río Grande.
El seguimiento da cuenta de que la hembra aún está en la jurisdicción de San Julián, mientras que los machos se han desplazado río arriba, hacia el Beni.
El operativo
El rescate de estos delfines de agua dulce es el fruto del esfuerzo de rescatistas y biólogos de la Gobernación de Santa Cruz y del Museo de Historia Natural Noel Kempff Mercado, que esta vez contaron con el apoyo de dos veterinarias de Estados Unidos (Meryland Zoo y Saint Louis Zoo), además de Faunagua de Cochabamba.
La secretaria de Medioambiente informó de que el equipo, integrado por 35 personas, monitoreó por más de un año la zona a fin de realizar el rescate, ya que es de difícil acceso por ser un área inundadiza.
“La intención era trasladarlos porque el lugar donde estaban, por ser estrecho, podía afectar su reproducción, pues se podía prestar a la degeneración de la especie”, agregó Asín.
El rescate significó una inversión de Bs 193.085, que fue cubierto por las cinco instituciones que participaron. Los transmisores, con costo de $us 1.700 cada uno, fueron donados por los dos zoológicos de Estados Unidos, según datos proporcionados por la Gobernación.
EL DEBER
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