Desde hace un año y medio, Franz Siles -exsecretario ejecutivo del Sindicato de Trabajadores de la Empresa Nacional de Telecomunicaciones- enfrenta un juicio penal de parte de ENTEL. No tiene trabajo y denuncia que sufre persecución. La estatal lo acusa por una millonaria desaparición de tarjetas. “Han armado todo para culparme; no perdonan que he tocado a los poderosos”, dice.
El 20 de agosto de 2017, la estatal anunció mediante un comunicado que Siles, entonces secretario ejecutivo del Sindicato de ENTEL La Paz, enfrentaba “dos procesos, administrativo y penal como responsable de la desaparición y clonación de tarjetas telefónicas” por más de 20 millones de bolivianos. La empresa responsabilizaba por esos ilícitos al dirigente que tenía el puesto de encargado de almacenes.
Cuatro días antes, Siles acusó al entonces gerente general de ENTEL y actual ministro de Obras Públicas, Óscar Coca, de desatar una “persecución y acoso laboral” contra la dirigencia. En las semanas previas, el sindicato paceño había denunciado un supuesto tráfico de influencias y ganancias ilícitas de parte de funcionarios de la estatal.
“Todo empezó con despidos directos e indirectos. Había también amedrentamientos, postergación de la entrega de ropa de seguridad laboral y muchos abusos a los trabajadores. Justo llegaron al sindicato denuncias de tráfico de influencias, enriquecimiento ilícito y nepotismo que involucraban a altos asesores. Yo, como ejecutivo, respetuosamente mandé una nota a la Gerencia pidiendo explicaciones. El señor Coca se molestó y arremetió contra mí, y comenzó el acoso”, refiere Siles.
Asegura que estaba de vacaciones cuando se realizó una inspección a los almacenes de ENTEL que detectó irregularidades. “Todas las tarjetas estaban en el almacén pero no habían sido registradas porque el proceso es lento y no hay buen sistema en El Alto, donde se hizo la auditoría. Me han acusado y me han procesado con videos montados y pruebas falsas”.
La empresa sostuvo que había detectado tarjetas desaparecidas por un valor de 17.849.500 bolivianos y tarjetas clonadas valoradas en 2.100.000 bolivianos. El comunicado de ENTEL sostenía que esos ilícitos habían sido cometidos en gestiones pasadas como consta “en el informe de Auditoría Interna SIE-IE-086/2017”.
“Me humillaron, me acusaron”
Franz Siles trabajó durante más de 20 años en ENTEL. “Empecé como externo, cavando, metiendo fibra óptica. También jugaba fútbol, era bueno. Todas mis evaluaciones fueron sobresalientes”, asegura. Fue su pasión futbolera la que lo llevó a entrar al sindicato como secretario de deportes. Entonces se empapó de la situación de sus compañeros y después se postuló a la secretaría general.
“Asumí en enero de 2017 una gestión de dos años para defender a los trabajadores porque un sindicalista nunca debe tener partido político. Tuve el apoyo mayoritario de las bases. Mi compromiso era no permitir despidos”.
Franz habla de sus tiempos sindicales con nostalgia. “Son los derechos de los trabajadores los que deben respetar pero allá no era así. El gerente era el rey que hacía lo que quería. Si alguien se oponía lo despedía o le ponía un juicio. A mí me humillaron, me acusaron con mentiras”.
“No me perdonan”
El exdirigente sostiene que en ENTEL hay irregularidades que van “desde enriquecimiento hasta contrataciones amañadas”. “Lo más grave en ENTEL es la corrupción que se tapa con la Sociedad Anónima, que nadie puede fiscalizar. Nadie puede entrar a los archivos de licitaciones ni a las contrataciones”.
Cuando su sindicato, con apoyo de la COB, acudió al Ministerio de Trabajo con esas denuncias, además de la de acoso laboral, no obtuvo apoyo. El entonces ministro de Trabajo, Héctor Hinojosa, arremetió contra los dirigentes. Los acusó de ir “en contra de las empresas estatales” y actuar por móviles políticos.
Días después comenzó el proceso a Siles y el dirigente fue echado de la empresa junto con otra secretaria del sindicato. Hoy, él reafirma que “no me perdonan haber tocado a los poderosos”.
“El fiscal Edwin Blanco hizo caso omiso de mis pruebas. El Ministro de Trabajo no ha respetado mis derechos y la federación de ENTEL se ha dado la vuelta. Las bases tienen miedo”, dice.
El exdirigente relata que fue detenido dos veces, que además del juicio penal afronta otro por difamación, que sufre amenazas y que no encuentra trabajo. “Los que me contratan se enteran que he sido dirigente de ENTEL y me echan por miedo a represalias de la empresa”.
“Me quieren destruir y callar; pero no me voy a rendir; pese a todas las amenazas voy a limpiar mi nombre”, reafirma.
Otras denuncias
- Fibra óptica En septiembre de 2017, el diputado Wilson Santamaría (UD) reveló un informe de la subgerente de Ética y Transparencia de ENTEL que advierte de “irregularidades” en el proceso de adjudicación de cable de fibra óptica.
- Adjudicaciones En septiembre de 2017, el empresario francés-israelí David Cabessa denunció a ENTEL por favorecer irregularmente a una compañía china. Según la estatal, Cabessa se retractó.
- Contraparte Página Siete envió varias cartas solicitando entrevista a autoridades de ENTEL. Aún espera respuesta.
Óscar Coca, exgerente de la empresa ENTEL y actual ministro de Obras Públicas, dijo que la empresa de telecomunicación ostenta el “récord” de haber metido a más personas a la cárcel. “Tenemos siete personas en la cárcel, 21 imputados, más de 40 procesados por temas de transparencia. Eso no va a parar y vamos a profundizar”, declaró en su posesión el pasado 23 de enero.
En diciembre, anunció el más reciente proceso, que es contra el periodista Raúl Peñaranda, por una publicación, pese a la vigencia de la Ley de Imprenta.
Brújula Digital -portal dirigido por Peñaranda- publicó que en algunas licitaciones de ENTEL para la contratación de empresas de seguridad se omitió el requisito, establecido por ley, de que éstas cuenten con licencia de funcionamiento. La estatal conminó al periodista a retractarse pero él se ratificó.
Desde entonces, ENTEL separó de su cargo a la subgerenta de Adquisiciones, Silvia Paola Funes Machicado, y despidió a la subgerenta de Transparencia, Bertha Jackeline Pinto. Página Siete espera desde hace un mes la respuesta al cuestionario enviado a autoridades de ENTEL sobre esa y otras denuncias. Nadie responde.
Comentarios