En carpas, en medio de la tierra y el polvo y llevando sus propios pupitres, así pasan clases los estudiantes de la unidad educativa San Nicolás, de la zona de Pucara, al sur de la ciudad de Cochabamba, a pocos días de haber comenzado las labores educativas.
El presidente del Consejo Educativo, Jaime Alcides, manifestó que la unidad educativa cuenta con los niveles de inicial, primaria y secundaria, por tanto, alberga a 1.300 estudiantes quienes pasan clases en medio de todas estas incomodidades.
“Debido a la falta de aulas, tuvimos que habilitar carpas para que pasen clases algunos cursos. Asimismo, dividimos un aula en dos con ladrillos y maderas”, manifestó Alcides. A finales del año pasado, el municipio les habría dotado de 20 mesas y 40 sillas para los estudiantes, pero no han abastecido en nada su enorme requerimiento.
“Para poder superar inmediatamente las dificultades necesitamos por lo menos 35 sillas y 15 mesas, además de cuatro aulas”, aseveró el dirigente.
Acotó que desde 2017, los padres de familia tuvieron que dar de sus bolsillos para la construcción de ocho aulas que albergan apenas a 35 estudiantes.
ALCALDÍA
Sobre el tema, la secretaria municipal de Desarrollo Humano, Jenny Rivero, explicó que se cumplió con el proyecto a diseño final de la ampliación de la unidad educativa.
Aclaró que la junta vecinal se comprometió a conseguir el finamiento de la Unidad de Proyectos Especiales (Upre) para la construcción de la unidad educativa, pero ese pedido se vio truncado, porque la Upre ahora solo está ejecutando proyectos en el área rural.
Asimismo, dijo que se inscribió en demasía a sus alumnos, sin tomar en cuenta la capacidad del establecimiento educativo.
“Una solución sería que pidan permiso a la Distrital de educación para habilitar el turno tarde y evitar poner en riesgo a los estudiantes”, refirió la autoridad.
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