El asesino de la familia boliviana mutilada en Brasil era su empleado

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Uno de los parientes de la familia boliviana Condori Morante, reportada como desaparecida desde el 23 de diciembre pasado, escoltado por funcionarios de la Policía Militar de Brasil, ingresó a una vivienda en la ciudad Itaquaquecetuba y caminó hasta donde estaba el baño. El funcionario policial le pidió abrir una de las tres maletas que estaba en el lugar, luego de romper más de seis capas de plástico se espantó -al igual que todos los que le acompañaban- al encontrar el cuerpo desmembrado de su sobrino Gian de tan sólo ocho años.

Según el reporte de la Policía brasileña, Jesús Reynaldo Condori Sanizo (39), Irma Morante Sanizo (38) y Gian Abner Morante Condori fueron victimados por su propio cuñado Gustavo Vargas Arias, quien trabajaba como ayudante en el taller de costura que tenía la familia asesinada, pero se conoce que no estaba contento con el salario que percibía.

Jesús, Irma y su hijo vivían en una casa en Sao Paulo, donde también estaba instalado su taller que tras 23 años de trabajo en ese país pudieron consolidar.

Gustavo Vargas habría ejecutado a la familia en su misma vivienda, no se conoce con exactitud la fecha y tampoco cómo lo hizo ni por qué, aunque una de las hipótesis que se maneja es que fue por dinero. Además, el presunto asesino alquiló una casa en la ciudad de Itaquaquecetuba, a más de media hora de viaje desde Sao Paulo, contrató un servicio de transporte para llevarse la maquinaria de costura y los cuerpos ya desmembrados, embalados en plástico y escondidos en tres maletas.

“Las vecinas han avisado a mis otros familiares que están allá que este hombre estaba tomando el 23, 24 y 25 (de diciembre). Cuando le preguntaron dónde estaba Irma y Reynaldo, les había dicho que se han ido a Bolivia y que le habían dejado a él la oficina”, dijo ayer la hermana de la fallecida.

El teniente Maurício Magalhães de la 2ª compañía de la ciudad, que comandó la operación de búsqueda, informó a G1 que los cuerpos “estaban aserrados al medio y muy bien sellados, con siete capas de plástico, tanto que cuando llegamos al lugar no era posible sentir olor alguno”.

DOS DETENIDOS

La  Policía Militar detuvo a las dos personas que fueron contratadas para trasladar las máquinas de costuras y las maletas donde estaban los cuerpos de las tres personas. Ambos prestaron su declaración y  fueron liberados porque demostraron su predisposición para coadyuvar en la investigación.

La directora de Trata Y Tráfico de la Policía Boliviana, Gaby Coca, informó que una vez que la Policía Boliviana tomó conocimiento del hecho se realizó  las labores de coordinación internacional, contactándose con la Policía de Brasil mediante los agregados policiales  y también con la familia.


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